Comportamiento Ejecutivo El arte de la prudencia
Enviado por Tristan Juarez • 21 de Noviembre de 2016 • Resumen • 5.937 Palabras (24 Páginas) • 288 Visitas
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Juárez Hernández Tristan Javier
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Comportamiento Ejecutivo
El arte de la prudencia
- Debes tener inteligencia y conocimiento. Las dos cualidades para hacerte admirable. Tener una sin la otra es felicidad a medias. Algunos no nos confirmamos con ser inteligentes. Queremos ser geniales. Infelicidad de necio tendrás si quieres demostrar ante la sociedad más de lo que la naturaleza te ha dado. Nunca debemos de quedarnos con lo que ya tenemos, no podemos conformarnos, siempre hay que aspirar a más, tener ambición de conocimiento, para poder crecer.
- No seas encerrado y escucha a los demás: “No hay nadie tan perfecto que no necesite alguna vez consejo. Es enfermo insoportable el necio que no escucha a nadie. El más preventivo debe dejarse aconsejar. Aun el muy poderoso debe tener humildad. Hombres tan inaccesibles que se caen porque nadie se atreve a ir en su auxilio. Ni aun el más autosuficiente ha de cerrar la puerta a la amistad, que será su socorro en los malos momentos.(…)” es necesario dejar que opinen las demás personas porque pueden hacernos notar puntos que no habíamos logrado percibir, podemos extraer conocimiento por parte de otros y abrirnos a más posibilidades; de misma forma otras personas podrían tener la razón y llevarnos a un camino mejor.
- Lleva las cosas creando suspenso. (…)Jugar con todas las cartas al descubierto, no es de utilidad ni de buen gusto. El no declarar mucho crea suspenso, y más cuando la importancia de tu cargo da lugar a que todos estén atentos a tus actos. Haz ver misterio en todo lo que hagas y eso hará que te veneren (…) Como diría mi abuelita: “ni todo el amor, ni todo el dinero, ni muy muy, ni tan tan” no podemos quedar vulnerables, porque algo que no tenemos asegurado, es tanto la vida, como las personas que permanecen en ella, tal vez en aquella persona que alguna vez confiamos, ya no lo podemos seguir haciendo y puede usar tus secretos o tus puntos débiles en tu contra.
- Si puedes dominar la pasión, apasiónate: “De ser posible, usa la prudente reflexión como freno al instinto del ímpetu. Esto no es dificultoso al que se acostumbra a ser prudente. Lo primero para aprender a apasionarte es tener clara conciencia de que estás apasionado, en ese mismo instante. De ese modo adquirirás el señorío y dominio de tus afectos y desafectos, de tus amores y odios, tanteando para llevar tu emoción sólo al punto conveniente; tal vez llegando al enojo y no más”. Es indispensable que todo lo que realizamos lo hagamos con pasión, puesto que lo harás de mejor forma, sacando lo mejor de ti y con mucho gusto, no te pesará realizar algo porque es lo que realmente te gusta e inspiraras a las demás personas a realizarlo de la misma forma.
- Busca alcanzar la excelencia. No naces hecho, sino que vas perfeccionándote diariamente, hasta llegar al punto de consumado ser, habiendo adquirido las prendas de sabiduría que te hacen superior. Se te reconocerá entonces en tu refinado gusto, cultivada inteligencia y maduro juicio, y dedicada voluntad.
- Cómo debes seleccionar a tus amigos: “Ha de ser a la luz de un examen de su afecto, probado en la fortuna y el infortunio. Que sean dotados no sólo de voluntad, sino también de buen entendimiento (…)”. La decisión de cuáles amigos elegir es la más importante de la vida, aunque es la menos cuidada por la gente. Algunos escogen a aquellos con los que se divierten, otros los eligen al azar. Pero es importante encontrar buena base para elegirlos, pues la sociedad te definirá por el tipo de amigos que tengas.
- Celebra las victorias de tus superiores. (…) Los príncipes gustan que se les ayude, y no que se les supere, y que cuando les adviertas de algo, se lo presentes como cosa que él sabía y había olvidado, y no como asunto ignorado por él y que tu inteligencia le hace ver. Todo vencido odia a quien lo venció. Y si es tu amo a quien vences, te considerará necio, y será fatal para ti. Siempre tu superioridad es aborrecida, y más cuando tiene que reconocerla tu superior jerárquico. Como aprendiz que supera al maestro, siempre hay que ser agradecidos por todo lo que aprendimos y que gracias a ellos, llegamos a donde estamos ahorita.
- Piensa dos veces antes de actuar: “Es mejor seguir ciertas reglas que actuar al azar. Las actuaciones impetuosas y sin cordura, son los deslizaderos por donde caes al fracaso. Tienes más riesgo de precipitarte en un instante de furia o contentura que en muchas horas de meditación. Por querer resolver algo demasiado rápido, puedes pasarte la vida luchando con el problema.
- Haz fama y fortuna: las dos en una. Lo que tiene una de inconstante, tiene la otra de firme, La primera es para vivir, la segunda para el mañana. Aquella contra la envidia, ésta contra el olvido. La fortuna se desea y tal vez se ayuda, la fama se diligencia. La fama siempre ha sido hermana de la grandeza. Por ello la gente famosa anda siempre por los extremos: son monstruos o prodigios, dignos de abominación o aplauso.
- Es bueno que conozcas tu principal defecto: “Nadie deja de tener algún gran defecto, que hace contrapeso a sus virtudes relevantes. Tú no eres la excepción. Si te inclinas apasionadamente en favor de ese defecto, se apoderará de ti como un tirano. Al descubrirlo, empieza enseguida a luchar contra él, expresando que estás tratando de superarlo. Hay que aprender a aceptarse y vivir con nuestros defectos, porque siendo conscientes de ellos sabremos actuar ante diversas situaciones teniéndolos en cuenta y luchando de la mejor forma contra ellos, para de esta forma nosotros dominarlos o dominarlo en vez de ellos a nosotros, tendremos un mejor control sobre nosotros.
- No permitas que tus cosas queden a medio hacer: “Disfruta su terminación. Todas las cosas, al principio se ven feas e irregulares, y si no las terminas, tu imaginación y la de los demás quedarán con la idea de que es algo mal hecho. Esto puede evitarse acabando por completo lo que se inicia. Pero tienes otra gran ventaja: si lo terminas, quien no haya visto el proceso de construcción, quedará impactado por la elegancia y solidez de tu obra. Todo es nada al comenzar, y lo que se deja sin terminar está más cerca de convertirse en nada que de convertirse en algo. A muchas mujeres no les gusta comer lo que cocinan, porque han visto las imperfecciones del proceso, y eso les produce desazón. No sienten la maravilla de la comida terminada. Trata por eso de que no vean tus obras antes de terminadas. Aprende de la naturaleza, que no rompe el huevo hasta que no está formado el pollito.”
Todo lo que realicemos a cada momento en nuestra vida debemos concluirlo, ya que considero que sentiremos una gran satisfacción al termino de algo que creímos que era difícil y eso nos llevará a crecer más como personas; nos ayudará a ser más seguros y tener confianza en nosotros mismos, de ser capaces de todo.
- Trata con quien puedas aprender. Debemos hacer de los amigos maestros, aprovechando el gusto de conversar para el útil aprendizaje. Ten buena relación con los entendidos valorando lo que te dicen, recibiendo con aplauso lo que te enseñan y tiene sabiduría.
- Valora más la calidad que la cantidad: “No consiste la perfección en la cantidad, sino en la calidad. Todo lo muy bueno ha sido siempre poco y raro. No se valora mucho lo que existe en abundancia. En vez de ser gigante hueco, vale más ser pequeño y sólido. Algunos estiman los libros por su tamaño, como si hubiesen sido escritos para ejercitar el brazo, cuando su fin verdadero es fortalecer la inteligencia. La extensión sola nunca ha pasado de la mediocridad, y es vicio de los hombres querer abarcar mucho, que es no abarcar nada. La intensidad te da sabiduría, te hace admirable y de alto espíritu.”
Considero que la calidad es aún más importante, porque todo lo que es de calidad será más duradero y más acercado a la perfección; es mejor algo por más pequeño que sea pero que tenga más trasfondo y de donde sacar provecho.
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