Como Escojer Un Tema A Investigar
Enviado por Esteban_MJ • 10 de Julio de 2015 • 2.461 Palabras (10 Páginas) • 432 Visitas
ARTICULOS
El tema de investigación: claves para pensarlo y delimitarlo.
El tema de investigación comprende la etapa inicial del proceso de escritura de tesis. Su elección, muchas veces, está asociada a la complejidad que implica precisar los límites del propio trabajo. Sin embargo, las definiciones más simples serán las que orienten mejor los esfuerzos del investigador, aquellas que lo conecten con sus propias motivaciones e inquietudes sobre el campo de estudio.
AUTOR Fernando Palazzolo
TEMA Escritura
PUBLICADO EN DICOM 2011
Un tema es el asunto de un discurso, es decir, sobre lo que éste trata. Del mismo modo, un tema de investigación (en adelante tema) es un asunto que concierne al campo de saberes dentro del cual pretendemos investigar. La definición del tema es generalmente la primera instancia en la realización de una investigación y, como tal, contribuye a determinar los pasos subsiguientes, por lo que es necesario definir con claridad el asunto del trabajo a presentar. De todas formas dicho momento no es definitivo. Dado que, desde la perspectiva aquí adoptada, no se concibe el proceso de investigación de modo lineal y cerrado, a medida que se avance en su desarrollo, el tema puede ir modificándose en su formulación y contenido. Es imposible anticipar si nuestra primera definición es la indicada para la investigación que se ha iniciado. Las reformulaciones se dan en base a la revisión constante, los debates y las lecturas que aportan nuevas claves para lograr un enunciado lo más simple posible.
Este proceso de elección y construcción discursiva requiere de simpleza en sus definiciones dado que la realidad de la investigación es, de por sí, compleja y, para quienes se inician en este trabajo, difícil de delimitar. La mayoría de las ideas iniciales son vagas y requieren un análisis cuidadoso para que sean transformadas en planteamientos más precisos.
¿Dónde y cómo encontrar un tema?
Encontrar un tema supone un acto de búsqueda intencionado. Es decir que el tema no es una elección dentro de un montón de variables que nos presenta el campo, sino que es una construcción del investigador sobre los factores investigables dentro de una disciplina. Los temas no están definidos de antemano, no son factores dados por el campo en el que nos inscribimos, aunque sin duda las trayectorias y tradiciones de un campo de saberes o de una institución permiten predefinir o visualizar algunos temas con mayor o menor especificidad. La primera cuestión para alcanzar la definición de un tema tiene que ver con la especificación del área de interés en el cual se desea investigar. La construcción del tema le corresponde necesariamente al investigador, por lo que es necesario que éste tenga en claro sus propias motivaciones e inquietudes sobre el campo de estudio. El interés se presenta aquí como el prisma desde el cual debería producirse la definición de nuestros primeros pasos en la investigación.
Para dar este paso inicial en cualquier investigación puede partirse del interés personal, que se define en la relación entre los gustos, las intuiciones, las ideas que se creen correctas, los prejuicios, el propio recorrido académico, entre otros. Pero además, la mirada personal se desarrolla en el seno de demandas colectivas, pues el conocimiento científico toma sentido y relevancia en la compleja trama de los procesos sociales.
Así, puede identificarse un interés que halle sustento o razón de ser no necesariamente en la academia, pues muchos interrogantes tienen origen en actividades, relaciones o pensamientos que hasta el momento no pudieron ser vinculados con precisión a los contenidos de un campo disciplinar. Suele ocurrir que pensamos en una idea que parece imposible de ser abordada por el campo desde el que trabajamos, pero es necesario no descartar ninguna posibilidad de antemano.
Este primer acercamiento a la definición de nuestro objeto de estudio puede graficarse utilizando un esquema de pirámide invertida, para ir de lo más general a lo más particular:
Situados en el campo de saberes desde el que trabajamos, esbozamos un primer acercamiento al tema, que puede ser más o menos específico. En este punto puede servir, como paso previo a la definición del tema, la selección del área temática en la cual circunscribiremos nuestra investigación.1
De todas maneras, como fue aclarado anteriormente, este esquema no se presenta como un recorrido lineal obligatorio hacia la definición de cada aspecto de la investigación. Si bien las áreas temáticas enmarcan a los temas, nada supone que éstas deban ser definidas con antelación al tema. De hecho la mayoría de los investigadores lo hacen al revés: primero delimitan el tema y luego lo circunscriben en el área temática que más se adecue a su trabajo.
Como último nivel en esta pirámide está la definición del problema de investigación. Cuando se enuncia el tema, la investigación aún se encuentra en un marco de generalidades. Así, sobre un mismo tema pueden formularse distintos problemas de investigación. También existen otros criterios de búsqueda en la definición de un tema: consultando las discusiones trabajadas en nuestro campo de estudio; recogiendo las inquietudes de otras personas; preguntando y debatiendo con profesores; haciendo una lectura reflexiva y crítica de libros, revistas especializadas, artículos, ponencias y demás materiales que disparen reflexiones en torno al campo de saberes; participando en conferencias, congresos, discusiones y demás formas de exposición y reflexión en torno a problemáticas de la comunicación.
Es necesario tener en cuenta que la instancia de realización de una tesis supone un momento de libertad de acción que tal vez no se encuentre en otros espacios de producción académica. Es este el momento de encarar un proyecto que satisfaga los deseos y las necesidades del tesista (tanto personales como sociales), pues por lo general no estará limitado por otras cuestiones que no sean las normas básicas que debe cumplir cualquier investigación científica para ser presentada como tal.
En esta instancia, uno de los prejuicios habituales entre los tesistas es pensar que si el tema elegido no es novedoso u original, no es digno de ser estudiado. Si bien es importante encontrar nuevos aspectos o factores estudiables, una investigación no debe pretender ser una nueva verdad sobre el campo disciplinar. El hecho de que el tema en proceso haya sido abordado en otros trabajos no impide avanzar en su desarrollo.2 Es muy común escuchar: “Elijo este tema porque no hay nada hecho al respecto en el campo”. Tal vez deberíamos pensar que si no se ha hecho nada es porque realmente ese tema no es pertinente o relevante para ser estudiado. Por eso la cuestión
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