Conflicto Rio De Janeiro
Enviado por • 8 de Abril de 2014 • 1.496 Palabras (6 Páginas) • 352 Visitas
Consecuencias del Protocolo de Río de Janeiro[editar]
Según la tesis ecuatoriana, por el Protocolo de Río de Janeiro el Ecuador fue despojado de más de 200.000 kilómetros cuadrados de territorio amazónico, que pasaron a ser territorio peruano. Para el Perú, sin embargo, el Ecuador nunca poseyó dicho territorio, y lo que hizo el tratado fue obligar a este país a renunciar a sus reivindicaciones de soberanía en esa zona.
Más allá de las posiciones nacionales, también existieron en esta guerra intereses internacionales y un "fuerte olor a petróleo". Jaime Galarza Zavala, escritor ecuatoriano, publicó a principio de los años 70 un libro titulado "El festín del petróleo", en el que trata diversos aspectos relacionados con los intereses petroleros que, según él, estuvieron en juego en el conflicto entre Ecuador y Perú. Galarza Zavala propone claramente en su obra, que la guerra de 1941 entre Ecuador y Perú fue un conflicto ligado a los intereses petroleros de dos compañías, de las que una era inglesa y la otra norteamericana. De acuerdo al texto, los ecuatorianos representaban los intereses de la compañía inglesa y los peruanos los de la norteamericana. Perú salió victoríoso de esa guerra y, por ende, la compañía petrolera estadounidense que estaba con el gobierno de esa nación.
Un aspecto que concuerda con esta teoría ha sido notado por el geógrafo francés Jean Paul Deler (que ha trabajado en toda la región andina) en su obra Ecuador, del espacio al estado nacional, Quito, 1987, en donde advierte lo siguiente:
Existe una notable concordancia entre el trazado de la frontera de 1942 y los límites orientales de una inmensa concesión otorgada en 1937 a una filial de la Royal Dutch Shell por el gobierno ecuatoriano, en detrimento de una filial de la Standard Oil of New Jersey.
Entre los héroes de la campaña de 1941, se tienen por el ejército peruano al Cap. Alejandro Romaní Chávez, Tn. Pedro Guillén, entre otros, José Abelardo Quiñones.
Dificultades en la demarcación fronteriza[editar]
Para llevar a cumplimiento la demarcación de la frontera según las instrucciones del Protocolo de Río, ambos países formaron comisiones mixtas demarcadoras, que comenzaron la labor de colocación de los hitos fronterizos a medíados de 1942.
Pronto, sin embargo, quedó demostrado que la labor de demarcación en sí misma se prestaba para malentendidos y encerraba ya el germen de posteríores conflictos. Las divergencias de pareceres entre las comisiones sobre la interpretación de las instrucciones fijadas por el Protocolo tenían dos causas fundamentales: en primer lugar, ambas naciones interpretaban de manera distinta accidentes geográficos claros y definidos, un ejemplo de lo cual fue la definición del cauce del río Zarumilla. En segundo lugar, y esto referente a la delimitación de la frontera en la región amazónica, la falta de conocimiento detallado en 1942 acerca de la geografía de grandes áreas de dicha región había obligado a los firmantes del Protocolo a utilizar fórmulas generales y poco específicas, tales como "nacientes del río X" o divortium aquarum (divorcio o separador de aguas), las que naturalmente podían prestarse para diversas interpretaciones, de acuerdo a los intereses de cada país.
Ecuador y Perú veían con distintos ojos la aparición de dichos impasses. Para Perú, las protestas y reclamos ecuatorianos no eran sino una maniobra de dicho país para desconocer el Protocolo de Río y perennizar un conflicto que debía haber quedado superado definitivamente. Para Ecuador, en cambio, las interpretaciones peruanas eran vistas como el intento del vecino del sur por trazar los límites interpretando el Protocolo de acuerdo a sus conveniencias, aprovechando para ello de su posición de país más poderoso, y amagando con hacer uso de la fuerza en caso de ser necesarío. Así, el Protocolo de Río, lejos de terminar con la vieja disputa entre ambas naciones, inauguraba un nuevo período de tensiones ecuatoriano-peruanas, caracterizado fundamentalmente por la desconfianza y el resentimiento, sentimientos que enraizaron más en Ecuador que en Perú, país que intentaba cerrar un frente de potenciales conflictos para concentrarse en el peligro que se consideraba como más inmedíato para su seguridad nacional, las diferencias y tensiones con la República de Chile.
El divortium aquarum: la demarcación se suspende indefinidamente[editar]
Como quiera que fuese, las comisiones demarcadoras fueron realizando su labor, y reportando las discrepancias a medida que éstas iban surgiendo. De esta manera, varias divergencias fueron superadas medíante la intervención del canciller de Brasil, Oswaldo Aranha, dejándose otras en manos del capitán Braz Días de Aguiar, también brasileño, quien dio
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