Carlomagno
Enviado por danish.dahs • 18 de Noviembre de 2013 • 2.107 Palabras (9 Páginas) • 428 Visitas
CARLOMAGNO
Carlos I el Grande, llamado Carlomagno (alemán: Karl der Grosse; francés e inglés: Charlemagne; latín: Carolus Magnus) (¿Herstal?, 2 de abrilde 742, 747 ó 748 – Aquisgrán, 28 de enero de 814), fue rey de los francos desde 768 hasta su muerte, rey nominal de los lombardos (764–814) yemperador de Occidente (800–814).
Hijo del rey Pipino y de Bertrada de Laon, sucedió a su padre y correinó con su hermano, Carlomán I. Aunque las relaciones entre ambos se tornaron tensas, la repentina muerte de Carlomán evitó que estallara la guerra. Reforzó las amistosas relaciones que su padre había mantenido con el papado y se convirtió en su protector tras derrotar a los lombardos en Italia. Combatió a los musulmanes que amenazaban sus posesiones en la Península Ibérica y trató de apoderarse del territorio, aunque tuvo que batirse en retirada y a causa de un ataque de los vascones perdió a toda su retaguardia, así como a Roldán, en el desfiladero de Roncesvalles.1 Luchó contra los pueblos eslavos. Tras una larga campaña logró someter a los sajones, obligándolos a convertirse al cristianismo e integrándolos en su reino; de este modo allanó el camino para el establecimiento del Sacro Imperio Romano Germánico bajo la dinastía sajona.
Expandió los distintos reinos francos hasta transformarlos en un Imperio, al que incorporó gran parte de Europa Occidental y Central. ConquistóItalia y fue coronado Imperator Augustus por el papa León III el 25 de diciembre de 800 en Roma, gracias a la oportunidad ofrecida por ladeposición de Constantino VI y lo que se consideraba la vacancia del trono imperial, ocupado por una mujer, Irene. Estos hechos provocaron la indignación de la corte imperial, que se negó a reconocer su pretendido título. Tras unos frustrados planes de boda entre Carlomagno e Irene, estalló la guerra. Finalmente, en 812 Miguel I Rangabé reconoció a Carlomagno como emperador (aunque no emperador de los romanos).
Comúnmente se ha asociado su reinado con el Renacimiento carolingio, un resurgimiento de la cultura y las artes latinas a través del Imperio carolingio, dirigido por la Iglesia católica, que estableció una identidad europea común. Por medio de sus conquistas en el extranjero y sus reformas internas, Carlomagno sentó las bases de lo que sería Europa Occidental en la Edad Media. Hoy día es considerado no sólo como el fundador de las monarquías francesa y alemana, que le nombran como Carlos I, sino también como el padre de Europa.
El reinado de Carlomagno llegó a su punto decisivo a fines del año 800. En 799, el papa León III había sido atacado por los romanos, quienes intentaron arrancarle los ojos y la lengua. León escapó y se refugió con Carlomagno en Paderborn, solicitándole que interviniera en Roma y restaurara su gobierno. El rey franco, aconsejado por Alcuino de York, aceptó viajar a Roma y así lo hizo en noviembre de 800. El 1 de diciembre realizó una asamblea y, el 23 del mismo mes, León tomó juramento declarándose inocente. Durante la misa celebrada en Navidad (25 de diciembre), cuando Carlomagno se arrodilló para orar ante el altar, el papa lo coronó Imperator Romanorum ('emperador de los romanos') en la Basílica de San Pedro. Con este acto, el papa intentaba transferir a Carlos el cargo de Constantinopla. Eginardo señala que Carlomagno ignoraba las intenciones de León y no deseaba dicho nombramiento:
Al principio fue tal la aversión, que declaró que no hubiese puesto un pie en la Iglesia el día que le fueron conferidos [los títulos imperiales], pese a que fue un gran día festivo, de poder haber previsto los designios del papa.
Muchos académicos modernos indican que, en realidad, Carlomagno estaba al tanto de los planes de coronación. Ciertamente, al aproximarse a rezar, no pudo haber dejado de observar la corona engarzada con joyas que aguardaba en el altar. En todo caso, ahora podía aprovechar las circunstancias para afirmar que él era el restaurador del Imperio romano, que aparentemente se había degradado bajo el mando de los bizantinos. No obstante, después de 806, Carlos pasaría a designarse a sí mismo no como Imperator Romanorum ('emperador de los romanos', un título reservado al emperador bizantino), sino como Imperator Romanum gubernans Imperium ('emperador gobernante del Imperio romano').
La iconoclasia de la dinastía isauria y los consiguientes conflictos religiosos con la emperatriz Irene, quien en el año 800 ocupaba el trono de Constantinopla, probablemente fueran las principales causas por las que el papa deseaba aclamar formalmente a Carlos como emperador romano. Además, también ansiaba incrementar la influencia del papado, honrar a su salvador —Carlomagno— y resolver las cuestiones constitucionales que por entonces afligían a los juristas europeos, en una época en que Roma no se hallaba en manos de un emperador. De este modo, cuando Carlomagno asumió el título de emperador, a los ojos de los francos e italianos no se trató de una usurpación del cargo; pero sí lo fue en Constantinopla, donde Irene y su sucesor, Nicéforo I, protestaron vigorosamente sin que ninguno de ellos lograse algo al respecto.
Sin embargo, los bizantinos siguieron conservando varios territorios en Italia: Venecia (lo que quedaba del Exarcado de Rávena), Reggio (en Calabria), Brindisi (en Apulia) y Nápoles (el Ducado Napolitano). Estas regiones permanecieron fuera del dominio franco hasta 804, cuando los venecianos, desgarrados por luchas internas, transfirieron su lealtad a la Corona Férrea de Pipino, hijo de Carlos. La Pax Nicephori concluyó y Nicéforo asoló las costas con una flota y, así, comenzó la única guerra entre bizantinos y francos. Los enfrentamientos se prolongaron hasta 810, cuando el bando probizantino en Venecia le confirió una vez más el dominio de la ciudad al Imperio bizantino y los dos emperadores de Europa hicieron las paces: Carlomagno recibió la península de Istria, y en 812 el emperador Miguel I Rangabé reconoció su condición de emperador.
Carlomagno estuvo involucrado en batallas constantes a lo largo de su reino, frecuentemente a la cabeza de sus escuadrones de élite o scara y con su legendaria espada, Joyeuse, en mano. Tras treinta años de guerra, logró conquistar Sajonia y procedió a convertirla al cristianismo, empleando la fuerza siempre que fuera necesario. A finales del siglo VIII el ejército carolingio de cerca de 100.000 hombres en campaña, este incluía una gran cantidad de tropas reclutadas temporalmente de diversas regiones y tribus, unos 10.000 soldados profesionales a tiempo completo, unos 6.000 caballeros montados y una cifra similar de mercenarios.9
Los sajones fueron distribuidos en cuatro grupos, de acuerdo a sus regiones de pertenencia: Westfalia, que lindaba por el oeste con Austrasia
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