Alimentacion

Palomitas con más antioxidantes que la fruta

Una ración de este «snack» –elaborado en casa, no en el microondas y sin aceite o mantequilla–, posee hasta 300 miligramos de poli fenoles, frente a los 160 de una pieza de fruta, según un reciente estudio

El acompañante por excelencia de las sesiones de cine no es tan dañino para la salud como se piensa. Al menos, así lo asegura un equipo de investigadores de la Universidad de Scranton, en Pensilvania (EE UU), quienes han descubierto que las palomitas de maíz poseen una cantidad superior de poli fenoles, un tipo de antioxidante que poseen muchas frutas y verduras.

En concreto, la cáscara que recubre a las palomitas, la misma que suele quedarse atrapada entre los dientes, alberga la mayor concentración de poli fenoles y fibra. «Poseen hasta un gramo de fibra por cada ración de 28 gramos de este producto», afirma a este semanario el científico y autor del estudio, Joe Vinson. Por tanto, continúa, «podemos catalogar a las palomitas como el aperitivo perfecto». Vinson ha descubierto que la elevada concentración de antioxidantes se debe a que las palomitas sólo tienen un cuatro por ciento de agua en comparación con las frutas y las verduras, que, por su riqueza en agua, hasta el 90 por ciento, se diluyen antes. Por tanto, la cantidad de poli fenoles que se encuentra en las palomitas de maíz llega hasta 300 miligramos por porción, en comparación con los 114 miligramos que tiene una ración de maíz dulce o los 160 miligramos de una porción de fruta. De todas formas, «este producto no puede sustituir a la fruta o la verdura, que poseen vitaminas y otros nutrientes que no están en las palomitas», advierte el investigador.

Diferencias

Sin embargo, conviene aclarar que no todas las palomitas son iguales. De hecho, su forma de elaborarlas puede influir en su calidad nutricional. Según Vinson, «las que se preparan en el microondas poseen hasta el doble de calorías y un 43 por ciento de grasa que las que se preparan directamente en el hogar, cuya cantidad de grasa no supera el 30 por ciento. No obstante, si se cocinan con mantequilla o aceite, se convierten en una pesadilla nutricional cargada de grasa y calorías».

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