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ARTES MARCIALES EN EL SIGLO 21.


Enviado por   •  3 de Febrero de 2017  •  Ensayo  •  3.324 Palabras (14 Páginas)  •  270 Visitas

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ARTES MARCIALES EN EL SIGLO 21 (PARTE 1 DE 3)

AUTOR: SIFU RENE DAVID VILLACÍS, 6TO DUAN WEI, DIRECTOR ESCUELA DE ARTES MARCIALES YIP YI MOON, HUNG GAR, WING CHUN, HUK FU KUEN

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Mis tres maestros (SHIFUS), a los cuales les agradezco lo que he sido y conseguido en Kung Fu Tradicional, tanto en mi país como en el exterior, entrenaron todos con sus respectivos maestros por un lapso no menor a 12 horas diarias todos los días de la semana, todo el año, con excepción de las fiestas tradicionales del pueblo chino (año nuevo, fiesta de las barcas, de la luna, etc). Vivieron con sus maestros una gran parte de su niñez y juventud. Así se entrenaba en siglos pasados, era ésta la forma tradicional de entrenamiento, es por ello que el término SHIFU se traduce también como padre.

Quien escribe éste artículo, comenzó entrenando Judo y algo de Karate a los 15 años, movido por la serie “El Avispón Verde”, donde aparecía un chino que daba golpes raros y pateaba de forma poco conocida, personaje que no tardó en convertirse en un ícono de las artes marciales: Bruce Lee. Hay un punto de inflexión en la artes marciales, y éste es el antes y después de la aparición de Bruce Lee en el ámbito de las artes marciales. Pero esto será tema de un artículo posterior. Personalmente mi dedicación a entrenar era de 6 horas diarias, salía de clases e iba a entrenar; llegaba a casa y por la noche volvía a entrenar. Uno de mis Shifus, el SiKUNG KCOWA, me dijo una vez, quiere destacarse en esto, obtener triunfos, entrene, entrene y entrene.

Hoy en día, vemos el patrón recurrente de estudiantes que entrenan pocas veces por semana durante unas pocas horas a la vez, y que muchas veces paran y reasumen  su entrenamiento en diferentes períodos o años, o dejan de hacerlo después de cierto número de años. Parece que la generación actual lo que quiere es aprender y progresar a un ritmo más lento y menos eficiente que el de las generaciones mayores, y esto aunque parezca una paradoja se explica por querer aprender técnicas y formas lo más rápido posible, pensando, en forma errónea, que es la forma correcta de hacerlo. Nada más alejado de la verdad. El hecho de tener acceso a tecnología ha hecho a los alumnos lentos en el aprendizaje marcial aunque rápidos en la comunicación y compartición de contenidos.Debido a esto y a la falta de compromiso y amor al arte muchos estilos tradicionale se han ido perdiendo en el tiempo, de ésta forma con cada generación que pasa, el conocimiento precioso, insustituible de los grandes maestros del mundo se desvanece exponencialmente.

En la sociedad moderna, la preservación de las artes marciales tradicionales es una misión titánica. Vivimos en un mundo lleno de muchos factores influyentes y distracciones, variables que influyen en nuestra vida cotidiana y la manera en que entrenamos. En medio de puestos de trabajo, familias, estudios, ganar suficiente dinero para el sustento y tratando de mantener cierta cordura con una vida social, muchos estudiantes simplemente tienen pobre asistencia o consistencia en sus horarios de entrenamiento en artes marciales. Es cada vez más difícil encontrar un estudiante que pueda seguir a un maestro para toda una vida. Una gran diferencia entre estudiantes del pasado y del presente es el porcentaje de los primeros que completan un programa de formación integral en una escuela auténticamente tradicional y practican continuamente durante el resto de sus vidas. La generación actual carece de la motivación que nosotros teníamos. ¿Será que el estilo de vida no les permite mantenerse en el camino de la moralidad y disciplina marcial? ¿Será que las escuelas de ates marciales no son capaces de enseñar aquello?

Creo que una de las razones de lo que indico es que ahora los estudiantes pueden escoger maestros y escuelas, la libertad de dejarla por un capricho si elegimos. Si bien es una ventaja poder explorar las artes marciales desde muchos ángulos diferentes, muchos practicantes olvidan el significado de un entrenamiento diligente y existe más interés por el aprendizaje nuevo en vez de optimizar y perfeccionar el que aprendió. Las artes marciales ha evolucionado en deporte o hobby, en contraposición a como quien escribe lo entendía, un estilo de vida o los medios necesarios de supervivencia. El significado más profundo detrás de su filosofía, la cultura y la historia poco a poco se está perdiendo. Se ha perdido el concepto de lealtad, paciencia y disciplina. Tenemos una plétora de cantidad de mestros y artes marciales en nuestras manos, pero no todas de calidad. Algunos estudiantes son simplemente curiosos sobre el art, otros están buscando obtener algunas habilidades de combate para competir en el ring, para ver hasta qué punto pueden empujar sus límites, o para poder defenderse en una pelea ocasional. Algunos sólo están buscando una actividad físicamente exigente para hacer, tal como si se uniese a un gimnasio o practicar un deporte.

Los estudiantes buscan en las artes marciales un servicio, son meros clientes, y ven en el maestro a una persona que vende su arte, no al maestro que comparte sus conocimientos y su filosofía de vida. Quedaron atrás la tradición e historia que nos enseñaron. Este es un lamentable resultado de la modernización, y por el momento, con las luchas económicas y las necesidades financieras de las escuelas y empresas, poco se puede hacer para cambiarlo.Sin embargo, debemos reconocer que la vida de las artes marciales no es para todo el mundo. Si un corto período de entrenamiento es capaz de ayudar a un médico a una mejor etapa en su vida, entonces ya habrá valido ese tiempo empleado, aunque sea corto. No hay necesidad para cualquier entrenamiento el uso adicional de la fuerza si eso es lo que el practicante busca o le interesa. Esta es una de las ventajas de la formación moderna; los estudiantes no están obligados a entrenar duro y la disciplina y los valores que desarrollan dependen de  él. Por otro lado, también es una gran desventaja porque los practicantes con mentes débiles tienen más dificultad para enfocarse y así, avanzar en su formación. Una comparación similar es cómo se enseña y se aplican en campo de entrenamiento militar o escuela militar la disciplina.

Pero hay que recordar que puede funcionar éste tipo de disciplina para algunos, no es necesariamente apropiada para otros.Debemos aceptar que vivimos en un tiempo diferente en comparación con el de la antigua China, y aunque no seamos capaces de imitar exactamente lo que artistas marciales de antaño han logrado, todavía podemos extraer y adoptar los mismos principios de su formación. A partir de ahí, podemos aplicar esa base a nuestros propios métodos de entrenamiento de hoy en día. Lo que tenemos que hacer juntos en la comunidad de artes marciales es preservar la autenticidad y la calidad de esta formación fundamental. Necesitamos filtrar colectivamente y abiertamente compartir lo mejor de lo que sabemos para que una vez más, podamos transformar este arte en una nave muy avanzada y profundamente intrincada como lo fue una vez, pero con un toque moderno en él. De esta forma, podremos desarrollar efectivamente las artes marciales hoy en día en una adaptación equivalente pero moderna de los métodos de entrenamiento de la antigua China.

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