CASUALIDADES EXTRAÑAS
Enviado por Dania Alcantar • 31 de Agosto de 2017 • Resumen • 4.545 Palabras (19 Páginas) • 171 Visitas
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CASUALIDADES EXTRAÑAS
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CAPITULO 1:
Si contara cuantas veces quedé con el corazón roto, a decir verdad, ya perdí la cuenta. Si eres diferente a los demás, es obvio que sería así. Tal vez es por mi carácter “inocente” por el que todos me miran.
“¡Ya me cansé! Ya no más.” Eso me decía a la mí misma todos los días. Estaba por empezar la universidad. Lo que más me costó fue dejar comodidad de mis amigas, esas locas! Pasamos por tanto, estuvieron para mí en cada fracaso y entienden mi personalidad complicada.
Mi vida amorosa ha sido un desastre.
Tal vez tiene que ver con mi forma de ser, o tal vez con como soy.
Quién sabe.
Ha sido desde caer en el gusto por las personas que me ignoraban, pero me resultaban lindos en personalidad hasta chicos que no valen nada la pena.
Hubo una vez alguien marco mi vida.
-porque siempre la que tiene que perder soy yo… dime- le decía a mi mejor amiga Karla después de llorar por ese idiota.
-sabes, soy muy devota al tiempo, él te dirá porque no funciono con él y hasta vas a agradecerle a dios por haberte hecho el favor. - me decía mientras frotaba mi hombro.
Tenía razón.
¡Pero que esperaba! Digo, el tipo se esforzó en enamorarme para luego hacerse el loco.
Cuando nos graduamos de la universidad me tuve que separar de mis dos mejores amigas, Karla y Nelly.
Yo iba para arquitectura y ellas para psicología y odontología.
-cuídense mucho mis niñas, no hay que dejarnos de ver. - les decía abrazándolas.
- ¡si! Eso tenlo por seguro, de aquí hasta viejitas- nos decía Karla
Bueno, ya estoy en la universidad.
Sabía que me esperaba algo muy bueno.
Así es. Conocí a una pequeña loca que hace que mis días sean divertidos. Valeria… ambas compartimos gustos muy raros que no todos entienden.
A decir verdad, a ella le debo tanto.
Todo empieza desde el comienzo de nuestra amistad y en una conversación en particular…. Yo le contaba sobre un primo al que yo quiero con todo mi corazón, el para mi es como el hermano mayor, protector, cariñoso y bulleador que nunca tuve y ella me contaba que también había una persona así en su vida.
Conociéndola, a mí me intrigaba quien era esa persona para ella, pero veía muy lejano poder averiguarlo.
La historia comienza cuando nos encontrábamos a mitad de carrera, por casualidades del destino (o eso quiero yo pensar) tuvimos que tomar clase en otro campus, a mí no me desagradaba la idea, de hecho, si me dieran a elegir yo cambiaria mi clase entera ahí.
Los comentaros sobre su persona favorita dejaron de escucharse hasta entonces.
-Lo bueno de tomar esa clase es que lo voy a poder ver- me dijo Vale un día.
Mi primera semana de clases paso muy rápido y yo me adapte muy bien a mi nuevo horario, aunque si era muy agotador, cuando llego el viernes… sin quererlo, ahí estaba. Un chico acompañaba a Valeria, era un chico de cabello largo y oscuro, ojos cafés… ese café que causa desvelos, pero al mismo tiempo el más dulce de los sueños. El solo me miro.
Ella volteo y me saludo agitado su mano mientras caminaban y mientras se alejaban solo los veía platicar.
Al viernes siguiente, yo no quería estar sola.
- ¿Puedo acompañarlos? - le dije a Vale
- ¡pero claro! No hay problema, sirve que conoces a mi primo- me dijo mientras nos dirigíamos a una de las mesas donde él se encontraba.
-él es mi primo Erick, ella es Emily. - Nos presentó Valeria
Lo primero que vi, fueron sus ojos. Tal vez estoy loca, pero me gusta ver profundamente a las personas y en el vi algo que jamás había visto, era de esos chicos de corazón noble pero que nadie había sabido apreciar. Me pude percatar que no confiaba muy fácilmente en las personas.
-te pareces tanto a ella- me dijo Erick llevando sus manos a la cara.
Al oír eso no pude más que decir “lo siento”. No ha de ser muy agradable recordar a quien te costó tanto olvidar.
-Descuida, es solo que te pareces bastante- me decía
Esa vez recuerdo que platicamos hasta que empezó mi clase y me despedí de ambos.
- ¿Que fue lo que hiciste? – me preguntaba por mensaje velaría
- Nada. porque? –
- Bueno es que es raro que mi primo se desenvuelva tan fácilmente con alguien y tan pronto –
- Pues a mí me parece que fue porque me gusta hacer platica –
La verdad es que yo estaba enamorada de Yahir, uno de mis mejores amigos, pero era un amor no correspondido, él tenía novia y aunque yo quería creer que el empezaba a sentir lo mismo, no era así… solo lo hacía sentir bien tener a alguien con el que se sintiera querido y que le prestara la atención que probablemente su novia no le prestaba. Aunque es un muy buen chico, un buen amigo, no podía seguir así, por eso decidí alejarme y continuar con mi vida.
Llego el viernes y por instinto me quedé con Valeria, la seguí hasta un salón donde vi que Erick trabajaba. Ella solo se sentó en una banca, pero por alguna razón yo no podía hacer lo mismo… quería ayudarlo a terminar pronto para poder seguir nuestra platica del viernes anterior. Lamentablemente no se pudo. Yo me fui al salón con una sensación media extraña.
Al terminar mi clase, somo siempre me espera Valeria afuera de mi salón y me quede platicando un rato con ella.
-… oye, por cierto, dice Erick que se quedó con ganas de platicar más contigo-
- ¿A si? Igual yo- le conteste sin pensarlo-
¿Enserio era eso? ¿Quería seguir platicando más con él? Esas palabras salieron de mi boca sin querer… así porque si. Durante todo el trayecto a mi casa yo iba pensando en si cabía la posibilidad de que yo le causara curiosidad, pero era un poco insegura así que me decía a mí misma que esta vez sería diferente si yo me alejaba de esos pensamientos torpes, no quería que por el momento el sintiera interés solo porque me parezco a alguien al que el solía querer. Me había decidido a que si iba a estar con alguien debía quererme por mí, por como soy… digo, después de todo, si no vas a amar sus demonios, no pretendas sacarla del infierno.
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