Abogada, egresada de la Universidad Nacional.

Calidad Educativa como una de las Directrices de la Educación Superior.

Desde la Perspectiva del Paraguay y América Latina.

LIZ MARLENE LÓPEZ MONTIEL

Abogada, egresada de la Universidad Nacional.

INTRODUCCIÓN

Al iniciar el desarrollo de este tema tan actual como lo es la Calidad Educativa de la Educación Superior, debemos acotar que esta es sólo una de las directrices de la educación superior y considero su importancia dado que en la actualidad es justamente uno de los requisitos más relevantes y necesario para el estudiante universitario y que se encuentra con grandes falencias. Si bien ante la democratización de la educación y el mayor acceso a la misma a través de universidades privadas incluso, no se ha logrado aún el mejoramiento de la calidad educativa esperada.

La UNESCO es uno de los organismos de mayor relevancia para el mejoramiento de la educación y la cultura y es así como la iniciativa de elaborar unas directrices en materia de “Calidad de la Educación Superior a través de las fronteras” da curso a una resolución aprobada por la Conferencia General de la Unesco (29/09 al 17/10 de 2003) en la que se invitaba al Director General a “elaborar prácticas y principios en materia de suministro internacional de servicios educativos, a partir de la competencia de la UNESCO y otros organismos internacionales, en cooperación con entidades que aseguren la calidad y con proveedores de educación”.

La UNESCO y la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos OCDE, acordaron proseguir la elaboración de estas directrices en pro de garantías a través de las fronteras, como respuesta también a la creciente comercialización de la enseñanza superior.

El objetivo concreto es que los Estados Miembros obtuvieran respuestas a sus necesidades concretas y la solución a estos problemas reales de la educación. Si bien estos instrumentos de la UNESCO no tienen carácter normativo, constituyen fuentes importantes de orientación para aumentar así las capacidades nacionales y la cooperación internacional.

Estas directrices son de gran valor, ya que ayudan a los Estados Miembros a evaluar la calidad y la pertinencia de la educación superior y así proteger a los estudiantes y docentes incluso, contra una educación superior de mala calidad.

Abordaremos además este tema desde la perspectiva del Paraguay y de América Latina.

CALIDAD EN EDUCACIÓN SUPERIOR.

La definición de calidad en educación superior o Quality in Higher Education, se basa en el papel de los principales destinatarios del proceso de aprendizaje, los estudiantes, pero aquel estudiante diligente, un sujeto activo del proceso de aprendizaje, que va más allá de una mera concepción de cliente o usuario, que son términos utilizados en procesos de calidad.

Un estudiante es sujeto de derechos y deberes, pero no debe olvidar que el conocimiento no se refiere únicamente a los contenidos sino además a los medios para transmitir de manera innovadora y original por parte del docente, y con una actitud y búsqueda del saber de manera placentera por parte del estudiante.

La calidad significa que evidentemente existen niveles de eficacia y eficiencia que posibilitarán al estudiante el éxito o logro de sus objetivos académicos, sin figuras autoritarias que limiten el desarrollo del saber. Y como resultado obtengamos profesionales capaces, conscientes de sus derechos y obligaciones, y críticos hacia toda la realidad circundante.

Las Directrices: se basan en el principio de confianza mutua y respeto entre los países y en el reconocimiento de la importancia de la colaboración internacional en la educación superior y de la autoridad nacional y la diversidad de los sistemas de enseñanza superior. Su eficacia depende de la posibilidad de fortalecer la capacidad de los sistemas nacionales, de garantizar la calidad de la enseñanza superior.

Directrices destinadas a las partes interesadas en la educación superior

Las directrices son recomendaciones, medidas que deben tomar seis partes interesadas en la educación: las autoridades nacionales, las instituciones y proveedores de educación superior, incluidos los profesores, asociaciones estudiantiles, organismos de garantia de calidad y convalidación de diplomas, organismos de reconocimiento académico y organismos profesionales.

Las autoridades nacionales se encargan de la coordinación de las políticas de la mayoria de los sistemas de enseñanza superior. En algunos países recae sobre estas autoridades la facultad de supervisar la garantía de calidad. En este sentido, se recomienda que las autoridades establezcan o promuevan el establecimiento de un sistema general, equitativo y transparente de registro, o habilitación de los proveedores de enseñanza. También se recomienda que faciliten información precisa, fiable y accesible sobre los criterios y parámetros de registro, habilitación, garantía de calidad y reconocimiento de la enseñanza superior transfronteriza, que contemplen la posibilidad de ser parte de los convenios regionales de la Unesco sobre convalidación de diplomas, que elaboren o promuevan acuerdos bilaterales o multilaterales que faciliten la convalidación de diplomas tomando como base los procedimientos y criterios estipulados en los acuerdos, que contribuyan a mejorar el acceso a la información sobre las instituciones o proveedores reconocidos de la enseñanza superior.

Las instituciones y los proveedores de educación superior

Se recomienda que se cercioren de que la enseñanza que imparten en el extranjero o en su propio país sea de calidad comparable y que tome en cuenta la s particularidades culturales y lingüísticas de cada país receptor, y que reconozcan que la calidad de la enseñanza y de la investigación se logran gracias a la calidad del profesorado, que consulten a los organismos competentes en garantía de la calidad y reconocimiento de diplomas, que garanticen la transparencia de las condiciones financieras de la institución o el programa educativo.

Las Asociaciones de estudiantes

Deberán ser órganos autónomos en el plano local e internacional, y deberán participar activamente en el establecimiento, la supervisión y el mantenimiento de una enseñanza superior de calidad y adoptar las medidas para ese efecto. Sobre todo participar en el fomento de una educación de calidad, orientando sobre los posibles riesgos de caer en manos de proveedores deshonestos, dándoles fuentes seguras de información.

Los Organismos de garantía de calidad y convalidación

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