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Consumo Y Ahorro


Enviado por   •  23 de Mayo de 2015  •  2.201 Palabras (9 Páginas)  •  255 Visitas

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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del poder popular para la educación

Instituto Universitario De Tecnología Industrial

“Rodolfo Loero Arismendi”

Extensión-Cumaná

El consumo y el ahorro de Keynes

Prof: Jesús Arenas

U2DJ

Integrantes:

Yorllina De la Rosa CI: 25.983.315

Nathaly Mago CI: 20.575.845

Lorena Alonzo CI: 24.753.251

Cumaná, Mayo del 2015

Introducción

El principal problema que enfrentaba el mundo de los años 30 era el enorme desempleo. Frente a esto, la tradición de la economía clásica planteaba que, por tratarse de una cuestión puntual, el desequilibrio momentáneo se ajustaría automáticamente por medio de una baja en los salarios. Keynes, sin embargo, discrepaba por completo: la economía se podía encontrar en equilibrio, pero con un alto nivel de desempleo. Para él, la desocupación existente en Inglaterra, lejos de ser puntual, era estructural. Frente a esto, la autoridad debía hacer un enérgico uso de la política fiscal (impuestos y gastos gubernamentales) para "desatascar" la economía. en el fondo, lo que proponía era que el estado complementara el mecanismo de mercado del sector privado, que no conseguía resolver por sí mismo el problema de la ocupación. El planteamiento general que hizo Keynes en materia económica es que se debía incrementar el gasto público en los períodos de recesión -haciendo que el estado incurriera en un déficit- para generar demanda adicional que estimulara la inversión y disminuyera el desempleo. De esta forma, Keynes confiaba en que el gobierno podía moderar y hasta eliminar los ciclos económicos interviniendo en la economía. La importancia de la teoría general de la ocupación, el interés y el dinero fue tal que, para muchos, funda la macroeconomía, una de las ramas de la teoría económica moderna, dedicada a explorar las relaciones entre los grandes agregados de la renta nacional.

Otro aspecto fundamental en la economía keynesiana es el papel que juegan las expectativas sobre el ciclo económico. el autor consideraba que éstas -las cuales dependen exclusivamente de factores psicológicos- tienen efectos importantísimos sobre la inversión y, por tanto, sobre la economía en general. Sin embargo, las decisiones de ahorro las toman los individuos en función de sus ingresos, mientras que las decisiones de inversión las toman los empresarios en función de sus expectativas. de este modo, no hay ninguna razón para que el ahorro y la inversión coincidan, como lo había señalado la mayor parte de los economistas clásicos.

Así, cuando las expectativas de los empresarios son favorables, éstos están más dispuestos a realizar proyectos de inversión, lo que provoca una fase expansiva y un gran crecimiento a la economía. Por el contrario, cuando las expectativas son desfavorables, la contracción de la demanda puede provocar una depresión. y es precisamente ante esto que el estado puede impedir la caída de la demanda aumentando sus propios gastos. En cualquier caso, lo que Keynes quiso transmitir es que el futuro era desconocido y "desconocible" -en el sentido de que no puede inferirse racionalmente-, debido a que está fuertemente marcado por variables psicológicas. Al hacer esta observación puso una enorme interrogante a la capacidad de realizar pronósticos útiles en la economía.

La Teoría General De Keynes

La teoría general de la ocupación, el interés y el dinero de John Maynar Keynes, publicada originalmente en 1936, vino a enfrentarse a las posiciones clásicas que prevalecían hasta ese momento Keynes dudaba que las fuerzas del mercado fueses capaces de restablecer, a largo plazo, el pleno empleo. “A largo plazo –afirmaba- todos estaremos muertos”.

En su teoría general, plantea dos proposiciones que a nuestro modo de ver son las columnas vertebrales de la misma:

A) El equilibrio con desempleo: a diferencia de los clásicos, Keynes sostenía que en una economía de mercado era posible mantener una situación de equilibrio con desempleo. Al respecto afirma:

Necesitamos desechar el segundo postulado de la doctrina clásica y elaborar la teoría del comportamiento d un sistema en el cual sea posible la desocupación involuntaria en un sentido riguroso.

No conforme con lo anterior, profundizaba su enfrentamiento con los clásicos al afirmar que en caso de que se alcanzase el pleno empleo, esto no pasaría de ser una circunstancia temporal. Así al referirse a las características de las fluctuaciones en la producción y la ocupación en una economía de mercado, sostenía que estas podían:

…permanecer en condiciones crónicas de actividad subnormal durante un periodo considerable, sin tendencia marcada a la recuperación o el derrumbamiento. Más aun, las pruebas indican que la ocupación plena o casi plena ocurre rara vez y tiene poca duración.

B) La obligación del estado de intervenir para estimular la demanda agregada y así propiciar pleno empleo: Argumentaba Keynes que el desempleo masivo es el resultado de una demanda agregada insuficiente. Por lo tanto, para corregir tal situación el estado debía intervenir y establecer ciertos “controles vitales” a fin de ejercer una influencia orientadora a través del sistema impositivo, del gasto público, fijando la tasa de interés y por “otros medios”. Al respecto afirma:

Creo por tanto, que una socialización bastante completa de las inversiones será el único medio de aproximarse a la ocupación plena; aunque esto no necesita excluir cualquier forma, transacción o medio por los cuales la autoridad pública coopere con la iniciativa privada. Pero fuera de esto, no se aboga francamente por un sistema de socialismo de estado que abarque la mayor parte de la vida económica de la comunidad. No es la propiedad de los medios de producción la que conviene al estado asumir. Si este es capaz de determinar el monto global de los recursos destinados aumentar esos medios y la tasa básica de remuneración de quienes los poseen, habrá realizado todo lo que le corresponde.

Para Keynes, a través del libre mercado no era posible alcanzar la meta del empleo, pero aun en el caso de que circunstancialmente se alcanzase por esa vía, tal situación no sería duradera, puesto que siendo el mercado inestable, muy pronto la economía tendría que abocarse bien a una recesión.

El propósito de la teoría general de Keynes era el de explicar que es lo que determinaba el nivel de empleo. Al respecto fustigaba decididamente a la escuela clásica, la cual sostenía que existía una tendencia a la auto adaptación del empleo total. El paro, según

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