COMENTARIO CRÍTICO DEL PEN

COMENTARIO CRÍTICO SOBRE LOS OBJETIVOS DEL PEN

Respecto a los objetivos del Proyecto educativo Nacional peruano y su relación con las políticas educativas y las metas previstas para el 2021, debo manifestar que estamos lejos para alcanzarlas. A continuación se detallan las razones que fundamentan mi postura.  

En primer lugar, se plantea una educación integral u holística siendo el primer objetivo muy ambicioso dado que propone una educación de calidad e igualdad de oportunidades. De ahí se desprende una justa atención a la primera infancia y 13 años de una buena educación sin exclusiones. Sin embargo, el panorama es un tanto desalentador cuando leemos por ejemplo el último reporte técnico de junio del INEI que muestra una desatención escolar de casi el 25% en la zona rural y urbana en el nivel inicial, alrededor del 10% en la primaria y aproximadamente el 20% en la secundaria. El mismo documento señala que a pesar de los programas alimentarios, en más del 35% de hogares con menores de edad, se evidencia un déficit calórico que en el peor de los casos podría terminar en anemia, desnutrición u otros males alimenticios.

Por otro lado, algunos connacionales se atreven a señalar a los COARs (Colegios de Alto Rendimiento) como un ejemplo de desigualdad en el servicio educativo y razón no les falta aunque mis 3 años de experiencia en dicho modelo me permiten notar que aun cuando el presupuesto destinado es mucho mayor para estos colegios, no es suficiente para facilitar todas las condiciones necesarias si se aspira alcanzar estándares internacionales como el Bachillerato Internacional y los motivos están estrechamente vinculadas con el siguiente objetivo.

En cuanto al segundo objetivo, este establece claramente aprendizajes de calidad. Es cierto que entre el 2009 y 2015, el rendimiento escolar del país ha mejorado relativamente en áreas como ciencia, lectura y matemática (Informe publicado por el MINEDU en 2017 sobre los resultados PISA 2015); no obstante, es aún insuficiente  con un 58% de estudiantes por debajo del nivel básico en ciencias, 66% en matemáticas y 54% en lectura. Como podemos ver, la mayoría de los jóvenes próximos a concluir la educación básica regular no ha logrado desarrollar las competencias en dichas áreas de manera satisfactoria; a esto se suma el triste hecho de que las brechas de inequidad en el desempeño de estudiantes de distintas estratos socioeconómicos se siguen manteniendo. Reportes más o menos similares a este pueden también ser encontrados en el análisis que hace el TERCE, la ECE y el BCRP.

Con relación al tercer objetivo que se refiere a la buena preparación y formación docente, es bien sabido el descontento en un gran sector del magisterio que ha generado las condiciones en las que se viene dando la llamada Carrera Pública Magisterial. La propuesta de reforma educativa tiene como base la meritocracia en la cual el punto álgido es la evaluación de docentes y sus consecuencias. Según la Ley 29944, la evaluación del desempeño docente es condición para la permanencia y aquellos que desaprueben por tercera vez consecutiva, son retirados de la CPM. Los dirigentes gremiales del sector sostienen que esta es una forma encubierta para el despido y tienen objeciones respecto a la aplicación de la rúbrica. Esto sumado a otras desatenciones como el incremento en las remuneraciones, ha traído como consecuencia paros y huelgas por parte de los docentes y con ello inevitables pérdidas de clase. Otro punto no menos preocupante es la formación del docente en las universidades o institutos pedagógicos sobre lo cual se ha discutido poco.

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