Comportamiento De Un Comensal
Enviado por sadiaadriana • 29 de Junio de 2014 • 1.525 Palabras (7 Páginas) • 244 Visitas
INTRODUCCIÓN:
En la mesa es donde una persona demuestra su buena educación.
Es el lugar en donde se ve un verdadero caballero y una verdadera dama.
Son muchas las personas que parecen educadas en público, sus maneras y formas de hablar son correctas, pero en cuanto se sientan a la mesa se notan sus no muy buenas costumbres, y vemos que no saben comer, ni manejar los cubiertos, ni tener una postura elegante y natural. Por eso considero que para dominar la situación, se debe comenzar por hacer de ello un hábito, acostumbrar a los niños a que ya desde pequeños, y aunque estén en casa, tengan buenos modales y buenas maneras, ya que después les será más fácil convivir con personas que no pertenezcan a su familia.
Sabido es que los antiguos romanos comían tendidos en lechos llamados triclinios, éstos eran para tres personas, al comedor también lo llamaban así. Al empezar, los esclavos les lavaban los pies, les presentaban agua para lavarse las manos y los perfumaban. Luego los comensales se coronaban con rosas y, después de estas delicadezas, daban inicio al consumo de sus manjares (exceptuando los líquidos). Comían con los dedos, lo cual indica que se volvían a lavar las manos al final de cada servicio. Los huesos y demás desechos eran arrojados al suelo. (Podemos observar estas costumbres en los mosaicos de Pompeya.)
Las costumbres de los romanos fueron cambiando con el paso del tiempo y una de las primeras en desaparecer fue la de comer echado. En la Edad Media, en periodo anterior a las cruzadas, las costumbres en la mesa eran bastantes groseras. No se usaban manteles, tampoco se ponía plato para cada persona, las mesas eran redondas, rectangulares o semicirculares, en éstas los comensales se sentaban en semicírculo mientras los criados servían por el lado recto.
Alrededor de las mesas se colocaban paños, en las buenas mesas eran bordados y finos, creyéndose que harían a la vez de servilletas. Los manjares no líquidos eran servidos en fuentes planas o con pie que eran colocadas en el medio y así cada uno de los comensales se iba sirviendo, arrojando los huesos y desperdicios sobre la misma mesa. Comían sin plato ni tenedor, ponían pan y salero y un cuchillo el cual utilizaban para cortar una rebanada del pan en el cual ponían algún alimento. Bebían en crateras (recipientes especiales en que se mezclaban el agua y el vino), o de las botellas.
En el siglo XII desaparecieron los paños y aparecieron los manteles, ponían uno hasta el suelo y otro pequeño sobre él, los vulgares seguían comiendo en fuentes mientras que en las mesas más lujosas ya se ponían platos para cada comensal, continuaba la costumbre de seguir comiendo con los dedos. Esto explica las palabras de Jesucristo para designar al apóstol que lo había traicionado, cuando dice “El que mete las manos en el plato conmigo”.
Como vemos, la mesa ha sufrido distintos cambios y ha sido escuela de costumbres durante los tiempos de la historia donde no tienen importancia los cambios de las distintas variaciones de comidas, ni el arte de la degustación, sino el comportamiento de costumbres y hábitos que se han desarrollado.
Del análisis del comportamiento en las distintas mesas puede deducirse las distintas conductas de pueblos y culturas, vemos en la mesa de la Última Cena, ejemplo máximo de las comidas familiares o personales, donde el compartir dejaba lo propio y solitario del acto de comer, para convertirse en un acto exclusivo de las relaciones sociales entre los individuos.
No olvidemos cuando el rey comía solo en su mesa, y nadie podía sentarse a ella. A pesar que multitud de siervos se acercaban a él ofreciéndole manjares que prácticamente volvían a la cocina, sin haber sido probados, sirviendo ellos de alimento al personal del palacio. La Edad Media ofrecía entonces, el acto de comer como íntimo, entendiendo por íntimo, a lo solitario; donde el rey gozaba de excelentes viandas, y no tenía que hacer gala de su buena educación.
Por suerte, los tiempos cambiaron y las mesas modernas demuestran la necesidad de socializar. La mesa comienza a ser el lugar ideal para agasajar, se descubre que la mesa no es sólo el lugar más agradable para degustar los mejores platos, sino que era y es el mejor lugar para demostrar la cortesía a otras personas. Fue necesario para ello realizar cambios profundos, entre ellos: el lugar más importante donde sentar a los invitados; cómo decorar las mesas, ya no tenían que ser sólo los manjares los que la vestían, crear la atmósfera ideal, fue necesario crear comedores de gala, salas
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