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Cornea


Enviado por   •  5 de Marzo de 2014  •  Tesis  •  4.476 Palabras (18 Páginas)  •  314 Visitas

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CORNEA

ANATOMIA

La córnea es el tejido anterior transparente y avascular del ojo, que se asemeja al cristal de un reloj. Sus diámetros son de 12 mm en sentido horizontal y de 11 mm en el meridiano vertical. El espesor varía, a nivel central es más delgada, alrededor de 520 micras (0,52 mm), y cerca de 1 mm adyacente a la esclera. El poder de refracción de la córnea es de aproximadamente 43 dioptrías. En el recién nacido la córnea es relativamente grande, midiendo cerca de 10 mm en sentido vertical, alcanza el tamaño adulto el primer año de edad

Diámetro 11,7 mm (horizontal) x 10,6 mm

Espesor central 535 micras

Radio de curvatura Anterior: 7,8 mm. Posterior: 6,2 - 6,8 mm

Poder refractivo de la superficie anterior 48,83 dioptrías

Poder refractivo de la superficie posterior -5,88 dioptrías

Poder refractivo total 43,05 dioptrías

Índice de refracción 1,376

Contenido en agua 78%

Contenido en colágeno 15%

Contenido de otras proteínas 5%

La córnea consta de 5 capas: el epitelio, la membrana de Bowman, el estroma, la membrana de Descemet y el endotelio.

HISTOLOGIA

Epitelio corneal

Estructura

El epitelio corneal contiene entre 5 y 7 capas celulares de epitelio escamoso estratificado, con un grosor total de 50-56 mm. En la zona periférica el número de capas aumenta a 8-10. Aunque tiene mucho en común con el epitelio conjuntival, se puede decir que son los 123 mm2 más especializados de la superficie corporal, manteniendo la transparencia y las características refractivas sobre un tejido conectivo avascular. Además de estas propiedades, mantiene una actividad metabólica y de barrera a los agentes externos, presentando una fuerte resistencia a la abrasión y una rápida capacidad de cicatrización.

Dentro del epitelio, se distinguen tres tipos celulares escamosas, en la superficie, intermedias y basales. Entre todas ellas existen unas uniones intercelulares muy desarrolladas con membranas celulares interdigitadas, que le confieren una gran estabilidad al epitelio. Las células escamosas o apicales son de forma poligonal y toman dos posibles aspectos al ser estudiadas por microscopía electrónica de barrido las células claras son células más jóvenes, mientras que las células oscuras se admite que son hipermaduras, próximas a la descamación. En la cara externa de las células superficiales existen unos procesos, denominados microvilli, que alcanzan una longitud entre 0’5 y 1’2 mm, con un grosor entre 0’15 y 0’5 mm que se van perdiendo con el ciclo celular y su abundancia determina el aspecto de célula clara.

Existe un denso y complejo entramado intercelular que le permite resistir a las presiones de abrasión, bien fisiológicas en el parpadeo, bien durante el uso de lentes de contacto, especialmente las rígidas. Se han descrito varias clases de moléculas responsables de la adherencia intercelular, destacando en el epitelio corneal dos grupos 1) cadherinas, glicoproteinas dependientes del calcio, y 2) integrinas, proteinas integradas en la membrana celular. Además y al igual que otros epitelios, las células basales se unen entre sí utilizando microestructuras que además tienen un papel de comunicación y formación de barreras. Son fundamentalmente tres los distintos tipos de estructuras 1) desmosomas, interdigitaciones entre las superficies celulares, con varios componentes moleculares propios, 2) uniones estrechas ("tightjunctions"), que forman un sistema estanco impidiendo el paso de moléculas, y 3) uniones comunicantes ("gap junctions"), mayores en las células basales, formando canales de iones y moléculas hidrofílicas.

ILUSTRACION 2

Las células del epitelio corneal se unen a su membrana basal por medio de unos complejos de adhesión, destacando la presencia de filamentos de queratina en la zona central del citoplasma, que constituyen los hemidesmosomas. Estos se fijan a fibrillas de anclaje situadas en la membrana basal, compuestas por colágeno VII, y que penetran en la estructura del estroma. A este nivel se encuentra toda una red de microestructuras de adhesión para mantener unido el epitelio, que está sometido a múltiples tensiones, al estroma . Los nervios sensoriales atraviesan esta membrana basal para dirigirse al epitelio casi en terminan próximos a su superficie.

El epitelio central está exento de melanocitos y de células dendríticas presentadoras del antígeno (células de Langerhans), que sí se encuentran en el epitelio periférico. Esta característica puede explicar la buena tolerancia inmunológica del injerto corneal. En cuadros inflamatorios crónicos esta situación se puede, sin embargo, romper.

Todo este delicado entramado celular y extracelular permite mantener una barrera al paso de fluidos desde la lágrima al estroma y protege la córnea de infecciones bacterianas. Los microvilli presentes en la superficie de las células externas se asocian a un glicocalix al cual se adhiere la capa mucínica de la película lagrimal, estabilizándola. La importancia del epitelio como barrera queda demostrada por el edema estromal consecutivo a la abrasión epitelial, al absorberse fluido desde la lágrima.

“El epitelio corneal es una barrera metabólica que regula el paso de líquidos y de ciertas sustancias, es un tipo de defensa contra las bacterias”

Bajo el epitelio corneal se encuentra una membrana avascular denominada de Bowman, de 8-12 mm de grosor y compuesta por fibrillas de colágeno (tipos I, III, V y VI). Su unión con las del estroma se hace de forma imperceptible, pero existe una evidente delineación con la membrana basal. Aunque se ha otorgado gran importancia a la membrana de Bowman en el mantenimiento de la transparencia corneal, lo cierto es que tras su ablación con láser excimer la claridad corneal se mantiene, así como la adherencia epitelial.

Renovación del epitelio corneal

Al tratarse de un epitelio de descamación, tienen que existir los medios para que las células se renueven de forma continuada. La renovación del epitelio corneal ha sido recientemente explicada por medio del concepto de célula primordial, localizada en el epitelio basal del limbo corneal. Las evidencias de dicho teoría se basan en 1) demostración de un ciclo celular lento, 2) incapacidad para unirse a anticuerpos específicos de la córnea, 3) son células ricas en ATPasa y anhidrasa carbónica, 4) existencia de un movimiento centrípeto del epitelio corneal, 5) su lesión provoca defectos de epitelización corneal y 6) los tumores de la superficie ocular nacen en esta zona. En los humanos, las células primordiales se encuentran protegidas por pigmentación y ubicadas en las palizadas de Vogt. Al dividirse en dos células,

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