Asesoria Persepcion Teorica

Percepción respecto a la asesoría que tienen los alumnos del tercer semestre de medicina en el área de Ciencias Básicas de la U. A. G.

Por: Bertha Rosenda Iñiguez Reyes, Bertha Patricia del Toro Sánchez, Martha Del Toro Sánchez, Guillermo Adolfo Zanetti Alemán

Resumen

Se llevó a cabo una investigación descriptiva para evaluar cuál es la percepción que los alumnos de tercer semestre de la carrera de Medicina, ciclo 2008/02 tienen respecto a las asesorías escolares. En la metodología de estudio se abordó una población conformada por 520 alumnos de tercer semestre del área de Ciencias Básicas, cuya muestra fue de 300 alumnos, todos ellos seleccionados aleatoriamente. Los resultados obtenidos indican que los alumnos de Medicina de la UAG perciben las asesorías de manera adecuada; es decir, como apoyo y aclaración de clases anteriores, además de que han quedado satisfechos con las que han recibido; sin embargo, no tienen tiempo de recibirlas y las prefieren grupales, con un máximo de 5 integrantes por vez.

Palabras clave: Asesoría escolar, recuperación, clase, calidad educativa.

Introducción

En la facultad de Medicina de la UAG se ha observado que muchos estudiantes cuando solicitan asesoría creen que se les impartirá una clase completa de algún tema que no entendieron; ya sea porque no pusieron atención o porque habiéndola puesto les pareció difícil su comprensión o bien porque faltaron a clases. El objetivo de la asesoría es ofrecer apoyo a través de un contacto formal entre el profesor y el alumno para que se cumplan los objetivos establecidos en el currículum, quedando claramente definida la responsabilidad del asesor y del asesorado para alcanzar un aprendizaje significativo.

El sistema de asesoría, adaptada a la situación que vive la Universidad Autónoma de Guadalajara, aspira a que un número creciente de alumnos reciba asesoría de un profesor de tiempo completo con el fin de que comprendan los temas que se evaluarán. Por su parte el alumno es responsable de estudiar previamente el tema para que el profesor pueda ofrecer orientación personal y canalizar al estudiante a la instancia que pueda resolver sus problemas académicos, emocionales, etc. De la misma forma, la asesoría coadyuva a que el tutelado concluya satisfactoriamente sus estudios universitarios, reduciendo el rezago, la deserción y la reprobación.

Con los resultados obtenidos han surgido oportunidades para aclarar dudas y dar apertura a diversas posibilidades para erradicar dichas dudas o tergiversaciones respecto a la actividad de asesoría. A partir de las conclusiones obtenidas se puede dar continuidad para que las asesorías cumplan su objetivo; es decir, ser un apoyo para el rendimiento escolar del alumno.

La asesoría en pregrado

“El asesoramiento es un proceso de ayuda para la resolución de problemas que ocurre entre un profesional que ofrece la ayuda y uno que la busca, debiendo ser preferentemente una relación voluntaria, en que compartan una visión del problema” (West y Idol, 1987).

La asesoría es considerada como una ayuda esencial para que los estudiantes puedan resolver problemas sobre algún tema que no entendieron durante la clase o para conocer mejor la materia. La asesoría se define como el acto de aconsejar, informar u orientar a alguien sobre cierta área que en su momento no ha comprendido del todo. Asimismo, las asesorías son atendidas por profesores expertos en la materia que además ayudan al alumno para que tenga una mayor comprensión de la misma. La asesoría trata fundamentalmente de prestar orientación y guía, analizando el tema planteado y ayudando a encontrar los recursos necesarios para resolver los problemas derivados. La asesoría académica son las consultas que brinda un profesor (llamado para este fin asesor).

Cabe mencionar que la asesoría es distinta a la tutoría, ya que la primera se considera una actividad dirigida fundamentalmente al área del conocimiento, está basada en consultas que brinda un profesor al estudiante fuera de su tiempo de docencia sobre temas específicos de su dominio.

La asesoría impulsa a los alumnos para el logro de un aprendizaje significativo a partir de una serie de estrategias que el asesor aplica, tales como la reafirmación temática, la resolución de dudas, la realización de ejercicios, la aplicación de casos prácticos, los intercambios de experiencias, la exposición y la sistematización del conocimiento. La dimensión de la asesoría, desde la postura de Nicastro (2003), es en sí misma un acto de intervención que puede asociarse tanto a la idea de mediación, ayuda o cooperación como a la idea de intromisión, la noción de intervención alude a “venir entre” un “interponerse” y en este sentido queda ligada a la producción de conocimiento y en el desarrollo de cambios personales, grupales u organizacionales en contextos de incertidumbre.

Por otro lado, Rodríguez (1996) refiere que en contextos educativos el asesor funge como un experto en el planteamiento de problemas, que busca las soluciones y representa la oportunidad de construir un diálogo educativo en el que los términos de debate e intercambio adquieren connotaciones de creación y construcción intelectual para el alumno generando a través de la práctica el aprendizaje para que el alumno tenga los conocimientos necesarios. De la misma forma, Lonergan (1985) arguye que se advierte que los significados construidos por los asesores sobre su función están mediados por la cultura, la historicidad y la identidad, dichos significados son públicos y son compartidos, y es por esos significados compartidos que los asesores se van apropiando de su propio modelo de hacer asesoría.

Además, (García, 1988), describe que en las últimas décadas se ha visto que son muchos los autores que han abordado el tema del rendimiento académico y las asesorías en todos los niveles de la educación, encontrando que existe una gran variedad de factores que influyen en los resultados que un alumno obtiene al final del semestre. En tal sentido, aunque son múltiples las vertientes desde donde puede abordarse el rendimiento académico, una de las bases que apoya esta perspectiva teórica es la asesoría y que este rendimiento académico se refleje en las calificaciones o notas, como resultado o producto de una evaluación sumativa, superación o no de unas determinadas pruebas.

Por su parte, Vílchez (1991) plantea que el rendimiento académico de los estudiantes es el punto de partida y el insumo básico para todos los procesos de evaluación curricular; es decir, el rendimiento de los alumnos

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