Caso Mi

Hay muchos casos de empresas de Internet en las que el hecho de “exponerse a la suerte” ha sido la clave de su éxito, pero hay un gigante tecnológico que puede que sea difícil recordar que hace mucho tiempo fue una startup que tuvo “suerte” y acabó con una capitalización de$140 billones: Intel Corporation.

En los primeros años de Intel, el equipo gestor de la empresa se esforzaba en salir adelante y daba continuos cambios de estrategia sin tener claro hacia donde se dirigían. Finalmente, gracias a algunos golpes de suerte (y a una plantilla con mucho talento) Intel se convirtió en un éxito casi monopolístico. Algunos puntos de los inicios de la historia de Intel son muy interesantes:

Intel empezó en los 70 en Silicon Valley creando chips de memoria DRAM. Al principio le fue bien, pero rápidamente empresas japonesas como Fujitsu y Hitachi se alzaron como competidores mucho más eficientes que Intel, produciendo rendimientos de sus fábricas dos y tres veces superiores que los que obtenía Intel.

Intel se vio inmersa en guerras de precios en las que pocas veces salía victoriosa frente a los japoneses.

Simultáneamente, Intel fue contratada por la japonesa Busicom para desarrollar el chip que llevarían las calculadoras electrónicas de la empresa: el 4004. Aunque se salía del negocio habitual de Intel, la compañía aceptó el trabajo para poder pagar sus facturas de la guerra de los chips DRAM.

Los derechos de explotación del 4004 para calculadoras electrónicas eran de Busicom, pero Intel se quedó con los derechos para uso en microcomputadoras. Lo mejoró y le cambió el nombre por 8080: éste fue el microchip precursor de la era PC.

Sin que el senior management de la empresa se diera cuenta, el mid-management fue cambiando gradualmente las líneas de producción de DRAM a producción de microprocesadores según se esforzaban por conseguir nuevos contratos. Cuando el senior management percibió el cambio, DRAM sólo suponía el 10% de la facturación.

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