BUEN GUSTO POR LA EDUCACION

BUEN GUSTO POR LA EDUCACIÓN

Por: Ovidio González Pérez

Se conoce por educación como la capacidad de impartir conocimiento, habilidades, a un grupo de personas. El buen gusto por la educación lo conocemos desde los primeros años de nuestras vidas, en nuestros hogares. En los que somos receptores de valores, principios y buenos comportamientos, los cuales son cruciales para la convivencia en sociedad.

Se debe tener en cuenta que la educación también se recibe desde instituciones, en las que se refuerzan y se afianzan lo aprendido en los hogares. Además de los diferentes conocimientos que comparten los educadores de cada una de las áreas académicas.

Con el pasar de los años la educación ha ido evolucionando, hasta el punto en que no solo las personas deben aprender lo que se les enseña de forma estricta. Permite que el estudiante pueda analizar profundamente lo que está escuchando, viendo o leyendo. Logrando sacar conclusiones y poder decidir si se está de acuerdo o no con algún texto, ideal o pensamiento.

Al tener una adecuada educación, tanto en conocimientos académicos como al saber comportarnos en las diferentes situaciones y al tener total independencia en nuestras decisiones, tendremos buen gusto. Así como lo afirma el escritor Yutang (2004), “la meta de la educación, la cultura, es simplemente el desarrollo del buen gusto en el conocimiento y las buenas formas de la conducta” (p.1).

Al hablar de buen gusto en la educación, no se refiere solamente a saber de memoria o recitar fechas y personajes, no es solo leer y ser instruido, también se refiere a ser buenas personas con principios y valores necesarios para vivir en comunidad. Cabe destacar que solo aquellas personas que presentan un buen gusto por la educación, son capaces de lograr grandes cosas. De no dejarse enredar por cualquier escrito, tema o situación, es capaz de reconocer lo bueno y lo malo, saber expresarlo y actuar de manera adecuada y correcta frente a las diferentes circunstancias que se puedan presentar a lo largo del proceso de aprendizaje.

Tener una buena educación es sinónimo de estar siempre preparados para las adversidades que se van presentando en la vida, no solo como estudiantes en las diferentes instituciones, sino también como personas al saber desenvolvernos con buen discernimiento y buenas actitudes.

Por último debemos tener en cuenta que la educación no solo se da por enseñanzas de segundas personas, se da también por lo que aprendamos de manera empírica. De lo que decidamos que sería importante para nuestras vidas y lo que se debería omitir. Esto nos daría un buen gusto en todo lo que abarca la educación y el poder de discernir en cada una de las etapas de nuestro desarrollo como seres humanos.

En conclusión el buen gusto en la educación nos da la capacidad de desarrollarnos como personas íntegras, tanto en la parte emocional como en la intelectual y

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