APROXIMACIÓN A UN ENFOQUE DE ECONOMÍA ANTROPOLÓGICA
Enviado por jjjiii • 2 de Octubre de 2011 • 3.661 Palabras (15 Páginas) • 1.231 Visitas
APROXIMACIÓN A UN ENFOQUE DE ECONOMÍA ANTROPOLÓGICA
EL MERCADO COMO RELACIÓN SOCIAL DE INTERCAMBIO
Como nunca antes en la historia del hombre, el conocimiento científico tecnológico ha permitido al hombre alcanzar un enorme avance productivo; la reproducción de especies animales y vegetales muestra avances impresionantes, la genética y la biotecnología parecen garantizar que la suficiencia alimentaria en el mundo esta garantizada para todos, aunque la mayoría de la población en el planeta no tendrá acceso a estos beneficios porque no tiene el poder económico y político suficiente para ello. El crecimiento de bienes y servicios parece no tener límite y sin embargo, en medio de la abundancia, la pobreza y la marginación social se recrudecen siendo el principal pendiente para el cual la ciencia no parece tener respuesta.
¿Qué hay detrás de los procesos de concentración del ingreso y desigualdad social?, ¿Por qué en medio de la revolución biotecnológica y la producción en masa de bienes y servicios la pobreza sigue siendo el principal problema para la mayoría de los países del orbe?, ¿Por qué grandes sectores de la población sufren de desnutrición en medio de una sociedad consumista?.
Me parece que gran parte del problema se centra en el uso de conceptos equívocos que el mundo de la ciencia económica ha desarrollado, siendo el principal de ellos el denominado “libre mercado”. Concepto a través del cual se pretende desarrollar la vida en sociedad.
El mundo actual se mueve a través del libre mercado. La cultura, la música, las artes en general, la política y la sociedad se orientan mediante la lógica de la eficiencia, la productividad, la competitividad y el máximo beneficio económico que se desprenden de su funcionamiento. Todo estos es resultado de la evolución del pensamiento en el marco del positivismo, el cientificismo y el “dejar hacer, dejar pasar” del liberalismo económico.
El concepto de libre mercado se utiliza sin restricciones, se aplica genéricamente sin discriminación alguna, y sin un análisis profundo del mismo desde el punto de vista del hombre.
Así, mediante el enfoque del libre mercado hemos reducido al ser humano a la dimensión de agente económico maximizador de los beneficios, consumidor, cliente, proveedor o productor. La persona se pierde en el concepto de individuo, sin contexto comunitario, donde los valores de la solidaridad, subsidiaridad, justicia, igualdad y equidad se trastocan en un entorno mimeista. Es decir un entorno donde sólo opera el yo, mi, me, conmigo; y el tú, el otro, y el nosotros se encuentra únicamente en función del bienestar individual.
El racionalismo humano se reduce a su mínima expresión, de la misma forma que la voluntad, donde la racionalidad económica a través de la que opera el libre mercado, se entiende únicamente en el contexto donde la competitividad, la eficiencia y la asignación óptima de recursos nos mueve de manera unidireccional hacia el bienestar individual, y donde el resultado automático de tal dinámica será el bienestar social, en una especie de Ley natural.
La visión parcial de la mano invisible de Adam Smith, se impone a la sociedad, o mejor dicho a la comunidad. Pero aquí hay que destacar que se ha mal interpretado mucho la teoría de Smith, el mismo decía que el sistema de mercado no puede funcionar a la perfección pues esta continuamente bloqueado por grupos de presión, políticos y económicos que impiden que la maximización de los intereses individuales redunde en una maximización del interés común. Es decir que el mercado, o mejor dicho las relaciones sociales de intercambio, están sometidas a intereses de poder y grupo que corrompen nuestros sentimientos morales .
El hombre se pierde en el mundo de las mercancías, el intercambio y los valores económicos, y la instrumentación de las políticas económicas enfocadas en la búsqueda del bienestar social queda en manos del mercado, como instrumento mágico que resolverá los principales problemas del agente económico, pero no así del ser humano y la sociedad en comunidad.
El mercado se concibe como un mecanismo autónomo, autocontenido, y autodeterminado, cuyo operar es tan eficiente, que no puede ser sustituido por la planeación, centralización y administración estratégica de los recursos.
Es como pensar que dentro de una empresa, los empleados se organizan de forma tal que buscando su interés individual lograran el éxito de la empresa, sin necesidad de tener personal directivo, planeación estratégica y reglamentaciones laborales.
El control de los fenómenos económicos más perversos como la inflación se realiza a través de la mínima intervención en la actividad económica y a través de la influencia que ciertos instrumentos indirectos de política monetaria pueden tener sobre el mercado, es decir sobre el proceso de negociación mercantil de los agentes económicos.
El siguiente documento trata de mostrar las falacias sobre el “impecable funcionamiento del mercado” y la violencia que impone sobre el ser humano y su comunidad cuando nos dejamos llevar por la lógica del mercado en lugar de imponer una lógica personal al mercado.
Lo anterior no representa negar las ventajas de la organización económica a través de los mecanismos de mercado, o mejor dicho procesos de negociación social del intercambio, donde la eficiencia, la productividad, la innovación tecnológica, y la competitividad son un resultado de dicho proceso.
1. MERCADO COMO RELACIÓN SOCIAL DE INTERCAMBIO:
El mercado no es más que una relación social de intercambio establecida entre los hombres. Un mecanismo de negociación, un resultado mismo de la organización humana y una expresión de sus destrezas y habilidades en la organización de sus actividades económicas.
El mercado por sí mismo no existe, no es más que el resultado de un proceso enteramente humano, y por ende social. El razonamiento comúnmente escuchado de que el mercado a descartado tales o cuales condiciones específicas sobre tasas de interés, o precio de las acciones, no significa otra cosa, más que las personas involucradas han llegado a determinados acuerdos, y ha tomado decisiones sobre cantidades y precios.
Desde este punto de vista, en el proceso de negociación denominado mercado, se imponen condiciones de información, productividad, costos, procesos y poder de negociación y control sobre cantidades de bienes y servicios, generando un mecanismo de formación de precios y, a través de dichos precios, los agentes económicos –personas, empresas e instituciones- establecen
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