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El Arte de la Prudencia


Enviado por   •  23 de Noviembre de 2013  •  2.716 Palabras (11 Páginas)  •  286 Visitas

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El Arte de la Prudencia es como una especie de manual formado por trescientos aforismos, los cuales nos hablan acerca de cómo enfrentarnos a la sociedad y la forma en cómo podemos mejorar nuestra relación con los demás de manera inteligente y prudente, y así, alcanzar el éxito en la vida. Los aforismos que se mencionan, van encaminados a guiarnos para llegar a ser unas personas inteligentes y saber actuar en cada momento de nuestras vidas con prudencia y perspicacia. En este ensayo, explicare algunos de los aforismos que me resultaron interesantes y en lo personal, creo que si los sabemos utilizar en determinados momentos de nuestra vida, nos serán de mucha ayuda para lograr alcanzar el éxito.

Algunos de ellos nos hablan sobre como tener un buen comienzo, nos aconseja que hay que comenzar con honradez ya que si se tiene una gran expectativa desde el principio quizás no se pueda llegar a lo que se esperaba. Hay que estar conscientes siempre de la realidad de lo que queremos lograr, pues es muy fácil imaginarlo pero las dificultades vendrán al tratar de conseguirlo. Es mejor que la realidad supere lo que nos planteamos desde un principio y logremos más de lo que esperábamos, que decepcionarnos por no haber cumplido con las grandes expectativas. Hay que conocer cuáles son nuestras mejores cualidades para así empezar a mejorar las demás; las dos cosas que se necesitan para dar a conocer estas cualidades son la inteligencia y el carácter, no es suficiente ser inteligente sino también hay que tener el carácter para saber cómo utilizar la inteligencia. Hablando de otras cualidades que son también de suma importancia, se mencionan el saber y el valor, es esencial para toda persona el poseer conocimientos, ya que sin ellos, prácticamente no se es nada; la sabiduría debe ir acompañada del valor, es decir, poseer también juicio y fortaleza. El hombre prudente sabe que puede conseguir un aprendizaje de su relación con los demás, por ejemplo, en su convivencia con los amigos, si lo sabe aprovechar, puede aprender cosas buenas de cada uno de ellos, en su trato diario, en las conversaciones, a veces sin siquiera darse cuenta, está aprendiendo de ellos, debe acompañarse de hombres sabios que le sean útiles al momento en el que se enfrente con problemas debido a la ignorancia. Al momento de querer hacer algo, hay que tener una doble intención, es decir, hacer lo que los demás esperan que hagamos, hay que actuar con disimulo y astucia para después lograr lo que nadie imaginaba que lograríamos y de esta forma, conseguir su asombro. Por esto mismo, no debemos actuar siempre de la misma manera y que los demás imaginen ya lo que haremos; debemos aprender a ser sutiles en nuestros actos y no caer en la rutina. Hay que saber cómo llevar a cabo una conversación amena e interesante para cada momento, de manera que quienes conversen con nosotros puedan aprender algo, ya que a veces, se adquiere una mayor sabiduría en las relaciones sociales que en la enseñanza académica. Hay que aprender a tratar con los demás, ser cortes, para así conseguir su afecto y admiración, hablar bien pero que nuestros hechos superen nuestras palabras.

Una de las grandes cualidades que debemos poner en práctica es el saber elegir, es necesario tener un buen gusto ya que no es suficiente la inteligencia, no podernos lograr la perfección sin una buena elección, esta tiene como ventaja el poder elegir lo mejor. Debemos aprender a ser inteligentes pero a la vez audaces, no hay que pensar demasiado las cosas, un hombre inteligente sabrá cómo resolver un asunto de manera correcta y rápida. Cuando se llega a tener una excelente comprensión de las cosas, el gusto se mejora, pues se necesita de mucho para poder satisfacer una gran capacidad, pero tampoco debemos volvernos tan exigentes y que todo nos resulte desagradable, ya que esto sería una exageración. Un hombre sabio nunca dependerá de sus cambios de ánimo, hace una reflexión de sí mismo para conocer cuáles son sus cualidades y debilidades y así llegar a tener un equilibrio emocional para que esto no llegue a afectarlo. No debemos decir si a todo, pero hay que saber la forma correcta de negar las cosas; existen hombres que lo primero que dicen es no, sin siquiera pensarlo y, aunque después ceden no se les toma en cuenta por la forma en que primero se negaron; no se debe de negar de un solo golpe, debemos aprender a disfrazar el no de manera cortes y tampoco se debe negar del todo, lo mejor será dejar pequeñas posibilidades para evitar que el no sea muy amargo. Los hombres que son decididos, con gran juicio y determinación tienen confianza en sus actos y así pueden experimentar cosas nuevas con más seguridad. Volverse inaccesible solo demuestra ser alguien que se desconoce a sí mismo, alguien que al conseguir un puesto importante cambia su forma de ser, cuando para conseguirlo hicieron todo por ganarse la aprobación de todos y por esto deberían seguir comportándose igual que antes de ascender. Una buena técnica para ganarse la simpatía de los demás es el saber adaptarse a ellos, observar los distintos caracteres y saber cómo ajustarse a cada uno de ellos; poseer esta gran capacidad es indispensable para aquellos hombres que dependen de otros, esto resulta menos complicado para el hombre sabio y de amplio conocimiento. Lo que hace a un ser como persona es la cultura que va adquiriendo a lo largo de su vida y entre más grande sea esta, mas grande será la persona; pero para que esta no llegue a ser grosera requiere de un refinamiento al igual que la inteligencia. Cuesta mucho el conseguir una buena reputación pero, una vez conseguida, se mantiene con facilidad. Para poder llegar a ser dueño de sí, primero debe conocerse a sí mismo, esto podrá logarlo reflexionando sobre sí mismo, tiene que conocer la capacidad de su prudencia y perspicacia para emprender lo que sea que se proponga. Un buen sentido es la base de la prudencia, todas las acciones en la vida dependen de la influencia de este, pues si queremos que algo sea correcto debemos hacerlo con un buen sentido y de acuerdo con la razón. La clave de la prudencia consiste en nunca perder la compostura, ante cualquier situación.

Cada hombre debe procurar que todas sus acciones sean, si no iguales a las de un rey pero si dignas de él, y que por sus actividades y méritos, su conducta se asemeje a la de un rey. El hombre que habla de un solo tema y trata continuamente de un solo asunto suele llegar a ser pesado, en cambio la brevedad agrada más, algo que es bueno y breve, será el doble de bueno. Al elegir a los amigos se debe procurar juntarse con alguien cuya personalidad sea contraria a la nuestra, de esta manera se conseguirá la moderación, un punto medio; el saber adaptarse se considera una gran destreza., el saber relacionarse con los demás es un tipo de atajo para llegar

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