CASO HARVARD
Enviado por cookyeboy • 27 de Mayo de 2012 • 256 Palabras (2 Páginas) • 2.949 Visitas
Durante los últimos 50 años, los eruditos del
liderazgo han realizado más de 1.000 estudios en
un intento por determinar los estilos,
características o rasgos de personalidad concretos
de los grandes líderes. Sin embargo, ninguno de
estos estudios ha arrojado un perfil claro del líder
ideal. A Dios gracias. Si los eruditos hubiesen
generado un estilo de liderazgo concreto, los
individuos estarían toda la vida tratando de
imitarlo. Es más, se convertirían en personajes,
no en personas, y los demás detectarían el engaño
de inmediato.
Nadie puede ser auténtico tratando de imitar a
algún otro. Se puede aprender de las experiencias
de los demás, pero no hay forma de ser exitoso
cuando se intenta ser como ellos. Las personas
confían en nosotros cuando somos originales y
auténticos, no una réplica de alguien más. El CEO
y presidente de Amgen, Kevin Sharer, quien tuvo
una experiencia invaluable trabajando como
asistente de Jack Welch en los años 80, pudo
observar los inconvenientes del culto a la
personalidad en General Electric en aquellos días.
“Todo el mundo quería ser como Jack”, explica.
“El liderazgo tiene muchas voces. Debemos ser
quienes somos, no tratar de emular a
otras personas”.
En los últimos cinco años, las personas han
desarrollado una profunda desconfianza en los
dirigentes y es cada vez más evidente que
necesitamos un nuevo tipo de líder de negocios en
el siglo XXI. En el 2003, el libro de Bill George,
Authentic Leadership: Rediscovering the Secrets
to Creating Lasting Value, desafió a la nueva
generación a practicar un liderazgo auténtico. Los
líderes auténticos demuestran pasión hacia sus
objetivos, ponen en práctica sus valores
consistentemente y lideran con sus corazones así
como con sus cabezas. Establecen relaciones a
largo plazo significativas y tienen la
autodisciplina necesaria para obtener resultados.
Saben quiénes son.
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