Comunicacion Social
Enviado por juanandres0412 • 15 de Octubre de 2011 • 781 Palabras (4 Páginas) • 727 Visitas
UNA IMAGEN VALE MÁS QUE MIL PALABRAS.
¿SERÁ QUE UNA ACCIÓN VALE MÁS QUE DOS MIL?
Según Joan Costa, “La Acción es comunicación y la Comunicación es acción” ; es decir toda acción comunica. ¿Pero ésta acción siempre llega de manera qué el objetivo fijado se cumpla? No es fácil responder a ésta pregunta, para ello se debe tener en cuenta ciertos aspectos como la diversidad de la humanidad y sus grandes diferencias físicas, culturales, sociales, ideológicas, de comportamiento, entre otras; que responden a las preferencias o gustos de cada individuo; al igual que la reacción, percepción o entendimiento que cada uno tiene en distintas circunstancias. Otro aspecto de gran influencia es la forma o canal en que se envía dicha acción; puesto que dentro del lenguaje no verbal se da mucha importancia a la aplicación de la quinésica y proxémica a la hora de comunicar.
Para poder explicar mejor este tema citaré una experiencia personal que refleja claramente cómo el objetivo de la comunicación no se cumple al haber discordancia con las acciones. Cierto día de “shopping” en un conocido centro comercial de la capital, en compañía de mi mejor amigo, me dirigía a comprar un cinturón. De repente, en el lapso hasta llegar al local pensado, tres señoritas vestidas de igual forma nos cerraron el paso acorralándonos hasta el pasamano del pasillo. “¡Mira, que camisa más divina, pruébate!”, “¿Deseas un caramelo?”, “Bienvenidos amigos, sigan” – nos decían cada una sin parar, buscando que entremos y salgamos con algo en las manos. Si servicio se considera como una serie de beneficios clave que se derivan para los clientes, teniendo en cuenta el esfuerzo y el tiempo necesario para obtener dichos beneficios ; yo me pregunto: ¿qué beneficio quisieron ofrecerme las señoritas?, ¿acaso me vieron necesitada de una “divina” camisa o un caramelo? ó ¿serían ellas las que necesitaban desesperadamente conseguir una venta?, ¿estará la empresa en quiebra? No son más que algunas de las ideas que se me vinieron a la cabeza después de sentirme acosada y “huir” de aquel local.
Analizando desde un punto de vista corporativo, estoy segura que el objetivo de las señoritas no era el asustarme, sino buscar mi máxima comodidad y talvez sí, conseguir una venta segura. Pero para esto se debe buscar un progreso en términos de cómo el cliente percibe la calidad que se ofrece (calidad percibida) y lo que realmente se le proporciona (calidad real) ; puesto que aquí es donde entra la gran diversidad humana y nos encontramos con algunos clientes que prefieren la atención inmediata y totalmente personalizada, que se les pregunte por sus gustos, necesidades y límites de compra; y se les enseñe toda variedad posible del producto hasta el punto de elegir por ellos. Y por otro lado aquellos clientes a los que les molesta esa constante insistencia, que prefieren
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