Auxiliar De Enfermeria
Enviado por sakaesabrina • 26 de Mayo de 2014 • 616 Palabras (3 Páginas) • 272 Visitas
EL RENACUAJO PASEADOR
El hijo de Rana, Rinrín Renacuajo, salió esta mañana, muy tieso y muy majo. Con pantalón corto, corbata a la moda, sombrero encintado y chupa de boda.
"¡Muchacho, no salgas!" Le grita mamá. Pero él hace un gesto y orondo se va.
Halló en el camino a un ratón vecino. Y le dijo: "¡Amigo! venga, usted conmigo.
Visitemos juntos a doña Ratona y habrá francachela y habrá comilona". A poco llegaron, y avanza Ratón. Estirase el cuello, coge el aldabón.
Da dos o tres golpes, preguntan: "¿Quién es?" "–Yo, doña Ratona, beso a usted los pies".
¿Está usted en casa?" –"Sí, señor, sí estoy: y celebro mucho ver a ustedes hoy; Estaba en mi oficio, hilando algodón. “Pero eso no importante; bienvenidos son".
Se hicieron la venia, se dieron la mano, y dice Ratico, que es más veterano: "Mi amigo el de verde rabia de calor, démele cerveza, hágame el favor".
Y en tanto que el pillo consume la jarra mandó la señora traer la guitarra Y a Renacuajito le pide que cante versitos alegres, tonada elegante.
¡Ay! de mil amores lo hiciera, señora, pero es imposible darle gusto ahora, Que tengo el gaznate más seco que estopa y me aprieta mucho esta nueva ropa".
"Lo siento infinito, responde tía Rata, Aflójese un poco chaleco y corbata, Y yo mientras tanto les voy a cantar una cancioncita muy particular".
Mas estando en esta brillante función. De baile y cerveza, guitarra y canción, La Gata y sus Gatos salvan el umbral, y vuélvase aquello el juicio final.
Doña Gata vieja trinchó por la oreja al niño Ratico maullándole: "Hola" Y los niños Gatos a la vieja Rata uno por la pata y otro por la cola.
Don Renacuajito mirando este asalto Tomó su sombrero, dio un tremendo salto, Y abriendo la puerta con mano y narices, se fue dando a todos "noches muy felices".
Y siguió saltando tan alto y aprisa, que perdió el sombrero, rasgó la camisa, Se coló en la boca de un pato tragón y éste se lo embucha de un solo estirón.
Y así concluyeron, uno, dos y tres, ratón y Ratona, y el Rana después; Los gatos comieron y el Pato cenó. ¡Y mamá Ranita solita quedó!
LA POBRE VIEJECITA
Érase una viejecita sin nadita que comer sino carnes, frutas, dulces, Tortas, huevos, pan y pez. Bebía caldo, chocolate, leche, vino, té y café,
Y la pobre no encontraba qué comer ni qué beber. Y esta vieja no tenía Ni un ranchito en qué vivir fuera de una casa grande con su huerta y su jardín.
Nadie, nadie la cuidaba sino Andrés y Juan y Gil y ocho criadas y dos pajes De librea y corbatín. Nunca tuvo en qué sentarse sino sillas y sofás
Con banquitos y cojines y resorte al espaldar. Ni otra cama que una grande Más dorada que un altar, con
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