Alimentacion Juvenil
Enviado por diyeijosue • 20 de Abril de 2013 • 3.112 Palabras (13 Páginas) • 418 Visitas
Introducción
La adolescencia es una etapa de la vida en la que se producen cambios de todo tipo: fisiológicos, emocionales, sociales... En definitiva se pasa de niño o niña a hombre o mujer. Estos cambios pueden influir favorable o desfavorablemente en la conducta alimentaria del adolescente.
Papel de la alimentación
El papel de la alimentación es el de aportar al organismo la energía y los nutrientes necesarios para su correcto funcionamiento. Durante la adolescencia las necesidades nutricionales son muy elevadas, ya que la mayoría de las transformaciones son fisiológicas (aumento del peso y la estatura, maduración sexual...). Se requiere, por tanto, un correcto control de la alimentación para evitar carencias que podrían traer consigo trastornos de la salud. Para esto es necesario conocer los cambios que se producen en esta etapa y cómo modifican las necesidades energéticas y nutricionales.
Finalmente hay que decir que la adolescencia es la última oportunidad de establecer normas dietéticas antes de la instauración de hábitos de la edad adulta que en la mayoría de los casos ser definitivos.
Fisiología
Hay una serie de características fisiológicas que diferencian la adolescencia de las demás etapas de la vida. Estos procesos necesitan una elevada cantidad de energía y nutrientes para poder llevarse a cabo. Esta cantidad depende de la edad, del sexo y de la constitución de la persona. Los procesos que se llevan a cabo son los siguientes:
Madurez sexual
Este es un proceso que ocurre lenta y progresivamente, y que suele durar entre 5 y 7 años. En las niñas comienza entre los 10-11 años y en los niños en torno a los 12-13 años. A medida que va pasando el tiempo, los órganos sexuales se van desarrollando para llegar a conseguir la estabilidad funcional del aparato reproductor. Durante todo este período, especialmente en la fase intermedia, las necesidades nutricionales son muy elevadas.
Cambios en peso y talla
La adolescencia es la etapa de la vida en la que el desarrollo físico es mayor, ya que el niño gana el 20% de la talla que va a tener como adulto y el 50% del peso. Pero estos datos son muy relativos, ya que dependen de muchos factores y varían según la persona.
Cambios en la distribución corporal
En este aspecto hay diferencias entre chicos y chicas, ya que hay una desigual distribución de la masa muscular y grasa y distinto desarrollo de la masa ósea.
Los chicos ganan más peso, que corresponde a un aumento de la masa muscular y a un mayor desarrollo óseo, que también se lleva a cabo durante un período mayor.
En las chicas, el aumento de peso trae consigo una ganancia de masa grasa. El crecimiento óseo es menor y, por tanto, se lleva a cabo durante un tiempo menor.
Todas estas circunstancias influyen en la alimentación, ya que los requerimientos nutricionales y energéticos son diferentes según el tejido que se desarrolle. Por ejemplo, la cantidad de proteínas necesaria para formar un kilo de masa muscular no es la misma que para formar un kilo de masa grasa.
Necesidades de nutrientes
Es muy difícil establecer una cantidad estándar de nutrientes para los adolescentes, ya que en esta etapa el organismo sufre muchos cambios y los estudios realizados a este sector de la población son muy escasos. La mayoría de los datos proceden de interpolaciones entre los datos que se han obtenido en estudios realizados a grupos de adultos o de niños.
Un dato llamativo sería que las chicas de 12-14 años necesitan una cantidad de nutrientes superiores a las de sus madres, y la de los chicos de 16 supera la de sus padres.
Algunos estudios llevados a cabo recientemente demuestran que una dieta con una cantidad inferior a la necesitada de calorías trae consigo una disminución del crecimiento en el período infancia-adolescencia, y retrasa además el desarrollo sexual uno o dos años. Sin embargo, en el mismo estudio se demostró que este retraso se puede recuperar si se corrige a tiempo este defecto. Un ejemplo serían las gimnastas de élite, cuyas dietas sufren una restricción de energía. En estas chicas, como consecuencia de esto se produce un retraso de la madurez sexual, acompañado de un retraso en el crecimiento. Esto se corrige cuando se aporta una dieta equilibrada y en una cantidad correcta, consiguiendo un desarrollo similar al de las otras adolescentes de su edad.
Otro factor a tener en cuenta sería la actividad física realizada
por el adolescente, ya que es necesario cubrir el gasto
energético extra que se produce al realizar actividades como bailar, deporte en general...
Las necesidades de cada nutriente serían las siguientes:
Proteínas
Las necesidades de proteínas dependen de muchos factores, pero los principales serían la edad y el sexo. Los elevados requerimientos proteicos se justifican por el alto nivel de crecimiento de los tejidos (musculares, óseos), que tienen lugar en esta etapa. Del total de energía necesario, está establecido que entre un 12-14% debe proceder de las proteínas, lo que supone 44-59 gr./día aproximadamente. En la mayoría de los casos no hay problemas para cubrir estas necesidades, y menos en el mundo occidental, donde el consumo diario es mucho mayor del que se necesita. En estos lugares el porcentaje de adolescentes con problemas de malnutrición es bastante elevado si se tiene en cuenta la facilidad de acceso a los alimentos. Estos problemas serían: voluntad de perder peso, anorexia, bulimia, dificultades socioeconómicas, etc. La manifestación de estos trastornos es la disminución de la cantidad de calorías ingeridas. La consecuencia más grave de estas situaciones sería el aumento del riesgo de enfermedades.
En estas situaciones el organismo altera el metabolismo proteico y compensa la falta de calorías de la dieta con las proteínas de los tejidos mediante un proceso llamado glucogénesis. Esto provoca alteraciones a nivel renal, intestinal, cardiovascular y muscular.
Está demostrado que el metabolismo proteico es muy sensible a la restricción proteica en la adolescencia.
Grasas e hidratos de carbono
Con respecto a las grasas y a los hidratos de carbono, la cantidad diaria recomendada es la misma que la de un adulto sano, es decir entre el 50-60% de la energía total de la dieta debe proceder de los hidratos de carbono, y entre un 25-30% de las grasas.
Los hidratos de carbono son la principal fuente de energía del organismo por su alta rentabilidad, ya que para descomponer una molécula de glucógeno se necesita poca energía, sin embargo, la cantidad que se obtiene es mucho mayor. Se almacenan en el músculo y en el hígado, pero la capacidad de almacenamiento del organismo es muy reducida, por lo tanto
...