CUENTO EL RICO Y EL PORDIOSERO (JUSTICIA)..

“El Rico y el Pordiosero”

Presentación

Este breve cuento narra la historia de un rico llamado Gabriel y un pordiosero cuyo nombre es Pablo. El rico según era muy dadivoso gracias  a las acciones voluntarias  que realizaba constantemente; el cual consistía en, satisfacer diariamente a la nobleza con un banquete diferente,  pero solo las personas inferiores no tenían derecho a esos alimentos. En cambio el pobre de Pablo a pesar de sus carencias, era muy caritativo con los demás. El prefería que comiera bien su perro que lo acompañaba siempre, que el mismo. Con el paso del tiempo ambos llegan a morir el mismo día; uno de fiebre y resfriado por no tener dinero para curarse, y el otro fallece de Cáncer y ni todas sus riquezas pudieron salvarlo de la muerte. Al ir en sus venturas Gabriel ve que Pablo esta rumbo al cielo con los ángeles y Jesús, y Él está siendo sepultado atormentado y ardiendo en llamas. Al finalizar su destino El padre Jesús le dice ¿Hijo mío acuérdate que recibiste bienes en tu vida y Pablo males? Así que por eso Pablo esta en mi Reino consolado y Tu atormentado por tus malas acciones. En este cuento se puede observar el Término de Justicia aplicado en las conductas u hechos de ambos personajes y fomentado también en el Juicio Divino (a la hora de rendir cuentas a Jesús).

Personajes:

• Gabriel (Rico)
• Pablo (Pordiosero)
• Jesús (Padre Celestial)
• Guadalupe (Narrador)

Había un hombre rico llamado Gabriel muy vanidoso y soberbio que vestía con ropa fina y elegante; hacia cotidianamente banquetes con esplendidez. Había también un mendigo cuyo nombre era Pablo. El andaba siempre mal vestido, con la ropa casi rota y sucia, tenía mal olor; debido a que nunca se bañaba por no tener un lugar apropiado donde hacerlo; su casa eran las calles y alcantarillas, su única compañía era un perro que continuamente caminaba a lado suyo. La vida de este miserable sujeto era muy monótona, pero sobre todo muy indignante, injusta y mezquina; puesto que Pablo constantemente transitaba (vagaba) donde hubiera la oportunidad de sentarse y pedir su limosna (o lo que le dieran, él estaba conforme y magnifico).

Hasta que un día entre tanto avanzar llego a la residencia de Gabriel (el rico), y estaba echado a la puerta  de aquel hombre imperioso, lleno de heridas; tanta era su ansiedad por comer que se conformaba con las migajas que caían de la mesa del rico, este lo ignoraba por completo y prefirió darle las sobras al perro que marchaba siempre con él.

Una tarde muy lluviosa, Pablo comenzó a sentirse mal de hambre, fiebre y resfriado; pero se sentía tan inferior por no tener las riquezas del otro hombre rico para poderse curar.

Así que al día siguiente  sucedió que murió el pordiosero y fue llevado por los ángeles al cielo. Mientras tanto ese mismo día muere de Cáncer Gabriel y fue sepultado.

El rico en su destino alzo sus ojos estando entre las llamas y vio de lejos a Pablo estando muy feliz en el cielo junto al Reino de Jesús y sus ángeles.

Entonces gritando Gabriel dijo: “Padre Jesús ten misericordia de mí y envía a Pablo para que refresque mi lengua porque estoy sediento y este infierno me consume”.

Pero el Padre le dijo: “Hijo acuérdate de que recibiste tus bienes en tu vida, y Pablo solo males; así que Pablo es consolado aquí en mi Reino, y tu atormentado por tus malas acciones que hiciste en la Vida que yo quise darte y que tu no aprovechaste.

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