COMO CAMBIAR LA VIDA DE MIS ALUMNOS

Hola, ¿cómo estás? Te voy a contar algo: ¿Sabes? soy Profesor de Educación Primaria en México, en una ciudad lastimada hasta el alma por los constantes asesinatos de personas involucradas en el narcotráfico. Secuestros de todo tipo, desaparición de mucha gente, y la corrupción de las autoridades, son el pan nuestro de cada día.

Antes, pensábamos que eso sólo les pasaba a las personas que andan mal, pero desafortunadamente, los tentáculos del crimen han llegado a los lugares tan próximos como el barrio en el que está enclavado nuestro plantel educativo, uno de los barrios más conflictivos y violentos de mi ciudad, Nuevo Laredo.

En todas las reuniones en las que los maestros analizamos el camino que hemos recorrido como escuela, y lo que nos falta por hacer, siempre surgen interrogantes: ¿en qué estamos fallando?, ¿son los medios de comunicación?, ¿es el Internet?, ¿es el ritmo de vida acelerado de nuestras vidas como maestros y padres de familia?, ¿dónde perdimos el rumbo?, ¿qué debemos hacer en la escuela?

Frente a las problemáticas del bajo rendimiento académico, de las conductas antisociales, y de la falta de interés, aunado a ello la desintegración familiar y la pérdida de valores, se encuentra otro detonante que encrudece aun más el panorama: la pobreza en la que los niños de nuestra escuela viven, y que por más uno quiera, es un factor arraigado por el conformismo, la desidia y la escasez de ideales que alcanzar.

A pesar de tantas injusticias que a diario se cometen, a pesar de vivir con el miedo de que a algún amigo o familiar lo vayan a secuestrar o levantar, y aún enterándonos por la mañana que a alguno de nuestros exalumnos lo rafaguearon las balas asesinas, o cuando sabemos que los niños del barrio de nuestra escuela están expuestos a toda clase de vicios, que en la esquina de sus casas están todas las tentaciones en las que nuestros pequeños pueden caer, al final, los profesores siempre encontramos la respuesta a nuestros cuestionamientos: es a través de la educación mediante la cual se pueden cristalizar las aspiraciones de los niños, a través de ella es como lograremos sacarlos de ese círculo de falta de valores y de carencia de anhelos por cambiar la vida positivamente.

Todo lo que expongo con anterioridad son factores que tristemente, son parte del ambiente hostil y de la realidad de muchos de mis alumnos. Dos de ellos son Daniel y Juan Antonio, dos niños que son hermanos y que asisten a mi clase de sexto grado, a quienes admiro porque son tenaces en sus estudios y porque en los ciclos escolares pasados no mostraban tener mucho interés en las clases, casi no destacaban y llegué a pensar, cuando los recibí como alumnos de mi grupo por primera vez, que iban a ser unos niños problema.

Afortunadamente, siempre hay una esperanza de cambiar la vida de los alumnos a nuestro cargo. En ese sentido, y como maestro, me interesa, no cambiar

...