Acupuntura

Acupuntura significa literalmente “pinchar con agujas”, un término que suena más bien doloroso para definir la práctica de insertar agujas muy finas en la piel con el fin de estimular una serie de puntos específicos llamados acupuntos. Los acupuntos son estimulados para equilibrar el movimiento de la energía en el cuerpo, y el proceso puede causar más bien una ligera incomodidad antes que el dolor que sugiere su nombre. La acupuntura es una parte importante de la medicina tradicional china, un sistema medico sofisticado y complejo que incluye también el uso de la moxibustión, la fitoterapia, el masaje, la terapia dietaria y también ejercicios como el tai chi.

La acupuntura se ha convertido en algo muy popular en los últimos años entre los médicos convencionales de Occidente, algunos de los cuales la utilizan en la actualidad para tratar síntomas de enfermedades como si fuera simplemente otra parte de la medicina occidental. Pero se ha demostrado que funciona mejor cuando se la mantiene dentro del contexto de la tradición china, a la cual se halla muy firmemente arraigada.

Para comprender realmente como actúa la acupuntura es preciso familiarizarse primero con las bases de la filosofía china. Las filosofías del Dao o Tao, el yin y el yang, los ocho principios, los tres tesoros y los cinco elementos son todas fundamentales para la acupuntura china tradicional y su papel especifico en ayudar a mantener la buena salud y el bienestar de una persona.

Los cinco elementos

La filosofía del yin y el yang fue refinada aún más en el sistema de los cinco elementos para conseguir una comprensión más profunda de cómo funcionan cuerpo, mente y espíritu.

Los cinco elementos poseen numerosos asociados. Entre otras cosas, cada uno está relacionado con una estación, un órgano, un sabor, un color, un olor, una emoción, una parte del cuerpo e incluso un cereal. El sistema es complejo, y se basa en la creencia de que la vida es un proceso en cambio constante. Probablemente puede explicarse en términos más sencillos de cambios estacionales y los relajados procesos cíclicos de la naturaleza. Los cinco elementos de madera, fuego, tierra, metal y agua se relacionan con las estaciones de la siguiente manera: madera a primavera, fuego a verano, tierra a finales de verano, metal a otoño y agua a invierno, y cada elemento fluye el siguiente de la misma forma que cada estación deja lentamente paso a la que la sucederá.

De la misma forma, una semilla plantada en primavera florece en verano, deja caer sus semillas a finales de verano en otoño, muere en invierno, y una nueva semilla crece de nuevo en primavera. Forma parte de un ciclo interminable, y cada fase tiene su papel en mantener el equilibrio de la naturaleza. El mismo proceso de cambio ocurre dentro del cuerpo. Las células crecen y mueren para dejar paso a nuevas células, y los sistemas corporales dependen los unos de los otros de una forma similar a las estaciones, trabajando juntos para asegurar el funcionamiento

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