Calidad Globalizada

La globalización de la economía ha generado una fuerte competencia de las empresas a nivel mundial con el fin de lograr un mayor dominio de los mercados nacionales, competencia que se manifiesta no solamente en el uso intensivo de tecnología que imprime un mayor dinamismo al comercio de mercancías y servicios, sino que además dicha competencia se expresa en las modificaciones que se están dando en la forma de organización de la empresa. Es a partir de estas modalidades en la manera organizativa al interior de las empresas que las inserta en un proceso dinámico, en busca del aseguramiento de calidad, que las ubique en una mayor competitividad en los mercados globales.

En este contexto, los factores de competitividad tradicionales, generadores de ventajas comparativas, tales como bajo costo de la mano de obra y recursos tradicionales, tienden a ser menos importantes y cobra una mayor importancia el principio de factores de producción complejos, la disponibilidad de personal técnico y científico, mayores posibilidades organizativas de la empresa a partir del concepto 'justo a tiempo" y "mejora continua".

Estos elementos, en un contexto de competencia a nivel internacional se presentan como retos para algunas empresas y como oportunidades para otras, pero a su vez se han convertido en una nueva forma de barrera no arancelaria en el comercio internacional. Esto es, la competencia internacional ha generado nuevos elementos de competitividad entre empresas que van desde el cumplimiento de las normas técnicas hasta aquéllas que son de carácter organizacional y que tienen que ver con la gestión de la calidad que en los noventa, están operando como un nuevo requisito de penetración de los mercados internacionales.

A diferencia de la primera generación de manufacturas para la exportación en los países de reciente industrialización (entendida por el ciclo de vida del producto y la nueva división internacional del trabajo) que explica el traslado de inversión extranjera directa [IED) para abaratar los costos laborales. En la producción flexible, se trata de "adelgazar" a su expresión mínima a las empresas en equipo, inventarios, trabajo, espacios, etcétera.

Esto conduce a la actual administración de cualquier empresa a actuar e irse adecuando a los cambios que se experimentan en los años 90's. Para adecuarse se establecen metas concretas y específicas que la empresa debe ir canalizando en determinados plazos. Es por ello, que es importante considerar la calidad como una estrategia corporativa para lograr la competitividad tanto en el ramo que se desenvuelve, como el mercado mismo.

Considerar la calidad como una estrategia corporativa, significa que la calidad no es función que pueda quedar a cargo de expertos ni de un departamento especial, como los círculos de calidad, sino que es una función que depende directamente de la dirección general, así como también de cada una de sus gerencias como Marketing, Producción, Finanzas, Compras, Crédito y Cobranza. Sistemas, etcétera. Es por ello, que se debe poner en práctica la calidad en Objetivos Estratégicos como:

• Capacitación

• Comunicación

• Secuencia

• Consultoría

• Evaluación

De ahí que la eficacia de la organización, dependerá del grado de efectividad que tengan las áreas al funcionar conjuntamente. No basta con el concepto tradicional de mejorar el proceso y ofrecer en esta forma productos

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