ARGUMENTACION
Enviado por armandorhe • 19 de Noviembre de 2013 • 1.011 Palabras (5 Páginas) • 200 Visitas
Ciudad Juárez, Chih.- Una tonelada de huesos de cerdo fueron analizados para dar con los restos óseos de una joven de 16 años que fue asesinada por su pareja.
Entre los desechos de una marranera (tiradero de desperdicios de cerdo), al oriente de Ciudad Juárez, diez meses después del homicidio a peritos que estaban especializados en antropología forense, encontraron pedazos de hueso de la pierna derecha, del brazo derecho, un omóplato y trozos del cráneo. Eso fue lo que quedó de Rubí Marisol Frayre Escobedo.
El 29 de agosto de 2008 fue la última vez que alguien la vio con vida. Ese día, por la noche, Sergio Rafael Barraza Bocanegra, de 22 años, su compañero, pidió ayuda a unos amigos para deshacerse del cuerpo de su esposa, a quien, dijo, acababa de matar.
Desde la desaparición de Rubí hasta el día de ayer que anda tras la caza del asesino, Marisela Escobedo, su madre, no ha tenido ni un minuto de respiro. “No pararé hasta ver en la cárcel al hombre que mató a mi hija”, asegura desde Fresnillo, Zacatecas, en donde dice tener indicios del paradero de Sergio Rafael.
Con mucha presión, en el mes de septiembre de 2008 logró que se iniciara la búsqueda de su hija. Guiada por el instinto materno y el dolor realizó las primeras pesquisas con las que se abrió la investigación. Diez meses después del homicidio, el 19 de junio de 2009, Sergio Rafael fue localizado, por primera vez en la ciudad de Fresnillo, Zacatecas. Frente a los policías que lo detuvieron y trasladaron a Ciudad Juárez, aceptó que él había matado a Rubí y dio detalles del lugar donde tiró el cadáver. Esa declaración no fue videograbada, por lo tanto y bajo el nuevo sistema de justicia penal del estado, no tuvo valor probatorio en el proceso penal de primera instancia.
El 26 de abril de 2010 fue presentado ante un tribunal oral para ser juzgado. Luego de tres días de presentación de pruebas, la conclusión de los jueces fue que no se demostró la causa de muerte. El resultado: una sentencia absolutoria que implicó la inmediata libertad de Sergio Rafael.
Los jueces Catalina Ochoa Contreras, presidenta del tribunal oral; Netzahualcoyotl Zúñiga Vázquez, redactor, y Rafael Boudid como tercer integrante, decidieron de forma unánime, después de dos horas de deliberación, que el Ministerio Público no presentó pruebas suficientes para acreditar la participación del imputado en la comisión del “hecho punible”, o sea, que no se demostró que Rubí Marisol haya tenido una muerte violenta, ni que Sergio Rafael haya sido el homicida.
En el caso de Rubí, cuya causa penal es la 666, los juzgadores aplicaron el criterio de la duda razonable. “El tribunal desasoció todas las pruebas que se le presentaron y resolvieron a favor del acusado. Su obligación era resolver conforme a la suma de los indicios”, alega Édgar García Urueta, coordinador de Capacitación de Ministerios Públicos en esa entidad y uno de los fiscales del caso.
La desilusión de la familia y de la sociedad juarense, donde en lo que va de 2010 se reporta la
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