Aulas variadas

AULAS TRANSFORMADAS: DESCRIPCIÓN, CRITERIOS Y PRINCIPOS

Cualquier pauta de actividad crea algo.

Diseñar y organizar la actividad educativa en una comunidad de aula eficaz es el medio por el que los enseñantes alcanzan sus objetivos y por el que los estudiantes aprenden valores académicos y sociales.

Los principios son afirmaciones sobre las que existe un acuerdo acerca de la enseñanza eficaz para la gama mas amplia posible de diversidad, cursos, currículos, culturas y grupos idiomáticos. Son genéricos para todas las materias. Actúan como normas de calidad para todas las materias como referencias para calibrar la integridad de nuestra propia aula y como criterios para evaluar el diseño de un aula cualquiera.

El CREDE ha formulado los principios en la forma de cinco normas para una pedagogía eficaz.

Es evidente que las estrategias y las actividades concretas para implementar las normas vararían de una situación local a otra.

Proporcionan una guía general a los enseñantes, a las escuelas, a los formadores de enseñantes y a otras personas interesadas en la pedagogía y en sus efectos en el aprendizaje.

Si se aplican concienzudamente, son suficientes para producir desarrollo cognitivo, rendimiento escolar y aulas caracterizadas por la excelencia, la equidad, la inclusión y la armonía.

Estos principios reciben el apoyo y son deducibles de los principios de la teoría sociocultural.

Esta implementación equivale a un cambio radical en el diseño de la actividad educativa y en las relaciones humanas en el seno de la comunidad del aula.

NORMA I PRODUCCION DE ENSEÑANTES Y ESTUDIANTES

El aprendizaje se produce mejor en la actividad productiva conjunta es decir cuando expertos y principiantes colaboran en la consecución de un producto o un objeto común y durante esta actividad tienen oportunidades de conversar sobre ello.

La actividad productiva conjunta crea las condiciones en las que se producirá el desarrollo. Requiere una actividad compartida donde los conceptos adquieran significado creando una interfaz entre los conceptos cultos y los de la experiencia cotidiana.

Participar con el enseñante durante una actividad en la que éste actúa como guía, compañero de dialogo y modelo es la experiencia más poderosa para que los estudiantes aprendan los criterios y los metaguiones adecuados y los puedan emplear en sus grupos de colaboración.

El aprendizaje en cooperación es una de las principales bases del consenso en torno al principio de la actividad productiva conjunta.

Los estudiantes y los enseñantes deberían compartir una parte significativa de las actividades del aula. Solo si el enseñante también está presente de una manera suficiente para compartir las experiencias, se podrá dar un discurso intenso y sostenido con un adulto plenamente competente que maximice el desarrollo y cree intersubjetividad con esta persona.

La actividad conjunta entre el enseñante y los estudiantes ayuda a crear un contexto común de experiencia en la escuela misma, que es vital cuando no existe un contexto cultural compartido y da como resultado la creación de un conjunto de valores armonioso.

Los enseñantes que conversan mientras trabajan junto a sus alumnos ofrecen esta fuente de información privilegiada.

NORMA II DESARROLLAR LENGUA Y LA ALFABETIZACION EN TODO EL CURRICULO.

El desarrollo del lenguaje se estimula mejor mediante el empleo significativo del mismo y mediante la conversación intencional entre el enseñante y los estudiantes que mediante la repetición y unas normas descontextualizadas.

La condición más importante para cumplir esta norma es proporcionar a los estudiantes oportunidades de hablar y de escribir de practicar el uso del lenguaje y de recibir retroalimentación natural de la conversación.

NORMA III CREAR SIGNIFICADO: CONCRETAR LA ESCUELA CON LA VIDA DE LOS ESTUDIANTES.

El desarrollo de la comprensión de los estudiantes se basa en dos pilares: el nuevo material académico presentado por la escuela y lo que ellos aportan a los temas académicos en cuanto a experiencia y conocimientos cotidianos. La enseñanza eficaz requiere que los enseñantes busquen e incluyan los contextos de las experiencias de sus alumnos y los puntos de vista de sus comunidades locales y que sitúen en ese contexto el nuevo aprendizaje académico.

La contextualización la deben proporcionar el enseñante y la escuela en tres niveles. El pedagógico, el del currículo y el de políticas educativas.

Todos los niveles de contextualización que proporcionan un anclaje en los significados personales, comunitarios y culturales parecen tener estos efectos positivos aunque paradójicos.

Esta norma es esencial para estimular la participación y el compromiso del estudiante y para establecer las conexiones vitales entre lo ya conocido y lo que se va a conocer.

NORMA IV. ENSEÑAR PENSAMIENTO COMPLEJO

Se necesita una educación que sea cognitivamente estimulante o retadora, es decir que requiera pensamiento y análisis no solo ejercicios basados en la repetición y la memorización de detalles.

Trabajar con un currículo cognitivamente estimulante requiere un ajuste adecuado de las tareas para que el desarrollo de los estudiantes se extienda hasta los límites de su ZDP.

NORMA V. ENSEÑAR POR MEDIO DE LA CONVERSACION.

Los principios fundamentales de la pedagogía no difieren de una materia a otra. enseñanza por medio del diálogo.

Cuando se produce la verdadera enseñanza dialógica las aulas y las escuelas se transforman en las comunidades de aprendizaje que las escuelas pueden llegar a ser cuando los enseñantes reducen la distancia entre ellos mismos y sus alumnos construyendo las lecciones a partir de la comprensión común de las ideas y experiencias de cada uno y convierten la enseñanza en una actividad cálida interpersonal y colaboradora.

ENFOQUE PSICOEDUCATIVO DE LOS CURSOS DE LA LÍNEA PSICOLÓGICA

El enfoque parte del análisis del papel y retos que enfrentan los docentes en la sociedad y de identificar las competencias profesionales y académicas que les demanda la profesión.

Se espera que los profesores privilegien estrategias didácticas que conduzcan a sus estudiantes a la adquisición de competencias y habilidades cognitivas, socioafectivas y cívico-culturales, que les permitan afrontar con pertinencia tanto los retos globales de la sociedad del conocimiento como las situaciones-problema que se presentan en los contextos locales donde se desenvuelven.

Se plantean las directrices en las que se sustenta el enfoque adoptado en el diseño de los distintos cursos que integran la línea de formación psicológica contenida en el currículo.

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