Arte Y Mercado
Enviado por jazneyhernandez • 2 de Septiembre de 2013 • 1.649 Palabras (7 Páginas) • 332 Visitas
Titulo: El Mercado Del Arte y El Desarrollo Artístico
Inicio
El objetivo del presente ensayo es intentar plasmar como se forma un artista partir del fenómeno del mercado del arte, interrelacionando la situación económica del pintor, el gusto imperante en la sociedad europea y latinoamericana a mediados y finales del siglo XIX y los agentes del mercado, especialmente marchantes y modas, capaces de formar, dirigir o cambiar la trayectoria artística de cualquier creador.
El creciente interés por el arte y su mercado ha fomentado la realización de estudios económicos orientados al mejor conocimiento de la estructura y funcionamiento de este último. Dada la importancia que la actividad comercial tiene para el arte, a partir de los resultados de los principales estudios económicos llevados a cabo sobre este mercado, se analizan los factores que inciden sobre su desarrollo y funcionamiento, y las relaciones del mercado del arte con otros mercados.
A partir de lo cual se aborda un segmento temático comprendido en el desarrollo de las actividades artísticas en Argentina durante el primer cuarto del siglo XX, caracterizado por la necesidad de afirmación económica de los pintores locales, cuyas labores se vieron influidas por las fluctuaciones y dictámenes del mercado de arte. El apego de los coleccionistas por la pintura europea determino una postergación de aquellos artistas, quienes debieron impulsar su vocación no sin sacrificios y limitaciones pecuniarias.
De la Creación Hedonista en el Mercado del Arte
El hedonismo del mercado del arte se enfatizo en un prototipo de como se forma un artista a partir de un marchante de arte, es decir la persona que representa el trabajo de los demás artistas. Es aquí en donde se da importancia a la complementación entre factores del mercado y capacidad y calidad creativa que consagran a un artista como tal.
Por lo tanto Roma fue considerada por la riqueza de su patrimonio como la ciudad mejor dotada para el arte, se convirtió no solo en un gran museo y lugar de aprendizaje al que acudían jóvenes becados de toda Europa, sino también en el mercado más apreciado por los coleccionistas, marchantes y aficionados en general. Según lo planteado por Agustín Martínez Peláez: “Aquellos jóvenes al terminar sus compromisos institucionales en la pintura orientalista los llevan a una investigación y a una profundización mucho más libre y personal que se vieron además apoyadas por diversas circunstancias que elevaron su obra y figura a las más altas esferas del panorama artístico europeo.” (Martinez, 2005:4)
Estos artistas, tendrán que buscar respaldo económicamente por un marchante dispuesto a financiarle todos sus desplazamientos e investigaciones a cambio de una producción continua pero no limitada en cuanto a temas ni contenidos, al menos en sus inicios, ya que con el tiempo, la creatividad se supera de manera constante, mientras que la demanda de su marchante es similar debido a que, es más comercial y rentable para su negocio y la propia economía del artista.
Tres épocas eran las preferidas por los coleccionistas y compradores del momento: la antigüedad grecorromana, el siglo XVII, sobre todo en Francia y en Holanda, y el siglo XVIII, siendo este una novedad introducida en el gusto del mercado y del coleccionismo gracias a la emperatriz Eugenia de Montijo y su pasión por los muebles, porcelanas y tocados de esa centuria.
Las Limitaciones Económicas de los Artistas y la Pintura Granadina
La temática más sobresaliente del mercado del arte en los siglos XIX y XX, fue una crítica situación económica en las obras artísticas de muchos pintores y arquitectos, en donde los artistas que no pudieron sostener económicamente sus labores con lo producido únicamente por las mismas, fueron mayoría. Es por ello que los artistas adoptaron reducir gastos, vale mencionar una decisión que tomaron a menudo los pintores argentinos, y que consistió en dejar la ciudad para trasladarse al campo, donde el costo de vida era relativamente menor y en donde encontrarían innumerables motivos que se encuadraban perfectamente en la idea del ´´arte nacional´´
Asimismo, otra de las inversiones que fue menester de los artistas realizar, fue la de contar con un lugar donde pintar. Para solventar los problemas y poder hacer frente a las carencias monetarias a que se veían sometidos, los pintores se vieron obligados, en ocasiones, a malvender sus cuadros, debido a las innumerables necesidades por las cuales pasaban, como el hecho
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