Chase Bank en la convención anual de la Asociación Americana de Banqueros en Honolulu

Resumen:

Supongamos que das una fiesta y 60 minutos se presenta a tu puerta.

¿Los dejarías entrar?

¿Le ordenarías a irse?

¿O cometerías un acto auto-destructivo?

     Eso fue lo que le sucedió a Chase Bank en la convención anual de la Asociación Americana de Banqueros en Honolulu, Hawái. Chase Bank, un banco prestigioso que estaba pasando por situaciones complejas, las ganancias se estaban quedando atrás, préstamos a gobiernos extranjeros no estaban siendo reembolsados y se le hacia difícil a las personas con bajo ingreso abrir cuentas bancarias. En fin, estaban pasando por momentos complejos y no era ideal para ellos recibir periodistas ni reporteros. Comprensiblemente varios banqueros cuidaban el compartir sus pensamientos con la prensa y algunos recurrían a evitar las cámaras cuando se acercaban.

     Para el tercer día de la convención el equipo de 60 minutos denuncio el trato de los banqueros como el más cruel recibido nunca. El corresponsal Marley Safer y el equipo de 60 minutos humeaban por confrontación.

     Durante 10 años Chase había patrocinado una fiesta privada donde los periodistas y banqueros chateaban y picaban entremeses; después de ella una conferencia de prensa formal con el Presidente del Banco; que usualmente generaba cobertura de medios como revistas, periódicos y servicios de cable. Cámaras de televisión no estaban permitidas.

Cuando los invitados llegaron al Club Pacific de Honolulu se encontraron con la inesperada presencia de Marley y su equipo de 60 minutos. Sin invitación ni previo aviso y listos para la batalla. La bola estaba en nuestra cancha. Nos enfrentábamos a cinco preguntas que exigían respuestas inmediatas.

Preguntas:

1.  ¿Deberíamos dejarlos entrar? Primero nosotros nunca los invitamos, no tuvieron la cortesía de dejarnos saber que contábamos con su presencia. Pero tenemos que entender que ellos son parte de la prensa y la razón de esta convención era para generar noticias.
2. ¿Deberíamos permitir que graben la conferencia? Nunca se había grabado la conferencia, ciertas razones incluyen que las cámaras de grabar son voluminoso, Ruidoso y intrusivos. Amenazaba la atmosfera de la fiesta, pero la tripulación de 60 minutes dijeron que sin imágenes ni video de nada servía su historia, estábamos preocupados que si no se le permitía pues lo que se iba ver era ellos siendo bloqueados afrente de las puertas grabando una conferencia de prensa abierta.
3. ¿Deberíamos permitir que graben la fiesta de cocktail? En algo llegaron en acuerdo, quien quería ver empleados grabados  borracheándose cuando se supone que estuvieran trabajando.
4. ¿Deberíamos permitir una entrevista exclusiva solamente con el presidente? La pregunta fue si queríamos exponer a nuestro presidente a una entrevista  con la tripulación mas negativa y poderosa en la tierra?
5. ¿Deberíamos cambiar nuestro formato? La convención anual de la prensa siempre ha sido una informal, un ambiente pasivo, pero con la tripulación de 60 minutes presente la pregunta era si deberíamos adaptar una actitud defensiva.

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