Ciencia Versus Ficción

¿Alguien ha imaginado alguna vez la vida si pudiéramos hablar con alguien al otro lado del mundo en forma instantánea? ¿Si se pudiera viajar a de un continente a otro a 1000 km/h? ¿Si pudiéramos ver a las profundidades del espacio, o tal vez, vivir allí? Pues justamente estos cuestionamientos son los que han motivado el desarrollo de invenciones de tecnologías que afectan nuestras vidas, o dicho de otra forma, que facilitan nuestras vidas.

La misma línea de pensamiento fue la que surgió de la cabeza del primer hombre que imagino la rueda, ¿habrá alguna forma de trabajar menos?

Si bien hay cosas que nos parecen normales de obtener, manipular o ver, hubo una época en que solo hablar o especular sobre lo que se podía hacer o sobre lo que se venía, o tan simple como escribir historias fantásticas eran motivo de burla del común de la gente, en particular del genero literario de la ciencia ficción, relegado a un segundo plano a la entretención infantil.

Conocidas por mucho son las historias de H.G. Wells, Steven King, Carl Sagan, Julio Verne y tantos otros. Ya en 1895, Herbert George Wells hablaba de viajes en el tiempo, mucho antes que Einstein hablara de relatividad y mecánica cuántica, abriendo recién la posibilidad de pensar en agujeros de gusano para acortar distancias y los tiempos de viaje. Ya se hacen investigaciones acerca de los viajes en el tiempo, aunque las matemáticas dicen que sería posible, nuestra tecnología nos limita.

Invasiones extraterrestres, planteando la posibilidad de vida en otros mundos; hay que decir que las características hostiles de aquella vida son puramente comerciales, sin embargo, estas creencias son las que han impulsado las exploraciones a la Luna, Marte y los otros planetas de nuestro sistema. De hecho, la nave Voyager, en estos momentos está saliendo de los límites del sistema, llevando en un disco, información sobre la humanidad para otras formas de vida inteligente nos conozcan.

Leonardo Da Vinci y sus maquinas voladoras y maquinas de guerra, el “Nautilus” de “20000 leguas de viaje submarino” de Julio Verne.

Muy recordados son “los supersónicos”, caricaturas de televisión, donde se imaginaban autos voladores, obtener comida instantánea, empleados robóticos, teleconferencia, teletrabajo, educación a distancia, incluso un doctor podría diagnosticar a distancia, pasarelas automáticas para evitar la tediosa tarea de caminar (las escaleras mecánicas de hoy).

Hace 30 años se propuso la idea de poder orientarse correctamente en cualquier parte del mundo; se decía que el equipo podría llevarse incluso en la forma de reloj de muñeca.

Como ya dijimos antes, la ciencia ficción tiene mucho de fantástica, escribir acerca de esto no es tarea fácil, noten que todos los autores de ciencia ficción han sido grandes pensadores o especialistas en una materia, pero hay que mencionar que Ray Bradbury fue un entusiasta autodidacta hasta el día de su muerte en 2012. Asi Da Vinci sabía mucho de absolutamente de todo. Carl Sagan, astrónomo y su novela “Contacto”. Periodistas como Clifford D. Simak y su novela “El mundo del sol rojo”. Ingenieros como Homer Hickam y su novela “Regreso a la luna”. Es más, varios escritores de las películas de ciencia ficción actuales son ingenieros, matemáticos y físicos reconocidos en sus áreas. Todo esto para darle una base realista y científica plausible, ya que hoy en día las personas han perdido su capacidad de

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