Capitulo 2 La Maestría Del Amor
Enviado por denisse25 • 22 de Enero de 2015 • 1.408 Palabras (6 Páginas) • 878 Visitas
Capítulo: 2 La perdida de la inocencia
Los humanos somos seres muy perceptivos, esto es gracias al cuerpo emocional que actúa como un radar para reaccionar a ciertos estímulos. Así como el cuerpo físico tiene al dolor que es un sistema de alarma que indica que algo no está bien, el cuerpo emocional tiene su propio sistema de alarma, el miedo.
De acuerdo al entorno y a las emociones que el cuerpo emocional perciba este se modifica, y pasa de su estado original, perdemos la libertad, la inocencia, la felicidad y la tendencia a amar.
En el libro se muestra un ejemplo.
“Imagínate a un niño de dos o tres años que corre y se divierte en el parque. Mamá está mirando al pequeño y tiene miedo de que se caiga y se lastime. Entonces se levanta para detenerlo, pero el niño, creyendo que está jugando con él, intenta correr todavía más de prisa. Los coches pasan cerca, por una calle próxima y eso intensifica todavía más el miedo de la mamá, hasta que, finalmente, lo atrapa. El niño espera que ella se ponga a jugar con él, sin embargo lo único que recibe es una azotaina. ¡Pun!”[5]
El autor explica que el niño solo expresaba su amor a través de la felicidad, sin embargo no comprende por qué su madre reacciono así, si sólo trataba de expresar su amor, así que ahora tiene una herida emocional. Si corres y juegas expresas tu amor, pero ahora eso no es seguro, ya que si lo haces tus padres te castigan.
¿Pero por qué se infectan de veneno estás heridas? El autor explica con otro ejemplo.
“Estás jugando en la sala con un objeto que se encuentra cerca de ti. No tienes intención de hacer nada malo, ni de intentar causarle daño a nadie, pero estás jugando con la guitarra de tu papá. Para ti es sólo un juguete; no quieres hacer el menor daño a tu padre. Pero él tiene uno de esos días en los que no se siente bien. Tiene problemas en su negocio. Entra en la sala, te encuentra jugando con sus cosas. Se enfada de inmediato y te da una zurra.”[6]
Entonces ahora la acción de tu padre te parece injusta, simplemente entra y con su enfado te hace daño, ahora no puedes confiar del todo en tu padre. La injusticia que cometió abre una herida emocional. Ahora tu cuerpo emocional dice que no puedes confiar, ya que podría repetirse. Puedes reaccionar con miedo, enfado ó tristeza. Esto ahora es producto del veneno emocional.
Normalmente reaccionarías intentando defenderte, pero ahora sabes que si lo haces sólo provocas más enfado en tu padre, y este te golpeara aún más, entonces ahora actúas con miedo.
Hay una parte de nuestra mente que siempre está juzgando. “El Juez juzga todo lo que hacemos, lo que no hacemos, lo que sentimos, lo que no sentimos.”[7] Nos juzgamos y juzgamos a los demás desde nuestras creencias y nuestro sentido de justicia e injusticia. “La otra parte de la mente, la que es juzgada y siente necesidad de ser castigada, es la Víctima.”[8]
El Juez y la Víctima se basan en todas las falsas creencias que fueron insertadas en nuestra mente, como si fuera un programa.
“A este programa los toltecas lo denominan el Parásito”[9]
Capítulo 3: El hombre que no creía en el amor
Aquí el autor muestra una historia sobre un hombre que decía que el amor no existe, un hombre que había hecho una gran cantidad de investigaciones, que había estudiado en los mejores lugares, que se volvió un erudito en su campo, y que era capaz, ante cualquier audiencia de demostrar lo que decía, nadie había podido contradecirlo.
Él decía que el amor no era más que un invento de los poetas, que el amor no existía, que la mayoría de las relaciones era como un adicto a las drogas, una de las dos partes era la adicta (la más necesitada) y la otra quien suministraba la droga (la que menos necesita), entonces la persona menos necesitada es quien controla toda la relación, y la más necesitada sólo se rinde ante ella.
Incluso las parejas de ancianos que habían pasado muchos años juntos decían que “habían sobrevivido al matrimonio”, por lo que él decía, entonces
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