AMO Y QUIERO A MI PAREJA, PERO SOY INFIEL
Enviado por EUROPACOACHING • 4 de Enero de 2012 • 959 Palabras (4 Páginas) • 930 Visitas
Hace poco escuché en la radio:
“La fidelidad se estableció entre los humanos cuando la esperanza de vida era 30 años, está claro que nadie contaba con que viviríamos tanto”. Y no pude más que sonreírme.
Una vez más el tema de la fidelidad, del que tantas consultas, preguntas y mensajes recibimos, y al que tantas horas de debate y pensamiento ha dedicado el ser humano:
¿Se puede ser fiel toda la vida?
¿Son infieles los hombres por naturaleza?
¿En la actualidad, la mujer es más infiel que antes?
En los últimos tiempos, los avances científicos han comenzado a sacar a la luz numerosos datos con los que responder a preguntas acerca de las relaciones humanas que hasta hace poco parecían que sólo podrían explicar la cultura y la moral.
¿Puede la ciencia decirnos por qué son tantos los hombres infieles que dicen querer a sus parejas? Hasta ahora la respuesta parecía clara. No es posible. Estos hombres mienten. Lo quieren todo.
Pero ahora, mira por dónde, la neurobiología parece que les da algo de razón.
¿Cómo puede ser? ¿No son conceptos contrarios?
Hace unos días termine de leer el libro Las necesidades de ella, las necesidades de él, (Williard Harley). Después de investigar los datos de una encuesta muy extensa, estableció 5 necesidades básicas que presentan hombres y mujeres respecto a su pareja (¡por supuesto, y como cabía esperar, estas se mostraron completamente diferentes en los dos grupos!). Según el autor, cuando estas necesidades no están satisfechas, crece el riesgo de infidelidad.
¿Y cuáles son?
Por orden, las necesidades femeninas serían:
1. Afecto (recepción de cariño, cuidado, interés por sus asuntos);
2. Diálogo;
3. Sinceridad (evidencias que le permitan confiar en su pareja);
4. Estabilidad financiera;
5. Compromiso familiar activo de la pareja
-También por orden las necesidades masculinas serían:
1. Satisfacción sexual;
2. Compañía de la pareja en las actividades de su interés;
3. Mantenimiento del atractivo de la pareja;
4. Que aporte paz doméstica;
5. Que se muestre orgullosa de él.
La satisfacción sexual y el atractivo de la compañera son para el hombre factores determinantes para mantener la fidelidad. Sorprende que en las mujeres de su estudio el sexo no aparezca como necesidad. ¿Será cierto? En cualquier caso, los estudios científicos aportan explicaciones que pueden ayudarnos a comprender esas diferencias.
La neurobiología ha investigado la influencia de las hormonas en el cerebro humano, concluyendo que, a partir de la octava semana de gestación, los testículos del feto masculino liberan gran cantidad de testosterona que impregna los circuitos de las zonas del cerebro destinadas a la actividad sexual haciendo que éstas se incrementen hasta doblar en su tamaño a las del cerebro femenino.
Del mismo modo, se ha constatado que las áreas responsables del afecto, la empatía, la capacidad de ponerse en el lugar del otro, son mayores en
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