Arte Equino
Enviado por miguelon57 • 19 de Mayo de 2014 • 8.030 Palabras (33 Páginas) • 227 Visitas
Arte equino
Caballos de San Marcos, actualmente en la catedral de Venecia.
Proceden del Hipódromo de Constantinopla y su cronología no se ha podido establecer con certeza.
Arte equino es el arte de representar al caballo.1 Es el subgénero más importante de la animalística o género animalista (fundamentalmente en pintura y escultura). No debe confundirse con el arte ecuestre o equitación (el arte de montar a caballo), ni con las demás manifestaciones de la hípica, deportivas o incluso artísticas, en las que es el caballo vivo, y no su representación, el vehículo de expresión artística: como en la alta escuela (Escuela Española de Equitación de Viena, Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre de Jerez) o en los espectáculos ecuestres del circo.
Las muy abundantes manifestaciones del caballo en el arte (el retrato ecuestre, las representaciones del caballo en la guerra -pintura de batallas2 y otros subgéneros de la pintura de historia-, en la caza o en el deporte) están entre las más importantes muestras de la animalística (el arte de representar animales).
El arte equino es tan antiguo como el arte mismo, pues hay representaciones de caballos ya en el arte rupestre del Paleolítico y en el arte antiguo de todas las civilizaciones, excepto en las precolombinas de América, dado que los caballos fueron introducidos allí por los españoles en el siglo XVI.
Caballos en la Cueva de Ekain (magdaleniense de la zona franco-cantábrica).
Caballo Blanco de Uffington (ca. 3000 a. C.)
Bronce etrusco
(ca. 600 a. C.)
Los caballos son las representaciones más habituales de los geoglifos denominados hill figures (Caballo Blanco de Uffington, Edad del Bronce).
En el arte chino destacó Han Gan como pintor de caballos de la dinastía Tang. Los míticos caballos celestiales o caballos de Ferghana, importados del Asia Central, fueron muy representados en la cerámica china.3 Qin Shi Huang, el primer emperador, mandó representar en su tumba un ejército de terracota, del que formaban parte también numerosos caballos.
Caballo de guerra de la dinastía Tang (de los denominados celestiales o de Ferghana), representado en cerámica sancai.4
thumb|Bronce chino que representa un caballo al galope (siglo II, dinastía Han oriental).5
Cerámica japonesa que representa un caballo de guerra
(periodo Kofun, siglo VI).
Jinete con caballos, pintura china de Han Gan
(dinastía Tang, siglo VIII).
El arte equino de las civilizaciones mediterráneas antiguas tuvo un particular desarrollo. Especial trascendencia tuvo el de la civilización grecorromana desde la cerámica y escultura de la época arcaica, con ejemplos tan importantes como los numerosos caballos del Partenón (de época clásica, obra de Fidias: los de Helios en los frontones, la cabalgata de los frisos y los centauros de las metopas) o la cuádriga del Hipódromo de Constantinopla (atribuida legendariamente a Lisipo, aunque probablemente es de época helenística o romana). Aunque no se han conservado, tuvieron fama los caballos del escultor clásico griego Calamis. También se han perdido la mayor parte de los retratos ecuestres de emperadores romanos (excepto el de Marco Aurelio), y otras famosas esculturas equinas, como los Dióscuros del Quirinal y los del Capitolio, fueron drásticamente restauradas.6
Kántharos del llamado Maestro de los caballos (periodo geométrico, siglo VIII a. C.)
Cerámica corintia de figuras negras (siglo VI a. C.)
Kilix laconio de figuras negras del llamado Pintor de los jinetes (siglo VI a. C.)
Cástor en una cerámica de figuras rojas del llamado Pintor de las nióbides (siglo V a. C.)
Odiseo y Diómedes robando los caballos de Rhesus, en una situla de fuguras rojas producida en Apulia por el denominado Pintor de Licurgo (ca. 360 a. C.)
Troilo en la fuente, en un stamnos de figuras rojas producido en un taller de Vulci (cerámica greco-etrusca, ca. 300 a. C.)
Uno de los caballos de Helios del frontón este del Partenón.
Cabalgata del friso del Partenón.
Metopa 28 del lado sur del Partenón.
Moneda púnica de Sicilia (siglo IV a. C.)
Jinete ibero en una de las esculturas de Osuna (Urso, siglo III a. C.)
Uno de los caballos de la Fontana del Quirinale o dei Dioscuri.7
Las representaciones ecuestres en el arte medieval, aunque no poco frecuentes, abandonaron la tradición clásica, que no se recuperó hasta el Renacimiento italiano, con los condottieros de Donatello y Verrocchio. Los caballos de la Batalla de San Romano de Paolo Ucello, los de la Capilla de los Magos de Benozzo Gozzoli8 y los de la Batalla de Anghiari de Leonardo da Vinci (o los de los grabados de Durero y Cranach en el Renacimiento nórdico) dieron inicio a una revitalizada tradición pictórica que se desarrolló durante todo el arte de la Edad Moderna.
Fresco de la Capilla de los Magos del Palacio Medici Riccardi, Benozzo Gozzoli (1459-62).
Caballero, la Muerte y el Diablo, grabado de Alberto Durero (1513).
Los caballos de la Aurora en un fresco de Guido Reni (ca. 1612).
Detalle de la Fuente de los Cuatro Ríos, de Bernini (1651).
thumb|Caballo pinto, de Paulus Potter (ca. 1650).
Retrato del caballo de carreras Whistlejacket, de George Stubbs (1762).9
Además del retrato ecuestre escultórico (Giambologna, Pietro Tacca) y pictórico (Velázquez, Van Dyck), surgió incluso el tema del caballo como representación exclusiva o motivo artístico por sí, empeño en el que destacaron Paulus Potter en la Holanda del siglo XVII o George Stubbs en la Inglaterra del siglo XVIII. El nivel que había alcanzado la especialización y estimación profesional de los "pintores de caballos" ya había sido reflejada mucho antes por el español Mateo Alemán en su novela picaresca Guzmán de Alfarache (1599), donde describe la competencia entre dos de ellos a los que se encarga el retrato de sendos caballos; mientras uno se centra en la representación anatómica, otro se recrea en los detalles de la escena y no en el cuerpo del animal.10
Caballo árabe gris-blanco, de Gericault (1812).
Uno de los domadores de caballos, de
...