Cimentaciones

CIMENTACIONES

OBJETIVO

Investigar y conocer los criterios necesarios para seleccionar una cimentación, de acuerdo a la obra a construir, su estructura y el tipo de suelo.

INTRODUCCIÓN

Cuando se va a construir una edifico en una escuela, los salones, el laboratorio de cómputo, el área de sistemas, etc. Inmediatamente viene a la mente. ¿Qué materiales se van a utilizar, con qué estructura la vamos a construir? Siempre deseando que

sean los mejores del mercado, y que estén al alcance de los

recursos económicos disponibles.

De tal manera que se viene a la mente una frase popular que dice: “bueno, bonito y barato”,

y una de las partes fundamentales de la estructura es la cimentación, la cual va a soportar nuestra construcción; pero ¿Cómo elegir una cimentación?.. Primero hay que definir los criterios a considerar:

TERRENO

Cuando se habla de cimentaciones es obligado y necesario identificar las

características del terreno y su ubicación.

El terreno o lote.- Es un espacio natural delimitado que contiene al suelo

que va a soportar la construcción. Por sus componentes se clasifican en

terrenos rocosos y terrenos suaves.

El tipo de suelo determina el tipo de cimentación más conveniente para el proyecto en cuestión.

SUELO

Es un agregado natural de partículas minerales de distintos tamaños. Está

compuesto por materiales con propiedades específicas y capacidades de

carga diferentes, lo que define el parámetro llamado “Resistencia del

suelo”.

La Resistencia del suelo, tiene valores de toneladas por metro cuadrado

(ton/m2), es decir: cuantas toneladas puede aguantar un metro cuadrado de

superficie del suelo.

Se presentan dos tipos de terrenos en cuanto a los componentes que lo

integran: suaves y rocosos.

Los suelos suaves generalmente se componen de arenas, arcillas y gravas, como es el caso de la mayor parte de los terrenos de la laguna.

Los suelos rocosos se componen comúnmente y como su nombre lo indica de rocas o piedras y estos los podemos encontrar en los cerros. Una construcción con esas características es por ejemplo el santuario del cristo de las Noas.

TIPOS DE SUELO

Los suelos se clasifican en tres tipos: blandos, semiblandos y duros.

Suelo blando

El suelo blando se identifica cuando una pala se puede clavar en el suelo

sin necesidad de hacer uso de la fuerza del pie. Por lo general es de arcilla

o barro muy suave.

Para los suelos blandos, la cimentación más recomendable es la losa de

cimentación si se van a construir estructuras no muy altas, para estructuras muy altas se recomienda la construcción de pilotes.

Suelo semiblando

El suelo semiblando se identifica cuando es necesario hacer uso de la

fuerza del pie para clavar la pala en el suelo por lo general es de arcilla y

barro suave.

La cimentación recomendable para este suelo son las zapatas en general,

sean corridas o aisladas, dependiendo si es carga por muros o columnas.

Suelo duro

El suelo duro se reconoce porque es necesario utilizar el pico para

poder excavar en el suelo. El material que se encuentra en este terreno

puede ser de arena muy compacta, tepetate, pedregoso o de roca sólida.

La cimentación recomendable para este suelo son las zapatas en general,

sean corridas o aisladas, dependiendo si es carga por muros o columnas.

En ocasiones la dureza del terreno es mucha y será necesario utilizar para

la excavación un martillo hidroneumático.

CIMENTACIONES PARA EDIFICIOS

La cimentación

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