Bases Fundamentales de la Educación
Enviado por Rodrigo González Valdivia • 7 de Octubre de 2018 • Ensayo • 1.882 Palabras (8 Páginas) • 145 Visitas
FICHA DE LECTURA[pic 1]
Asignatura: Bases Fundamentales de la Educación | |
Estudiante: Rodrigo Alejandro González Valdivia | |
Año: 2018 / 1er Sem. / sección: 1 | N° de ficha: 3 |
Ficha Técnica
Montero M. (2009). El Emilio: niño y educación, cuadernos de lingüística hipánica.Núm.12, pp 91-112. Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=322227542007
Diccionario: Ayo. (2018).Real Academia Española. Diccionario de la lengua española (23.ed.) Recuperado de: http://dle.rae.es/?id=4cFaPn1 Conmiseración. (2018).Real Academia Española. Diccionario de la lengua española (23.ed.) Recuperado de: http://dle.rae.es/?id=ALrhFVa Envilecer. (2018).Real Academia Española. Diccionario de la lengua española (23.ed.) Recuperado de: http://dle.rae.es/?id=FszVunO Ignominia. (2018).Real Academia Española. Diccionario de la lengua española (23.ed.) Recuperado de: http://dle.rae.es/?id=Kw16Fl9 Precepto. . (2018).Real Academia Española. Diccionario de la lengua española (23.ed.) Recuperado de: http://dle.rae.es/?id=Tv98QMn Utópico. . (2018).Real Academia Española. Diccionario de la lengua española (23.ed.) Recuperado de: http://dle.rae.es/?id=bCrxVd4 |
Resumen
Jean-Jacques Rousseau, polímita Suizo , que propuso un modo de educación el cual se basaba realizar la formación mediante el modelo natural del niño, siendo educado según su modo de ser, su modo de ver y su modo de sentir; Se habla en el sentido de que el pequeño será educado para vivir en su ambiente. Esta idea de educación es contraria a la normal ya que no busca cambiar el modo de ser, sino que busca no afectar al niño durante su educación buscando ser un modelo de hombre y permitiéndole elegir su modelo de vida, evitando que se vuelva un esclavo de la sociedad y de sí mismo, siendo libre de su pensamiento y de sus acciones. Como objetivo principal se busca educar al niño según sus necesidades, intereses e inclinaciones, según su deseo. Este paradigma de educación se basa en educar al niño dejándolo ser niño. |
Citas con ideas principales (tesis, hipótesis, consideraciones, argumentos, etc.)
El desarrollo de las facultades muestra que no se trata de pensar la naturaleza en tanto objeto, que los hombres no son los dueños de la educación, como se supone; y el conocimiento de los objetos configura un tipo de relación con las cosas, favoreciendo la construcción de la experiencia.(pag.94). En términos precisos, la educación del niño, dice Rousseau, permite cultivar hábitos y no costumbres, puesto que la naturaleza de los hábitos está dada de acuerdo con la naturaleza del niño; es decir, con su propio modo de ser, alterando aquello que tiene que ver con la sensibilidad y con la inteligencia. Son los hábitos los que constituyen la naturaleza del niño, mientras la sensibilidad, las sensaciones y los juicios acercan al niño a la idea de felicidad o de perfección. (pag.96). Rousseau muestra la diferencia que existe en términos de criterios y de prácticas en la educación dada al niño en la ciudad y dada en el campo. Aquí, es importante tener claridad sobre algunos criterios en la educación del niño. De ellos se afirma la mezcla o combinación de todo en la vida, nada hay puro en ella, ni permanece en ese mismo estado. En estas condiciones de la vida, convertidas en criterios para la educación, se reconocen: la continuidad, el cambio y la modificación del cuerpo y del movimiento en los niños y se hace visible la relación deseo-facultades. (pag.98). En lugar de prohibiciones y de castigos, o de preceptos y de autoridad, se debe proceder a educarlo más por lecciones de la experiencia, haciéndole notar su impotencia, dándole la oportunidad de saltar, correr y gritar cuando quiera. Ya que la educación establece un equilibrio entre extremos, ella se da entre y por el medio de estos extremos. Puesto que el niño no se resiste a las lecciones que provienen de la naturaleza y de su modo de vivir. (Pag.98-99). Al alumno se le educa según su pasión natural. Él aprende por amor a sí mismo, según su naturaleza. De ahí que la libertad guíe la acción de ejercitar su "atolondramiento", porque puede que el niño obre mal pero bajo la condición de no producir daño. Eso requiere que se le aleje de los vicios del corazón y de los errores del ánimo. (pag.100). La obra maestra de una buena educación consiste en formar un hombre racional, sin pretender educar a los niños por la razón; esto sería empezar por el fin y querer que el hombre o el niño sean instrumentos de ellos mismos. A los niños se les inicia en su educación a partir de las sensaciones, haciendo que los niños sean niños antes de llegar a ser hombres y procurando que ellos puedan valerse de la fuerza con los mismos niños y puedan valerse de la razón con los hombres. Ese es el orden natural. (pag.100). La libertad bien aplicada, continúa Rousseau, es el instrumento por excelencia de la verdadera educación, pero, siempre y cuando, esté fundamentada en la experiencia, sin lecciones verbales, sin imposiciones ni castigos, sin culpa, sin perdón y sin enseñar ni virtud ni verdad.(pag.100) Respetad la infancia y no os apresuréis a juzgarla ni para bien ni para mal. Dejad que se anuncien, se prueben y se confirmen largo tiempo las excepciones, antes que para ellas adoptéis métodos particulares. Dejad que obre largo tiempo la naturaleza, antes de meteros a obrar en su lugar, no sea que impidáis la eficacia de sus operaciones. (pag.100). Educar al niño en la obediencia implica relacionar la amenaza y la fuerza o las promesas y los halagos. Así, se educa a los niños en la mentira, en el engaño, en la confesión y no en la razón. Debido al “temor del castigo, la esperanza del perdón, la importunidad, el aturdimiento en las respuestas, es posible formar hombres intimidados y fastidiados”. (pag.101). Una consideración para tener en cuenta, con este modo de educar a los niños, según Rousseau, es la de conocer bien el genio del niño, para saber qué régimen moral le conviene. Para ello, no propone métodos de enseñanza en el sentido de seguir pasos, etapas, grados y procedimientos sistemáticos. Tampoco pretende demostrar científicamente su punto de vista, ni le interesa instrumentalizar sus concepciones y nociones de educación ni de conocimiento, ni concebir la educación como un asunto de derechos y de obligaciones. (pag.101). Lo que se requiere es que el niño aprenda el deseo de conocer. El deseo de saber en qué dirección debe poner en juego la voluntad. (pag.102). La única autoridad que se admite es la experiencia, para advertirle sobre sus errores. Así una educación graduada y previsiva le permite a los niños escoger sus ocupaciones, luego de conocerse a sí mismo lo bastante como para entender que graduación tiene que ver con el hecho de entender en qué consiste su bienestar, saber lo que le conviene y lo que no, conocer la diferencia que existe entre trabajo y diversión, comprendiendo que ser feliz implica saber qué es la felicidad. Tal que entienda que ella se funda en no padecer y está constituida por la salud, la libertad y lo necesario. (pag.104). En esta edad el principio fundamental de la educación es inspirarle al niño una afición por pensar acudiendo a su voluntad, dándole a conocer los métodos para que aprenda. (pag.105). Toda la diferencia entre educación e instrucción, dice Rousseau, radica en que nuestro alumno reconozca sus sensaciones, tenga y forme ideas como resultado del enlace sensación y juicio, según relaciones reales conformadas por un entendimiento sólido. Así entender estas relaciones como son, forman en el niño un entendimiento justo. (pag.106). Entonces, Emilio ha sido educado según un espíritu universal, unas facultades que hacen posible que adquiera conocimientos, cuenta con un espíritu instruido, sabe para qué sirve lo que sabe y por qué, y conoce las relaciones esenciales del hombre con las cosas. (pag.106). Emilio al ser educado debe poseer la habilidad de recapacitar, enternecerse y reflexionar ante el dolor. En cambio, sus impresiones determinan el juicio que de ello se forma, procediendo según sus puntos de vista y no por su relación con los objetos mismos. Las imágenes y las lecciones son las fuentes del conocimiento. El ardor adolescente no es un impedimento para la educación, por el contrario, por éste se perfecciona y se perfila, puesto que se convierte en el "asidero" del corazón de un joven. (pag.107). La educación del joven tiene en cuenta sus afecciones, en tanto, éstas son las riendas para dirigir sus movimientos al formar vínculos con los otros con quienes él tiene intimidad y con quienes se identifica por su modo de pensar y de sentir. En ese sentido, él va formando sus nociones sobre el individuo y sus nociones sobre la humanidad según el criterio que nos anima a saber que lo que nos hace bien lo amamos.(pag.107) Ciertamente, con las naturales disposiciones del alumno, si el maestro escoge con un poco de tino y de prudencia sus lecturas, y si le sugiere un poco de reflexiones que de ellas ha de sacar, será para él este ejercicio un curso de filosofía práctica, ciertamente mejor y más bien hecho que todas las vanas especulaciones con que embrollan en las aulas el entendimiento de nuestra juventud. (pag.108). Cargados con libros desde nuestra infancia, acostumbrados a leer sin pensar, nos hace menos impresión lo que leemos, pues como ya tenemos dentro de nosotros las pasiones y las preocupaciones de que están llenas las historias y las vidas de los hombres, nos parece natural todo cuanto hacen, porque estamos fuera de la naturaleza y por nosotros juzgamos a los demás. (pag.109). Cuando se educa al niño, en tanto como es, la educación y la formación se preocupan de la razón y del espíritu del niño, mediante lecciones y no mediante moralejas, mediante su capacidad de elegir y de pensar y no mediante la sumisión, la esclavitud y los preceptos, y cuando el joven tiene conciencia de sí mismo, de los demás y de la sociedad, son los conocimientos y sus afectos (afecciones) los que se constituyen en objeto de su instrucción. (pag.111). |
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