EL ARTE DE LA PRUDENCIA

ENSAYO DE EL ARTE DE LA PRUDENCIA

INTRODUCCIÓN:

Leí el libro el Arte de la Prudencia, en donde por medio de aforismos el autor Baltasar Gracián y Morales, nos da ejemplos de cómo por medio de la prudencia podremos alcanzar el éxito, lo curioso es que este libro se escribió en 1647 y sea un libro que es sumamente aplicable a nuestros tiempos. Nos deja ver normas y explicaciones de la conducta humana diaria, de cómo por medio de actos propios y ajenos formaremos nuestro porvenir, dependiendo como afrontemos los retos que la vida nos va poniendo en el camino.

Al leer sobre el autor y ver que era un sacerdote jesuita yo nunca hubiera imaginado que él escribiría un libro como éste, lleno de la verdadera naturaleza humana, de sus comportamientos, deseos, incongruencias, desatinos y valores para poder sobrevivir en una sociedad en crisis, siendo lo mas extraño que no menciona su modus vivendi, es decir el de ser una persona religiosa, excepto en su último aforismo “En una palabra: santo”.

DESARROLLO DEL TEMA:

Empezaremos por dar el concepto de prudencia y de aforismos.

prudencia.

(Del lat. prudentĭa).

1. f. Templanza, cautela, moderación.

2. f. Sensatez, buen juicio.

3. f. Rel. Una de las cuatro virtudes cardinales, que consiste en discernir y distinguir lo que es bueno o malo, para seguirlo o huir de ello. (1)

aforismo.

(Del lat. aphorismus, y este del gr. ἀφορισμός).

1. m. Sentencia breve y doctrinal que se propone como regla en alguna ciencia o arte. (2)

(1) Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.

(2) Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.

En resumen el arte de la prudencia con sus 300 aforismos breves nos ayuda a reflexionar y a considerar los efectos que pueden producir nuestras palabras y acciones, teniendo como resultado un actuar correcto en cualquier circunstancia, vemos muchos ejemplos de cómo hay que actuar siempre con la mayor de las conciencias para hacerle frente a las situaciones ordinarias de la vida.

Es un libro que nos da consejos y reglas para conducirse por la vida, y teniendo como el principal motor a la prudencia como la principal norma de conducta que llevando a cabo obtendremos el triunfo en la vida cotidiana.

En sus aforismos encontramos reglas para saber vivir bien, entre ellos encontramos el como conducirse con inteligencia, saber soportar a necios, el que busques siempre la excelencia, en que hagas fama y fortuna, el siempre rodearte de personas de los que les puedas aprender, el tener siempre buenas intenciones, el que evites perder tu buena reputación, el que no te dejes dominar por tu imaginación, el siempre hallarle el punto débil a cada persona, el que tengas entereza, que cultives la buena conversación, el que busques la felicidad, que seas una persona instruida para que puedas mantener una conversación, deja pasar lo malo o lo que no te va a traer nada bueno, no dejes que conozcan tus debilidades, hay que saber escuchar, responsabilízate de tus errores, se prevenido, no ser ligero al creer o decidir, atesora a tus amigos, mantén buenas relaciones, domina tus defectos, pelea con ética, ayúdate a ti mismo, vive sin prisa, no seas obstinado, deja el pasado atrás, conoce en que oficio eres bueno, viaja, esfuérzate, se correcto en palabras y obras, se discreto, piensa dos veces antes de actuar, mantén tus opiniones y decisiones, ten y demuestra tu cultura, no presumas, no seas insensato, no seas agresivo, no decidas guiado por la primera impresión, respétate y respeta, entre otros.

Voy a tomar unos aforismos que fueron mis favoritos.

9. Disimula los defectos de tu país.

Recuerda que el agua participa de las cualidades

buenas o malas del tubo por donde

pasa, y el hombre participa de las del ambiente

donde nace. Todos deben, unos más

que otros a sus patrias, pues a unos les fue

favorable el momento de apogeo de ésta.

No hay nación que no tenga algún defecto:

incluso las más cultas, que por ello censuran

a las demás, por cautela o consuelo propio.

Corregir o por lo menos disimular o desmentir

estas faltas, será una victoriosa destreza

tuya. Con ello consigues plausible crédito

entre tu gente, pues lo que se veía como un

defecto lo conviertes en virtud. Hay también

achaques de la ascendencia o linaje, del

estado, del empleo o la edad que si afectan

todos a una persona, y no se atienden a

tiempo, hacen que sea vista como un monstruo

intolerable.

Se me hace un tema por demás importante, y es algo en lo que debemos de tomar acciones serias y definitivas, tuve la oportunidad de salir de viaje este verano e ir a conocer otros países y me dio pena que allá sólo conozcan lo malo que pasa en nuestro país, y que no conozcan lo maravilloso que es México, pensando en esto, y poniendo como ejemplo a los mineros de Chile, me di cuenta en como manejaron tan bien ese problema que el mundo entero estaba al pendiente de lo que pasaba allá, sin echarle la culpa a nadie, todos trabajando por el mismo objetivo y al final teniendo éxito en la misión, tristemente pensando que si hubiera sido aquí, otro resultado se habría dado, ya que todo el mundo se hubiera echado la culpa, la compañía minera, el municipio, el estado, bueno hasta el gobierno federal y la verdad hasta dudo que los hubieran salvado; todos somos mexicanos y por lo tanto tenemos mucho trabajo por hacer.

12. Refina lo que te dio la naturaleza.

No hay belleza que no haya sido trabajada,

ni virtud que no luzca bárbara sin el

brillo de la elaboración. Lo que se pule mejora

lo malo y perfecciona lo bueno. Si te

quedas en lo que te dio la naturaleza, serás

común y corriente. Aplícate cada día al arte

de superarte. Sin este esfuerzo, la mejor persona

luce rústica, y a quien carece de cultura

le falta la mitad de las virtudes. Todo

hombre luce tosco si no se ha cultivado, y

es menester refinarse para alcanzar la perfección.

Simplemente supérate, en tus defectos y en tus cualidades.

14. La dura realidad, endúlzala con

buenas formas.

No basta la sustancia,

hay que ver la circunstancia. Si no tienes un

buen modo de hacer o decir las cosas, todo

se te dañará, aun cuando tengas razón y justicia

en tus propósitos. Quien se muestra bueno,

todo lo cura: dora el “no”,

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