CASOS DE LA BIBLIA
Enviado por c151820 • 23 de Abril de 2015 • 517 Palabras (3 Páginas) • 170 Visitas
Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro?
2, 3 Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra. No
4 dará tu pie al resbaladero, Ni se dormirá el que te guarda. He
5 aquí, no se adormecerá ni dormirá El que guarda a Israel. Jehová
es tu guardador; Jehová es tu sombra a tu mano derecha.
6, 7 El sol no te fatigará de día, Ni la luna de noche. Jehová te
8 guardará de todo mal; Él guardará tu alma. Jehová guardará
tu salida y tu entrada Desde ahora y para siempre.
Cántico gradual; de David.
Yo me alegré con los que me decían: A la casa de Jehová iremos.
885 Salmos 122. 2–125. 4
Nuestros pies estuvieron Dentro de tus puertas, oh Jerusalén. 2
Jerusalén, que se ha edificado Como una ciudad que está bien 3
unida entre sí. Y allá subieron las tribus, las tribus de JAH, 4
Conforme al testimonio dado a Israel, Para alabar el nombre
de Jehová. Porque allá están las sillas del juicio, Los tronos 5
de la casa de David. Pedid por la paz de Jerusalén; Sean pros- 6
perados los que te aman. Sea la paz dentro de tus muros, Y el 7
descanso dentro de tus palacios. Por amor de mis hermanos 8
y mis compañeros Diré yo: La paz sea contigo. Por amor a la 9
casa de Jehová nuestro Dios Buscaré tu bien.
Cántico gradual. 123
A ti alcé mis ojos, A ti que habitas en los cielos. He aquí, 2
como los ojos de los siervos miran a la mano de sus señores, Y
como los ojos de la sierva a la mano de su señora, Así nuestros
ojos miran a Jehová nuestro Dios, Hasta que tenga misericordia
de nosotros. Ten misericordia de nosotros, oh Jehová, ten 3
misericordia de nosotros, Porque estamos muy hastiados de
menosprecio. Hastiada está nuestra alma Del escarnio de los 4
que están en holgura, Y del menosprecio de los soberbios.
Cántico gradual; de David. 124
A no haber estado Jehová por nosotros, Diga ahora Israel;
A no haber estado Jehová por nosotros, Cuando se levanta- 2
ron contra nosotros los hombres, Vivos nos habrían tragado 3
entonces, Cuando se encendió su furor contra nosotros. En- 4
tonces nos habrían inundado las aguas; Sobre nuestra alma
hubiera pasado el torrente; Hubieran entonces pasado sobre 5
nuestra alma las aguas impetuosas. Bendito sea Jehová, Que 6
no nos dio por presa a los dientes de ellos. Nuestra alma es- 7
capó cual ave del lazo de los cazadores; Se rompió el lazo, y
escapamos nosotros. Nuestro socorro está en el nombre de 8
Jehová, Que hizo el cielo y la tierra.
Cántico gradual. 125
Los que confían en Jehová son como el monte de Sion, Que no
se mueve, sino que permanece para siempre.
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