ALUMNOS AVANZADOS, PRÁCTICAS DE ESTUDIO Y CULTURAS DISCIPLINARES EN LA UNIVERSIDAD. ALGUNAS HIPÓTESIS PARA UN ANÁLISIS RELACIONAL. Balduzzi
Enviado por pierucha • 26 de Agosto de 2013 • 4.129 Palabras (17 Páginas) • 531 Visitas
ALUMNOS AVANZADOS, PRÁCTICAS DE ESTUDIO Y CULTURAS DISCIPLINARES EN LA UNIVERSIDAD. ALGUNAS HIPÓTESIS PARA UN ANÁLISIS RELACIONAL.
Balduzzi, Matilde
Corrado Rosana y
Goñi Judit
mabal@fch.unicen.edu.ar
rocorr@fch.unicen.edu.ar
judigo@fch.unicen.edu.ar
Facultad de Ciencias Humanas
Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires
PERSPECTIVA TEÓRICA
El relevamiento bibliográfico realizado para nuestra investigación, nos permitió comprobar la existencia de dos grandes orientaciones en las indagaciones sobre los estudiantes universitarios, una centrada en la afiliación y socialización de los estudiantes y la otra, en las estrategias y prácticas de estudio. Contrariamente al planteo de los trabajos pioneros que consideraban a los estudiantes como un universo homogéneo, la atención se centra hoy en la relativa heterogeneidad del mundo de los estudiantes. El incremento del número de estudiantes durante las últimas décadas y la diversificación de los estudios que lo ha acompañado conlleva diferencias en la manera de vivir y de estudiar de los alumnos universitarios El análisis de los modos de vida y prácticas de estudio de los alumnos universitarios se detiene, entonces, en las variaciones y diferenciaciones ligadas a los diferentes centros de estudios y campos disciplinares. Asimismo, los análisis más recientes acerca de las percepciones, representaciones y creencias, así como sobre los textos académicos y la relación con el saber, adoptan un nuevo carácter al ser enfocados desde el ángulo de la especificidad de cada centro de estudios y cada campo disciplinar.
Se ha puesto de manifiesto que el estudiante no sólo debe lograr su adaptación al mundo universitario sino que, además, debe incorporarse a la subcultura correspondiente a la carrera elegida, desarrollando prácticas académicas en ese contexto. En otros términos, debe apropiarse de valores, códigos, rituales, modos de hacer y de pensar; el estudiante debe socializarse en una subcultura adquiriendo “por impregnación” sus códigos implícitos, sus valores y su concepción del mundo. (Lahire, 1997)
Asimismo, el énfasis que las teorías cognitivas ponían sobre los mecanismos generales del pensamiento se ha desplazado, en los modelos actuales, a un interés por procesos y saberes locales, vinculados a campos de estudio específicos. Aún cuando en la actualidad sigue existiendo investigación sobre “estrategias de aprendizaje”, esos estudios ya no procuran, como era habitual en los primeros trabajos, identificar las estrategias cognitivas vinculadas al éxito en los estudios superiores, independientemente del tipo de saber de que se trate. Las investigaciones actuales consideran la especificidad de cada centro de estudios así como del tipo de saber que allí se enseña. Así por ejemplo, se ha puesto en evidencia, que una misma estrategia está ligada al éxito en una Facultad y al fracaso en otra. (Alava y Romainville, 2001 p. 175). Algunos autores prefieren hablar de “estrategias de trabajo académico” para enfatizar el hecho de que no se trata de mecanismos de carácter general sino de una “producción cognitiva regulada en el seno de dispositivos institucionales particulares, es decir, en contextos y situaciones sociales específicas” (Baquero, 1996, p.100).
En lo que respecta a la investigación sobre las creencias epistémicas de los estudiantes, los estudios más recientes muestran que los estudiantes sostienen concepciones epistemológicas ingenuas no solamente sobre la ciencia en general sino también sobre los campos disciplinarios particularizados que constituyen las disciplinas que se enseñan en la Universidad.
En relación con el abordaje de los textos, se considera que el tipo de discurso que se le propone al estudiante es, no sólo diferente al coloquial, sino específico de cada disciplina, requiriendo competencias diferentes según el grado de formalización del lenguaje, su estilo discursivo, el grado de abstracción de sus conceptos, etc. Existen tradiciones de pensamiento y categorías conceptuales propias de cada disciplina, que hacen que exista cierta homogeneidad en la manera en que esa comunidad científica o académica se plantea los problemas y los aborda (Becher, 1993). Existen, asimismo, prescripciones epistemológicas y metodológicas aceptadas en ese ámbito, teorías hegemónicas, debates internos entre defensores y detractores de distintas corrientes o enfoques, un tipo de discurso autorizado, un tipo de intervención o práctica avalados, etc. Esto supone, del lado del estudiante, no solamente una socialización en la subcultura de la Facultad o institución universitaria sino en la propia del mundo académico y/o profesional que integran los que allí se presentan como representantes de la profesión o actividad a que el estudiante aspira.
PERSPECTIVA METODOLÓGICA
Desde la perspectiva de análisis propuesta, en este trabajo nos preguntamos por la especificidad que adquieren las condiciones y prácticas de estudio desarrolladas por alumnos avanzados de las diversas carreras de la Facultad de Ciencias Humanas de nuestra Universidad. Cabe señalar que si bien los objetivos de esta investigación no se inscriben en una perspectiva estricta de estudios comparados en educación superior, la información relevada hasta el presente en nuestra investigación, posibilita un análisis en términos relacionales, que conducirá a esclarecer si se presentan en nuestro contexto algunos rasgos de los que muestran los estudios internacionales sobre el tema .
Las consideraciones teóricas y metodológicas planteadas desde el inicio nos permiten advertir dos cuestiones o recaudos metodológicos a tener presente en el análisis de los resultados preliminares: por una parte, en los estudios relevados sobre esta temática a nivel internacional y en nuestros antecedentes de investigación, en general, se ha solicitado al alumno que de cuenta o que informe (utilizando cuestionarios masivos, entrevistas, talleres de discusión, entre otros) acerca de sus actividades, de lo que hacen, de lo que saben o conocen, de lo que creen, incluso valorando o indicando frecuencias ( nunca, a veces, frecuentemente, siempre); al respecto consideramos que estos instrumentos o registros tienen ciertas limitaciones de reconstrucción de procesos, de lo que efectivamente se hace en las acciones cotidianas y de las decisiones que justifican sus elecciones. Por otra parte, parece evidente la necesidad de atender a las condiciones del contexto específico, aunque sea por medio de un relevamiento o descripción de carácter general del escenario en el que se lleva a cabo la investigación empírica, para poner en juego la comparación, nuestros supuestos y la
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