Conflicto Albano-Kosovar

El Conflicto Albano-Kosovar.

Se le denomina comúnmente “Conflicto Albano-Kosovar” al enfrentamiento de naturaleza étnica y religiosa que se ha venido generando durante años entre serbios y albaneses.

A los fines del presente ensayo, es necesario saber que se les llama albano-kosovares a los habitantes de Kosovo de etnia albanesa.

Kosovo es una provincia de 10.887 km2, que junto con Vojvodina conforman Serbia. Tiene una población de unos 2 millones de habitantes, el 90 por ciento de los cuales es de origen albanés, y en su mayoría musulmanes. El resto son serbios y su religión es el cristianismo ortodoxo; esta minoría es la que controla la vida de la provincia de manera absoluta. Es una de las regiones más pobres de Europa. Su capital es Pristina.

El territorio de Kosovo ha sido siempre motivo de disputa entre los serbios y albaneses, debido a que los albaneses afirman que son ellos los habitantes originales de esa región, por ser descendientes de una raza de guerreros que hábito esa región balcánica. Por otra parte, los serbios aseguran que Kosovo se encuentra situado en el corazón de su reino y que esto explica debido a que en la Edad Media solo habitaban unos cuantos albaneses.

Sin embargo, a pesar de que la cuestión del territorio ha sido determinante en los enfrentamientos entre serbios y albaneses, en este conflicto han incidido otros factores que van más allá del problema territorial: los odios y las diferencias étnicas y religiosas se han apoderado de esta región, lo que la ha convertido en un verdadero campo de batalla. Kosovo es a los serbios y albaneses lo que es Jerusalén a los judíos y musulmanes.

Además de lo anteriormente mencionado, otros factores que han influido en estos conflictos son las grandes diferencias existentes entre serbios y albaneses, entre otras podemos citar: en cuanto a la población, antes de la salida masiva de los refugiados, los albanos-kosovares suponían el 90% de la población, mientras que la población serbia va reduciéndose con el tiempo en la provincia. En cuanto al idioma; el de los albano-kosovares es de origen indoeuropeo, mientras que el de los serbios es una lengua eslava. En cuanto a la política; Kosovo funcionaba como una Republica en 1974, aunque no lo fuera oficialmente, mientras que cuando Slodoban Milosevic era presidente de Serbia revoco la situación de autonomía a Kosovo e instauro un régimen militar en la provincia. En cuanto a la religión; la mayor parte de los albano-kosovares son musulmanes, mientras que los serbios practican el cristianismo. En cuanto a la historia; los albano-kosovares se consideran descendientes directos de una tribu balcánica que habito Kosovo en la antigüedad, mientras que en el caso de Serbia, la Iglesia Ortodoxa serbia estuvo en un principio asentada en Kosovo. Otro factor de presión en la región fue el empeoramiento de la situación económica y la ausencia de empleos.

El conflicto surgido entre serbios y albano-kosovares se produce debido a la intención de los albaneses de independizarse de Yugoslavia.

Las presiones entre los dos pueblos han estado presentes durante todo el siglo XX y han ocasionado muchos hechos de violencias, especialmente durante la primera guerra balcánica, la primera y segunda guerra mundial. Ante estas manifestaciones, el gobierno comunista de Josip Broz Tito respondió con represión con el propósito de mantener un balance entre las diferentes republicas. En 1945 la población de Kosovo era en su mayoría de origen serbio, pero ya a finales del siglo, los asentamientos albaneses habían pasado a ser mayoría en la región. Para los años 1960, el nacionalismo albanés había empezado ya a tomar forma, a pesar del carácter represivo del régimen.

En 1974, Kosovo es dotado de mayor autonomía, de un lugar en el consejo de la presidencia y su propia Asamblea, fuerza policial y banca, todo esto controlado por el partido comunista de la región.

Luego de la muerte del presidente Tito, aumentaron las demandas de los albaneses de constituir una republica federada yugoslava plena, lo que era inaceptable para los serbios y macedonios. A estas demandas se respondió con más represión y cientos de albaneses fueron asesinados. Por su parte, los serbios que vivían en Kosovo denunciaban que eran maltratados por la mayoría albanesa.

Cada comunidad tenía como objetivo principal hacer desaparecer la presencia de la otra comunidad de Kosovo.

Slodoban Milosevic, quien presidia el Comité Central de la Liga Comunista de Serbia en 1987, se traslado a Kosovo para declarar su apoyo a las reivindicaciones de la población serbia, obteniendo así el apoyo de la población serbia de toda Yugoslavia, allanando el camino hacia la presidencia de Serbia. Para alcanzar la presidencia Milosevic enfrentaba un gran reto, conseguir el apoyo de la representación de Kosovo. Para 1988, los líderes albaneses del partido comunista de Kosovo fueron arrestados.

Para 1989, Milosevic proyecto una revisión constitucional que suprimió la autonomía de Kosovo. Los líderes albano-kosovares contestaron incitando a su pueblo a detener la cooperación con el gobierno de Serbia. En 1990, los dirigentes kosovares promulgaron una "Declaración de Independencia" y proclamaron de manera unilateral el establecimiento de una "República de Kosovo".

La eliminación de la autonomía fue justificada como la única solución que permitía proteger la minoría serbia de los abusos de la mayoría albanesa de Kosovo. Luego de esta orden el conflicto entre albaneses y serbios se intensifico.

En mayo de 1992, en unas elecciones clandestinas los albano-kosovares eligieron como presidente a Ibrahim Rugova, quien recomendó que no se utilizaran métodos violentos y convenció a su pueblo de que la comunidad internacional forzaría a Serbia a otorgar la independencia a Kosovo.

Mientras en Kosovo surgían todos estos problemas, la comunidad internacional se alarmaba por los enfrentamientos entre albaneses y serbios y temía que sucediera lo mismo que en el conflicto de Bosnia. En diciembre de 1996, la Asamblea General de las Naciones Unidas emitió una resolución, exigiéndole al gobierno de Yugoslavia la puesta en libertad de los presos políticos de Kosovo, el cese de la persecución a las organizaciones defensoras de los derechos humanos, el respeto a la voluntad de los albaneses de Kosovo y un intento de diálogo con sus representantes. Finalmente, estas demandas fueron ignoradas.

Ante el fracaso de los intentos por solucionar los conflictos en Kosovo, la comunidad internacional propuso un plan de paz que buscaba una salida pacífica y de esta forma evitar la intervención de la OTAN. La única propuesta aceptada por los albano-kosovares les otorgaría autonomía política durante tres años, a pesar de que la provincia

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