Brisa de verano Perdón que he traicionado y adiós que por alto has pasado.

Todo comenzó con tú perdón y terminó con mi adiós.

Perdón que he traicionado y adiós que por alto has pasado.

Pasó el tiempo y con la distancia vino la confusión. Aquella a la que escapé por tu perdón. Llegó el martes, acudí ante ti como acordamos. Nos veíamos después de tiempo largo, al que, acabe aclarar, me estaba acostumbrado. Lo intentaba, por más duro que fuese, lo lograba, sin embargo frías noches y tristes amanecidas me contrariaban. Con conocimiento de ello la confusión llegó ante mí y a pesar de todo me le supe escabullir.

Aquel día, decidido a contarte todo lo que estaba pasando, emprendimos marcha hacía el veterinario. Volver a verte después de largo tiempo género en mí una sensación muy grande de agrado. Te veías tan radiante ese día, pero sin darme cuenta, llegó la despedida. Tu felicidad era lo primordial, pero no me explicó cómo no te lo pude contar. Simple despedida y mil corajes de mi empezaron a brotar. No tuve valor, no lo pude contar, está vez la confusión me empezaba a ganar.

Llegó la noche, la confusión e inseguridad llegó con más fuerza e ímpetu y fue así como entre sollozos te marqué. La primera fue difícil, tuve que colgar. La segunda me destruyó, todo se perdía, tu perdón, mi voluntad para seguir intentando que vuelvas a ser aquella mujer que antes perdí y que estaba vez dejaba ir. Cada vez era más fuerte, me sujetaba y me asfixiaba con tal fuerza, que hasta al mismo Sísifo hubiera doblegado.

Mientras esto pasaba, no oía más que silencio al otro lado, ese mismo silencio que antes ya había odiado. Se terminó. Perdí a mi amada, aquella noche lloré y lamenté todo lo que me guardaba.

Ahora solo te extraño. Lamento mi debilidad. Pero aguanté tanto tiempo que sabía que esto iba a pasar, pero creí que lo iba a poder neutralizar. Fallé. No solo te fallé a ti, sino que a mi persona.

Me decían que lo intentará, que te volviera a conquistar, que si nos queremos de verdad, una última oportunidad me darás, pero no supe como actuar. Hasta en la misma confusión llegué a ello. Pero…

Se acerca tu prueba decisiva y quisiera que la rindas mejor que nunca. Te has preparado y esforzado tanto que no mereces que un idiota como yo te lo arruine. Me gustaría regresar, es cierto, y entre tus brazos estar, es cierto, pero también lo es que lo que prima es tu bienestar.

Algo largo, creo yo, salió este escrito, pero si has llegado a esta parte, no te vas a arrepentir.

Quizá lo mejor es que nos llevemos un tiempo. Recalcaré que es la segunda cosa que odio en un relación después de la distancia. Este tiempo es para que te puedas concentrar en tus estudios y para que yo pueda superar mi problema. No espero que estés de acuerdo al principio, pero te digo que es lo mejor en lo que he pensado.

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