Centro de Investigación y Docencia Económicas
Enviado por Yesidropo • 12 de Mayo de 2014 • Ensayo • 2.352 Palabras (10 Páginas) • 242 Visitas
Centro de Investigación y Docencia Económicas
Normas básicas para la presentación de un ensayo
Jesús Eduardo García
Un ensayo académico es la exposición por escrito de una tesis fundamentada en la lectura atenta de textos referentes a un tema específico, de interés o relevancia para una disciplina en particular. Esas lecturas deben proveer evidencias claras que sustenten la tesis principal del trabajo; por eso, deben estar consignadas claramente, incluso citadas de manera textual, con el propósito de mostrar su procedencia.
Es sumamente importante que el autor del ensayo consigne con toda claridad los datos completos de la publicación de donde está tomando sus ideas: en primer lugar, por motivos éticos y de honestidad intelectual: los libros y los artículos publicados son resultado del trabajo coordinado de investigadores, escritores, traductores, editores y muchos otros profesionales cuyo esfuerzo merece crédito. Copiar parte de sus trabajos sin señalar la fuente equivale a robar el acervo intelectual de esos autores; asimismo, se comete un fraude frente a la institución en la que se presenta el ensayo plagiado. En segundo lugar, un ensayo académico será mucho más serio y digno de crédito, en la medida en que tenga fuentes autorizadas, es decir, reconocidas por la comunidad científica. En algunos casos, el valor principal de un ensayo reside en la acumulación de fuentes que antes de este trabajo se encontraban dispersas; gracias a la investigación, se establecerá un nexo entre esas fuentes y se iluminará una parcela del conocimiento que antes era parcialmente desconocida.
Una característica fundamental de un ensayo bien escrito es la claridad de exposición que guardan las ideas contenidas en él. Para lograr un ensayo de calidad académica, primero hay que organizar los temas que se van a exponer, de modo que entre ellos exista una consecución lógica. El lector no debe malgastar su energía tratando de imaginar lo que el autor puede haber querido decir en el texto, sino que debe pasar con facilidad de un párrafo a otro (y por lo tanto, de una idea a otra) para que pueda concentrarse en lo que se dice, y no en cómo se dice. Además, la consecución lógica significa que una idea se deriva de otra que la precede inmediatamente, o bien que las ideas se encuentran juntas porque guardan entre sí alguna similitud. Si no pone cuidado en estos detalles, el autor de un ensayo puede estar desviando inútilmente la atención de su lector, dándole pistas falsas que no desembocarán en la idea que quien lee se había formado con los párrafos precedentes.
Todo ensayo académico debe tener tres partes básicas:
Introducción. Debe incluir breves antecedentes que servirán para ubicar al lector en el tema que se va a estudiar en el ensayo. También servirá como justificación para el trabajo: ¿El tema es lo suficientemente relevante como para que el autor haya decidido estudiarlo? Pero, más importante: ¿Este tema es lo suficientemente relevante como para que el lector se tome el tiempo necesario para leer el ensayo? Una buena introducción contendrá, también, la hipótesis que el ensayo quiere demostrar (ésta deberá convertirse en tesis al final del ensayo: la “hipótesis” es un enunciado de conocimiento que está en un grado menor que una “tesis” y tiene que explicarse). Aunque la hipótesis puede estar enunciada como una pregunta que se desea contestar en el desarrollo, lo mejor es establecerla como una oración afirmativa, generalmente al final de la introducción.
Desarrollo. Es la parte principal o cuerpo del trabajo. En él, el autor debe formular y explicar los pasos lógicos que lo llevaron a establecer la tesis. Se trata de un ejercicio persuasivo en el que el autor del ensayo concatenará sus propias reflexiones con las evidencias textuales que recopiló durante la investigación. En un buen ensayo, el autor incluirá solamente aquel material indispensable y suficiente para llegar a conclusiones claras y convincentes. Aunque durante la investigación se encuentre material interesante y que merezca la pena de revisión, éste no deberá incluirse si se desvía del tema central (aunque puede haber notas a pie de página que recomienden la revisión de tales materiales, como cortesía para el lector).
Conclusiones. Éstas deben estar expresadas con claridad, y, por supuesto, deben derivarse del desarrollo del trabajo; por lo tanto, esta sección no podrá introducir nuevos temas ni “concluir” hechos cuyo tratamiento sea ajeno al ensayo. Sí podrá, por otro lado, sugerir que el tema no se ha agotado en el trabajo, y que por ende quedan aspectos que merecen estudio, o incluso invitar a la investigación de aspectos relacionados con el ensayo que en ese momento se concluye.
Por lo que se refiere a la redacción del trabajo, deben evitarse a toda costa las muletillas y los lugares comunes que no aportan nada al conocimiento, y sí hacen desmerecer el estilo del ensayo (frases como “de una u otra manera”, “el hecho de”, etc.); así como los giros coloquiales que harían parecer al ensayo la trascripción de un discurso hablado. También deberá cuidarse el tono de la escritura, de modo que no haya un estilo afectado o poco natural que dificulte la comprensión de la lectura: el estilo verdaderamente elegante se consigue mediante la simplicidad de las oraciones; si una idea es de verdad importante, se sostendrá por sí sola, con la fuerza de la argumentación, y no con ornamentos innecesarios.
Finalmente, se recomienda imprimir primero un borrador que se someterá a una lectura cuidadosa con el propósito de enmendar todos los errores posibles: de concordancia gramatical, de tipografía (errores “de dedo”), cacofonías, reiteraciones, ambigüedades, faltas ortográficas, de acentuación diacrítica, etc.
Para la presentación profesional de un ensayo, deben seguirse las siguientes reglas básicas:
1. El título debe escribirse centrado, sin punto final, y con las mayúsculas estrictamente necesarias (inicio de oración, nombres propios, etc.). Antes del título debe haber un espacio en blanco, de modo que la primera línea del ensayo quede, más o menos, a tres cuartas partes de la página. Este espacio se llama “colgado” y sólo se deja en la primera cuartilla, por motivos estéticos. La primera página nunca se numera. El resto de las páginas van numeradas progresivamente (a partir de la número 2). Este número debe aparecer en el extremo superior derecho de la página (todo esto se consigue desde el menú “Insertar” del procesador de palabras).
2. Después del título, se deja un espacio en blanco y luego se escribe el nombre del autor, cargado a la derecha. El nombre del autor va
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