Abdomen Agudo
Enviado por cotan1 • 15 de Febrero de 2012 • 3.608 Palabras (15 Páginas) • 717 Visitas
ABDOMEN AGUDO
El término abdomen agudo es un síndrome que se caracteriza por dolor abdominal de comienzo
brusco con una importante repercusión del estado general de paciente/cliente y que implica
muchas veces un proceso intraabdominal grave, urgente que con frecuencia requiere de un
tratamiento quirúrgico urgente. No obstante se plantean muchos problemas muy a menudo. A
veces unos minutos pueden tener una importancia vital en un enfermo que presente una
hemorragia, mientras que en otros casos unas cuantas horas de observación puede ser una
ventaja, aún siguiendo presente la indicación quirúrgica. (Tabla 3)
En el diagnóstico del abdomen agudo lo más importante es realizar una correcta anamnesis y
exploración física.
En la inmensa mayoría de los casos se puede conseguir así una correcta orientación diagnóstica,
que se confirmará con algunas exploraciones complementarias (la mayor parte poco sofisticadas.
ANAMNESIS
- ¿Dónde le duele?
- ¿Irradiación del dolor?
- ¿El dolor es continuo o intermitente?
- ¿Cómo se inició? (brusco o progresivo)
- Desencadenante (esfuerzo, ingesta, etc.)
- ¿Desde cuando duele?
- Modificaciones: influencia que sobre el dolor tiene la ingesta, digestión, respiración, micción,
defecación, menstruación, etc.
- Síntomas acompañantes:
♦ Naúseas y/o vómitos.
♦ Anorexia 11
♦ Alteraciones del ritmo intestinal.
♦ Características de las heces.
♦ Hematemesis y/o melenas.
♦ Rectorragias.
♦ Emisión de heces y gases.
♦ Leucorrea.
♦ Netrorragia.
♦ Alteraciones menstruales.
♦ Pérdida de peso.
♦ Etc.
- Enfermedades e intervenciones quirúrgicas previas.
- Alergias.
- Ingestión de fármacos.
EXPLORACION FISICA
Ante todo, y como ante cualquier enfermo, es necesario valorar el estado general del
enfermo,Determinar sus constantes vitales, estado de perfusión, nutrición e hidratación,su grado
de conciencia, su actitud ( los cuadros de irritación peritoneal inmovilizan al enfermo por que el
movimiento le produce dolor, los dolores cólicos producen inquietud y el paciente no puede estar
en reposo ) , su coloración,etc...
La exploración debe comenzar por la inspección del abdomen. Se observará la movilidad
espontánea de la pared abdominal y con los movimientos respiratorios (en los procesos que
cursan con irritación peritoneal se produce inmovilidad durante la respiración, existiendo una
respiración superficial). También debe analizarse la posible presencia de cicatrices de
intervenciones anteriores, la simetría abdominal, la existencia de masas protuberantes y si existe
distensión abdominal. Debemos fijarnos en la posible existencia de circulación colateral, existencia
de vesículas (Herpes Zoster) u otros signos cutáneos como la equimosis periumbilical (signo de
Cullen) y en flancos (signo de Grey - Turner) que son característicos de las pancreatitis
necrohemorrágicas graves. 12
La palpación debe realizarse de una forma suave para evitar provocar en el paciente una
contracción voluntaria de la musculatura abdominal. También es recomendable llevar una rutina
exploratoria colocándose siempre al mismo lado del paciente y palpar el abdomen por cuadrantes
siguiendo la misma dirección dejando para el final la zona dolorosa. Se identificará la topografía
del dolor. La palpación es la maniobra exploratoria más rentable, siendo en ocasiones lo único en
que nos podemos basar para realizar una exploración quirúrgica a un enfermo. Se valorarán los
siguientes aspectos:
Palpación superficial: se apreciará la existencia de zonas de hiperestesia cutánea.
Palpación profunda: Buscamos la existencia de organomegalias (hígado, bazo, riñón) y de masas
(hidrops vesicular, pseudoquistes pancreáticos, plastrones inflamatorios, neoplasias, aneurismas,
hernias).
Contractura abdominal: refleja la existencia de una irritación peritoneal y aparece en cuadros que
suelen requerir cirugía urgente. Es de suma importancia diferenciarla de la contractura voluntaria,
que se modifica durante la exploración, a veces es difícil diferenciarla sobre todo en niños,
personas con un estado de ansiedad, dementes, etc. Signo de Murphy: Valora la existencia de
una colecistitis aguda. Se colocan las puntas de los dedos en el hipocondrio derecho y se manda
al paciente que realice una inspiración profunda, produciéndose un dolor agudo a ese nivel debido
al descenso del diafragma que desplaza al hígado y a la vesícula inflamada.
Signo de Blumberg: Dolor por rebote de la víscera inflamada sobre la pared abdominal al retirar la
mano bruscamente después de la palpación profunda sobre la zona dolorosa. En la fosa ilíaca
derecha es muy indicativo de apendicitis aguda.
Signo de Rovsing: Dolor referido a la fosa ilíaca derecha al presionar sobre la fosa ilíaca izquierda.
También es indicativo de apendicitis aguda.
Signo de Cope o del dolor contralateral: Consiste en presionar sobre la zona contralateral a la
zona dolorosa y descomprimir bruscamente. Si la lesión es intraabdominal, se exacerba el dolor
en la zona afecta; en cambio si es un dolor referido (por ejemplo torácico), no se modificará. Signo 13
del Psoas. Se coloca la mano del explorador en la fosa ilíaca y se ordena al paciente que flexione
el muslo oponiéndose a dicha flexión con la otra mano. Se considera positivo si se produce dolor
intenso en dicha zona. Es positivo en la apendicitis retrocecal, abscesos del psoas, algunas
pancreatitis, etc. Se produce por irritación del músculo psoas en procesos retroperitoneales. Signo
del obturador: Se flexiona el muslo del enfermo y se realiza rotación interna y externa,
produciéndose dolor intenso. Es positivo en la apendicitis pélvica, abscesos intrapélvicos, etc.
Tacto rectal: Es una maniobra imprescindible en el estudio de un dolor abdominal. Se explora la
próstata y vesículas seminales, útero; se buscarán masas rectales, ocupación del fondo de saco
de Douglas y exacerbación del dolor a la presión. Es importante observar al retirar el guante las
características de las heces y si existe sangre, moco o pus en las mismas.
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