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Clonacion Y Dignidad Humana


Enviado por   •  8 de Septiembre de 2013  •  1.359 Palabras (6 Páginas)  •  415 Visitas

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Todo parece indicar que el voto del gobierno mexicano a favor de la prohibición de la clonación, que la Asamblea General de la ONU acaba de aprobar, no fue sometido a consulta ni siquiera con sus asesores científicos; y si bien es facultad de los gobiernos tomar una decisión sobre una Declaración que no tiene carácter vinculatorio, en una sociedad democrática las decisiones sobre política científica y tecnológica deben someterse al debate y deliberación de diversos sectores sociales que pueden argumentar una posición de interés común.

El debate que se ha desatado por el voto de la delegación mexicana en la ONU demuestra, en mi opinión, la necesidad de establecer mecanismos de resolución de controversias sobre el desarrollo tecnocientífico, capaces de legitimar las decisiones que tome el Estado mexicano en temas tan delicados. Me parece además que las instituciones políticas formales, tanto el poder ejecutivo como el legislativo o el judicial, requieren no sólo de la asesoría o consejo de expertos (los consejos de asesores científicos), sino también de una deliberación socialmente extendida que pueda alcanzar un consenso racional. Por ello, los medios de comunicación tienen una responsabilidad que asumir. En México, el debate sobre los problemas éticos y sociales del desarrollo tecnocientífico es muy pobre, y ha sido meramente circunstancial y ocasional, como en el caso que nos ocupa. Debemos mantener una discusión pública y argumentada sobre temas que atañen a todos, pues una sociedad democrática es aquella que puede deliberar sobre las políticas tecnocientíficas para orientar las decisiones de su gobierno; no es democrático un modelo en el que el Estado sólo se asesora de sus expertos, y en ocasiones, como ésta, ni siquiera los escucha para tomar determinaciones que pueden ser cruciales para el desarrollo del país.

La Declaración aprobada por la ONU recomienda a todos los Estados la prohibición de todas las formas de clonación, puesto que éstas –según su argumentación– son incompatibles con la “dignidad humana y la protección de la vida humana”. La Declaración adolece de varios problemas; el primordial es que incumplió un procedimiento mínimo de acuerdo, dado que no hubo consenso sobre el significado del concepto de “dignidad humana”, pues, en efecto, éste puede ser interpretado de diversas maneras. La Declaración se sustenta en una determinada interpretación sustancialista de la “dignidad humana” que equipara toda forma de existencia humana (en sentido meramente biológico), sin hacer distinciones entre los diversos grados de su desarrollo.

Por otro lado, la Declaración acusa un defecto conceptual, derivado de la falta de consenso racional, pues no hace una distinción crucial entre clonación con fines reproductivos y clonación con fines de investigación y aplicación terapéutica. Prohíbe ambas por ser “contrarias” a la dignidad humana. Pero la clonación de embriones para obtener células madre con fines terapéuticos, y no para lograr la reproducción, no puede implicar una afrenta contra la dignidad humana. Un embrión que no se ha implantado en un útero ni siquiera es potencialmente una persona, puesto que sin la implantación no hay potencialidad para que se desarrolle un ser humano, aunque contenga la información genética de la especie humana.

Así pues, la posición que ha dominado en la Declaración se basa en la creencia de que un embrión es esencialmente igual a una persona, y que posee los mismos derechos morales y jurídicos, opinión que no puede más que tener un fundamento religioso no compartido por todas las personas. Se ha impuesto una posición intransigente que impide el diálogo y la búsqueda de conocimiento, y que condena a la clandestinidad y a la falta de regulación el desarrollo tecnocientífico sobre la clonación humana. La prohibición podría tener efectos contraproducentes: abrir la puerta a prácticas indiscriminadas y no transparentes, regidas sólo por los intereses económicos del mercado mundial de biotecnología.

Por ello, es necesario buscar una posición de consenso que no prejuzgue sobre un contenido moral particular y no lo imponga a todos los demás, lo cual deja abierta la posibilidad de que cada Estados establezca controles, regulaciones o incluso una moratoria sobre este tipo de investigaciones..

Debe reconocerse que los embriones humanos (obtenidos por FIV o por clonación) tienen un valor especial, distinto

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