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Enviado por ksmt • 23 de Abril de 2013 • 3.026 Palabras (13 Páginas) • 254 Visitas
LA NUEVA ORTOGRAFÍA DE LA LENGUA ESPAÑOLA
La Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española, de la que forma parte la Academia Dominicana de la Lengua, publicaron la nueva Ortografía de la lengua española. Esta actualización de la ortografía del español es el producto de muchos años de trabajo Con ella se cierra el último ciclo de publicación de las tres obras emblemáticas de las Academias Diccionario de la lengua española (2001), Nueva gramática de la lengua española (2009) y Ortografía de la lengua española (2010). El rasgo más relevante de estas tres publicaciones es su carácter panhispánico, concebido y realizado (en sus propias palabras) desde la unidad y para la unidad por las veintidós Academias que componen el ente normativo del idioma español en el mundo.
Se ha dicho con sobrada razón que la ortografía representa el pilar fundamental de la unidad de la lengua
Ello así porque el vocabulario, la pronunciación y la sintaxis pueden variar de un país hispanohablante a otro y aun entre las distintas regiones dentro de cada país, pero no la forma como se escribe el español
La ortografía española aventaja a las de muchos otros idiomas en que cualquier lector, al ver escrita una palabra desconocida para él, puede sin mayores esfuerzos pronunciarla correctamente gracias a las reglas de la tilde, inexistentes en otros idiomas
Entre las normas y novedades más interesantes de la nueva Ortografía se encuentran las siguientes:
- El alfabeto español se compone de solo 27 letras (a, b, c, d, e, f, g, h, i, j, k, l, m, n, ñ, o, p, q, r, s, t, u, v, w, x, y, z), y no de 29. Se han suprimido, pues, la ch y la ll, venían considerándose como las letras cuarta y decimocuarta del abecedario. La razón radica en que solo son propiamente letras los grafemas, esto es, los signos gráficos simples; y no los dígrafos, o combinaciones de dos letras, de los que hay cinco en español: ch, ll, gu, qu y rr.
- Hay seis letras que reciben distintos nombres en el mundo hispanoblante: la b, la v, la w, la y, la r y la z. Las denominaciones recomendadas para estas letras por las Academias son las siguientes: para la b, be, en lugar de be larga, be grande o be alta; para la v, uve, en lugar de ve, ve corta, ve chica, ve pequeña o v baja; para la w, uve doble o doble uve, en lugar de doble ve, ve doble o doble u (se considera esta última denominación, común en México y en la República Dominicana, como un calco del nombre inglés double u); para la y, ye, en lugar de i griega; para la i, i, en lugar de i latina; para la r, erre, en lugar de ere (este último nombre se desecha definitivamente y el dígrafo rr se
- La tilde tiene como función primordial señalar la sílaba tónica; no le corresponde diferenciar categorías gramaticales ni desambiguar textos. Por esta razón se recomienda no tildar nunca los demostrativos (este, ese, aquel, con sus femeninos y plurales)
- Dado que la secuencia de vocal abierta y vocal cerrada átona forma diptongo desde el punto de vista ortográfico, ciertas palabras, como fie (de fiar), guion, truhan, ion, vio, dio y fue, se consideran monosílabas y, por tanto, no se tildan aunque algunas personas las pronuncien como si tuvieran hiatos.
- La conjunción o no se tilda nunca, ya que no se puede confundir con el cero (0) por su diferente tamaño y los espacios que la separan de los elementos coordinados. Antes se escribía 9 ó 10 millones, hoy se debe escribir 9 o 10, ya que con los teclados de computadoras se ha eliminado el peligro de confundir la letra o con la cifra cero, de tamaño mayor.
- Se aclaran muchas dudas sobre el uso de las mayúsculas y las minúsculas. A manera de ilustración, se destaca que en los títulos de obras escritas solo debe utilizarse la mayúscula para la palabra inicial; el uso obligatorio de la letra cursiva para el título entero lo delimita y evita el exceso de mayúsculas. Los sustantivos genéricos que suelen preceder al término específico geográfico, como océano, río, golfo, etc., actúan como clasificadores, por lo que deben escribirse con minúscula, por ejemplo: océano Atlántico, cordillera Central, lago Enriquillo, estrecho de Magallanes, etc. Las fórmulas de tratamiento, títulos, profesiones y cargos se escriben con minúscula (señor, don, doña, licenciado, magistrado, general), al igual que los días de la semana, los meses del año y los nombres comunes en general seguidos de término específico, como tigre de Bengala, canal de la Mancha, teorema de Pitágoras, etc. Solo será admisible el empleo con mayúscula inicial cuando el tratamiento no es seguido del nombre propio de la persona a la que se refiere (el Presidente viajó a Italia), pero el título deberá escribirse con minúscula inicial cuando esté acompañado del nombre propio (el presidente Leonel Fernández).
- El español rechaza la duplicación de consonantes si esa duplicación no se refleja en la pronunciación. Los préstamos de otras lenguas que incluyen dos consonantes se adaptan al español reduciéndolas a una sola: adenda (addenda), impase (impasse), brócoli (broccoli), escáner (scanner). La escritura con la consonante repetida representa un extranjerismo crudo que debe escribirse en cursivas (pizza, jazz), al igual que las expresiones procedentes de otras lenguas que no se han españolizado (ballet) y las palabras extranjeras que contienen sh (flash, show).
- La Ortografia contiene por primera vez reglas de ortotipografía, es decir, de cómo confeccionar textos impresos. Hoy día todos tenemos acceso a computadoras y a la autoedición de textos, lo que ha extendido la necesidad de conocer y aplicar los usos propios de la escritura tipográfica; por ejemplo, el uso de los distintos tipos de letra: redonda, cursiva, versalita, etc.
(Rómulo Gallegos Freire, Caracas, Venezuela, 1884 - 1969) Novelista y político venezolano. Rómulo Gallegos hizo estudios universitarios de Agrimensura y de Derecho en la Universidad Central de su país, pero no llegó a terminarlos. Empleado de ferrocarriles y profesor en colegios privados, llegó a ser subdirector de la Escuela Normal y director del Liceo de Caracas (1922-1928).
El dictador Juan Vicente Gómez le nombró en 1931 senador por el estado de Apure, pero sus convicciones democráticas le hicieron expatriarse y renunciar al cargo. En 1935, muerto el dictador, Rómulo Gallegos volvió a Venezuela, y en 1936 fue nombrado ministro de Educación en el gobierno de López Contreras, cargo al que también renunció por los mismos escrúpulos morales.
En 1947 fue elegido presidente de la República, pero fue derrocado al año siguiente por una junta militar encabezada
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