Crecimiento
Enviado por sauloizquierdor • 8 de Mayo de 2012 • 873 Palabras (4 Páginas) • 532 Visitas
La crisis financiera en Europa: Lecciones desde América Latina
Domingo Cavallo1
Traducción de Ignacio Cattaneo
La actual crisis financiera en Europa posee el mismo origen que la crisis financiera en los EE.UU.: el
exceso de endeudamiento. En algunos países, la causa fue el excesivo endeudamiento de las familias y
las empresas. En otros, se trató del excesivo endeudamiento de los gobiernos. En la mayoría de los
casos, fue excesivo el endeudamiento de los intermediarios financieros. Los EE.UU. y Europa son
economías de dimensiones similares.
Si tomamos a Europa como un agregado, los déficits fiscales y por cuenta corriente fueron --y siguen
siendo--, mucho mayores en los EE.UU. que en Europa. En principio, si los EE.UU. fueron capaces de
encontrar una solución, Europa también debería serlo.
La solución de los Estados Unidos
En los EE.UU. la crisis financiera se palió con un gran incremento en el balance de la FED y un gran
aumento del déficit presupuestario para recapitalizar los bancos y estimular la demanda agregada. Esta
estrategia funcionó bien porque la demanda de bonos del Tesoro de EEUU y otros bonos no se
desmoronó.
Por el contrario, en el peor momento de la crisis, cuando las preocupaciones se convirtieron en pánico,
el Tesoro de EEUU y los bonos repuntaron como consecuencia del movimiento hacia activos
considerados más seguros (un fenómeno que se ha denominado "flight to quality").
La solución de la crisis financiera en Europa
Cuando Europa introdujo el Euro en 1999, la mayoría de los líderes políticos, economistas y banqueros
creían que el Euro se convertiría en un competidor para el dólar como moneda de reserva y que se
podía confiar en las obligaciones financieras denominadas en Euros tanto como en aquellas de los
EEUU. Lo que todos ellos pasaron por alto es que las obligaciones financieras, incluso si ha sido
emitidas en euros, no son europeas, sino nacionales.
Los banqueros y los economistas europeos han pasado por alto el hecho de que las deudas de cada país
no eran deudas europeas. Si los banqueros y economistas --quienes deberían estar más capacitados que
los políticos para advertir la diferencia--, se hubieran dado cuenta de que actualmente cada país es
responsable de su propia deuda, las tasas de interés aplicadas a la deuda de cada país no habrían
convergido tan rápido como lo hicieron. En consecuencia, la oferta de crédito para la periferia de
Europa no habría sido tan abundante como lo fue.
Pero la realidad es que los países de la periferia europea se endeudaron excesivamente hasta el punto de
no ser capaces de pagar. Al igual que las hipotecas subprime se convirtieron en activos tóxicos de los
bancos en los Estados Unidos, en Europa la deuda de Grecia y otros países de la periferia se
convirtieron en activos tóxicos también.
¿Podría
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