Criminologia
Enviado por zizou2993 • 4 de Septiembre de 2014 • 1.992 Palabras (8 Páginas) • 205 Visitas
ANTECEDENTES
La adicción es una enfermedad crónica del cerebro, a menudo con recaídas, caracterizada por la búsqueda y el consumo compulsivo de drogas a pesar de las consecuencias nocivas para la persona adicta y para los que le rodean.
Si bien es cierto que en el caso de la mayoría de personas la decisión inicial de tomar drogas es voluntaria, con el tiempo los cambios que ocurren en el cerebro de las personas adictas pueden afectar el autocontrol y obstaculizar su habilidad de resistir los impulsos intensos de consumir drogas.
El abuso de drogas y la drogadicción tienen consecuencias negativas tanto para las personas como para la sociedad. Según algunos cálculos, el costo total del abuso de sustancias en los Estados Unidos, incluyendo los costos relacionados con la pérdida de productividad, la salud y el crimen, excede los 600 mil millones de dólares anuales. Esta cifra incluye aproximadamente $193 mil millones por drogas ilícitas, $193 mil millones por tabaco y $235 mil millones por alcohol.
A pesar de lo abrumadoras que son estas cifras, no logran ilustrar cabalmente el verdadero impacto destructivo que implican el abuso de drogas y la drogadicción sobre la salud y seguridad pública, lo cual incluye la desintegración de la familia, la pérdida del empleo, el fracaso en la escuela, la violencia doméstica y el abuso infantil.
Planteamiento del problema
Las drogas contienen sustancias químicas que infiltran el sistema de comunicación del cerebro perturbando el envío, la recepción y el procesamiento normal de información entre las células nerviosas. Hay por lo menos dos maneras que las drogas pueden hacer esto: 1) imitando los mensajeros químicos naturales del cerebro y 2) sobre estimulando el “circuito de gratificación” del cerebro.
Algunas drogas como la marihuana y la heroína tienen una estructura similar a la de ciertos mensajeros químicos llamados neurotransmisores, que el cerebro produce de manera natural. Esta semejanza permite a las drogas “engañar” a los receptores del cerebro y activar las células nerviosas para que envíen mensajes anormales.
Otras drogas, como la cocaína o la metanfetamina, pueden hacer que las células nerviosas liberen cantidades excesivamente altas de los neurotransmisores naturales (especialmente la dopamina) o pueden bloquear el reciclaje normal de estas sustancias químicas en el cerebro, lo cual es necesario para cortar el envío y la recepción de las señales entre las neuronas. El resultado es que el cerebro queda saturado de dopamina. La dopamina es un neurotransmisor que se encuentra en las regiones del cerebro que controlan el movimiento, las emociones, la motivación y las sensaciones placenteras.
Normalmente, el sistema de gratificación responde a los comportamientos naturales relacionados con la sobrevivencia (como comer, pasar tiempo con los seres queridos, etc.), pero cuando es sobre estimulado por las drogas psicoactivas produce efectos eufóricos. Esta reacción inicia un ciclo vicioso de refuerzo que “enseña” a las personas a repetir el comportamiento de abuso de drogas que causó la gratificación.
Cuando una persona continúa abusando de las drogas, el cerebro se adapta a estas oleadas abrumadoras de dopamina produciendo menos dopamina o disminuyendo el número de receptores de dopamina en el circuito de gratificación. El resultado es un menor impacto de la dopamina sobre el circuito de gratificación, lo que limita el placer que el usuario es capaz de derivar no sólo de las drogas, sino también de acontecimientos en su vida que anteriormente le causaban placer.
Esta disminución en el placer obliga al drogadicto a continuar abusando de las drogas en un intento de recuperar la función normal de la dopamina. Además, ahora necesita consumir una cantidad mayor de la droga en un intento de elevar la función de la dopamina a su nivel normal inicial. Este efecto se conoce como tolerancia.
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
¿Existe relación entre el consumo de drogas y el robo en una persona?
OBJETIVO GENERAL
Identificar por que el consumo de drogas es más frecuente en los jóvenes de 12 a 18 años, y cuáles son las razones que los conllevan a meterse en las drogas a tan temprana edad, y su relación con los actos delictivos como consecuencia de esta primera conducta
OBJETIVOS ESPECIFICOS
Analizar la relación entre el consumo de estupefacientes y el comportamiento delictivo de los jóvenes que lo consumen, las razones y la manera de evitarlo.
JUSTIFICACION
A grandes rasgos es posible afirmar que existen teorías que sitúan el consumo de drogas como origen del delito y otras que conceptualizan el consumo como otra conducta desviada más, producto de una estructura de vida caracterizada por la exclusión y la falta de oportunidades.
En lo que sí parece existir un consenso es en el hecho de que existen muchas personas dependientes de drogas que toman contacto con el medio judicial y/o penitenciario a lo largo de su vida, que existen personas que cometen delitos bajo los efectos de las drogas, que otras personas delinquen como medio para obtener las sustancias y que muchas otras contactan con la justicia antes de ser consumidoras habituales, poniendo de manifiesto la existencia de problemas de desarrollo previos al consumo de drogas. En definitiva, resulta sumamente difícil establecer un vínculo, en particular un vínculo causal, entre el consumo de drogas y la delincuencia (EMCDDA, 2003).
En lo relativo a las personas que previamente al consumo de drogas han manifestado conductas o estilos conductuales desviados, el consumo de drogas no hace sino poner otro obstáculo más a todos los que ya se han mencionado a la hora de lograr el objetivo de la reinserción. En lo relativo al binomio droga-delincuencia, el Plan de Acción de la Unión Europea en materia de lucha contra la droga 2005-2008 (Plan nacional sobre Drogas, 2011) indica que en comparación con la población general, los delincuentes presentan elevadas tasas de consumo de drogas.
Pese a todo, se indica que la relación entre drogas y delincuencia no es una relación lineal, ya que muchas personas toxicómanas no cometen delitos y muchos/as delincuentes reincidentes no consumen drogas. Si bien es cierto que los estudios no demuestran una relación causal entre droga y delincuencia, es posible demostrar que la delincuencia precede a menudo al consumo de drogas ilegales, entre ellas esencialmente drogas como la heroína o la cocaína. Los estudios han demostrado que muchos consumidores drogodependientes cometen delitos contra la propiedad para mantener ese hábito de consumo.
LIMITACIONES
MARCO
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