Ciudades Educadoras

Ciudades educadoras, una apuesta al futuro

El ayuntamiento de Barcelona plantea su definición de ciudades educadoras como una propuesta integradora de la educación formal, no formal e informal que se genera en una ciudad, en la que todos habitan, un compromiso político, público y activo que nos involucra a todos.

Pilar Figueras Bellot nos comenta que es importante enfocarse en niños y jóvenes, que aprendan bien el significado del concepto de ciudades educadoras para que lo pongan en práctica y en un futuro esta idea se desarrolle correctamente.

Para lograr un proyecto exitoso se necesita la cooperación de dos partes, la primera de los gobiernos y líderes que son lo que apoyan económicamente y con la planeación urbana, la segunda es por parte de los ciudadanos y la comunidad que con sus opiniones y participación se puede crear un espacio adecuado para la educación.

La ciudad educadora tiene tres principios básicos que son: la buena comunicación, la participación de los ciudadanos y la evaluación del impacto educativo.

Como parte de una sociedad, necesitamos involucrarnos más en las ciudades educadoras, proponer, innovar, participar y hasta exigir al gobierno una cooperación de su parte para que este trabajo sea posible.

Barcelona: el compromiso de una ciudad con la educación.

Según la Carta de Ciudades Educadoras de Barcelona, el propósito de las ciudades educativas es la formación de valores y promover la práctica de la ciudadanía. Elevar la calidad de vida de los ciudadanos de forma material pero principalmente de forma personal y colectivamente.

Esto puede ser logrado no solo en Barcelona si no en cualquier ciudad del mundo, tomando en cuenta su cultura y sus costumbres, redefinirnos como sociedad sin discriminación y abrirnos al mundo.

Barcelona está planeada como una ciudad educadora, se ha convertido en un patrimonio importante de sus habitantes, en donde se sienten cómodos y se identifican con ella.

También es importante darle su lugar a todo, a respetar las diferencias de diferentes grupos y respetar su individualidad, es un proceso más tardado pero se puede lograr un equilibrio y un espacio para todo.

Se ha conseguido que Barcelona sea una escuela para todo mundo, niños, jóvenes, adultos, extranjeros, cualquiera que visite la ciudad. Su propósito ahora es darle más calidad, exigirse más y crecer en conjunto, tener iniciativa.

Es por eso que ejercen un liderazgo social, dando el ejemplo ellos mismos e invitando que deferentes ciudades puedan lograr esta educación.

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