Conocimiento humano metodologia

El Conocimiento


El filósofo alemán Nicolai Hartmann (1882­1950) fue quien propuso una descripción del fenómeno del conocimiento que ha sido aceptada, en general, por quienes se han ocupado de este problema. Hartmann postuló que el conocimiento es un tipo de relación que se establece entre un sujeto y un objeto y sostenía que:

No podría haber conocimiento si faltara alguno de estos polos de la relación.

El objeto

La palabra ‘objeto’, en este caso, no remite necesariamente a una cosa material. El objeto de conocimiento es lo que un sujeto pone frente a él por estar interesado en conocerlo. Los objetos de conocimiento pueden ser:

●        cosas        materiales        y        tangibles        (edificios,        ciudades, herramientas)

●        entes inmateriales (números, ideas, teorías)

●        seres vivos (animales, plantas, bacterias)

●        sensaciones (dolor, placer)

●        estados psíquicos (angustia, depresión, alegría)

●        obras artísticas (musicales, literarias, pictóricas).

Objeto (proviene de “ob-yectum”, en latín: “yectum” es “arrojado”, el prefijo “ob” significa “hacia adelante”). Podemos observar que hay distintos tipos.
En principio conocemos los objetos que nos rodean, aquellos que ocupan un lugar en el espacio y el tiempo (objetos reales).
Pero también podemos conocer objetos que no tienen existencia espacio-temporal (objetos ideales), que son aprehensibles. Por ejemplo, los números, podemos observar dos piedras, dos elefantes o dos estrellas, pero las relaciones entre los números (2+3 = 5), no son directamente observables.
Los números y las fórmulas geométricas son abstractas, no tenemos experiencia directa de ellas, se nos presentan en dos dimensiones, por ejemplo en un gráfico en papel o en una calculadora científica. Sin embargo, nos permiten conocer relaciones y procesos entre las cosas empíricas.
Existe la posibilidad de conocer a otros sujetos, o a través de la introspección llegar a conocer nuestro estado de ánimo o nuestro deseo, pero cuando hacemos esa operación estamos poniendo en lugar de objeto de conocimiento al otro sujeto, o a nosotros mismos.

En conclusión: todo puede ser objeto de conocimiento.

¿Quién conoce? 

El sujeto, un ser humano particular, con determinados conocimientos y experiencias previas, con determinado estado afectivo, una estructura de personalidad, en circunstancias determinadas.

El conocimiento es una relación entre sujeto y objeto

Sujeto y objeto son conceptos interdependientes. Sólo puede haber objeto de conocimiento para un sujeto cognoscente y alguien es sujeto cognoscente si tiene ante él a un objeto de conocimiento. Veamos un ejemplo: si un científico está interesado en estudiar el fenómeno del sueño, entonces el sueño pasa a ser su objeto de conocimiento y el científico, al investigar ese objeto, cumple el rol de sujeto cognoscente.
El conocimiento implica entonces una acción del sujeto. En principio, esta acción consiste en atender a un aspecto de la realidad y en transformarla (por medio de esa atención) en objeto. La realidad que nos rodea nos ofrece infinidad de fenómenos, muchos de ellos muy complejos. Pero la actividad del conocimiento no se aplica a toda la realidad, sino a un aspecto de ella que (por diversos motivos) nos interesa especialmente.

¿Cuándo hay conocimiento?

Cuando en la relación cognoscitiva el sujeto capta, aprehende cualidades del objeto. Tal aprehensión sucede cuando el sujeto obtiene una imagen. Ésta se constituye con las características captadas del objeto por el sujeto. Sinónimo de imagen son idea, noción, concepto.
Pero sólo habrá conocimiento si la imagen repite las propiedades del objeto, o sea, si hay adecuación o coincidencia entre la imagen mental y el objeto conocido. Sólo en este caso la imagen es verdadera. Hay conocimiento solamente cuando dicha imagen es verdadera. La imagen luego puede ser expresada en lenguaje.

El sujeto (S) trasciende (se extiende más allá de sí mismo), esto quiere decir que el sujeto “sale”, llega al objeto (0) y regresa. Este movimiento es el que le permite aprehender las características del objeto. Al volver, el sujeto se ha modificado, ahora tiene una imagen (I) del objeto. El sujeto es receptivo, es capaz de captar características (imágenes) del objeto.
Podemos observar la relación en el siguiente gráfico:
[pic 1]
                                 


El conocimiento tiene lugar cuando el sujeto cognoscente logra captar características esenciales del objeto. Las características esenciales de un objeto son aquellas que lo hacen ser lo que es, aquellas que lo definen.

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