Cronica tenis chilenoTriunfo en la Copa Davis, ¿Refleja una mejora en el tenis chileno?

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Triunfo en la Copa Davis, ¿Refleja una mejora en el tenis chileno?

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Pese al triunfo frente sobre Venezuela por la Copa Davis, y por consecuencia, el ascenso al Grupo I Americano tras dos años, no se ve un crecimiento en el tenis chileno para volver a estar en la elite mundial. Falta de apoyo a las categorías menores del país, falta de infraestructura y tenistas que deben ingeniárselas para destacar y realizar sus viajes son la amenaza para que este crecimiento que todos esperamos no se lleve a cabo.

Por Patricio Embry

Tras el retiro de Fernando González y Nicolás Massú, hace unos años, el tenis chileno entró en una crisis reflejada en la Copa Davis, ya que nuestro país había estado constantemente en el Grupo Mundial junto a las grandes potencias del tenis mundial, como España, EEUU, entre otros, y con el deceso de estos grandes jugadores, Chile abandonó dicho lugar y cayó en la categoría más baja de la Zona Americana después de muchos años.

Con los constantes buenos resultados de estos tenistas, tanto en su carrera profesional como jugando para Chile, todos podían inferir que nuestro país apoyaba ciegamente al tenis en la categoría de menores, donde se forman los jugadores para su carrera profesional. Pero por desgracia de este deporte y como en muchos más, tanto el gobierno como la Federación Chilena de Tenis, no supo o no quiso darles el suficiente apoyo a los jugadores con altas proyecciones para el futuro y para los pequeños deportistas que sueñan con ser iguales o mejores que González o Massú.

El circuito de menores chileno, es por lejos uno de los más flojos de Sudamérica y por consecuencia del mundo, los tenistas tienen que viajar a temprana edad solos y sin el apoyo económico de parte de la Federación de Tenis, que solo apoya con estadía para los jugadores en los torneos denominados “GA”, que se hace tres veces al años y clasifican los mejores 32 de cada categoría (existen 4 categorías: menores de 12, 14, 16 y 18 años). Esto muchas veces dificulta el desarrollo de los menores, puesto que no todos pueden optar a viajar a los torneos y así muchos talentos se pierden en nuestro país. Los tenistas que más se ven perjudicados con este punto, son la gente que viene de regiones, puesto que el 60% de los torneos de menores que realiza la Federación se juegan en la Región Metropolitana, y eso hace que no puedan venir por el alto costo que esto implica. Matías Casanello es un claro ejemplo de esto, cuando jugaba en menores el provenía de Puerto Montt y el traslado para los torneos en Santiago era muy desgastante, “Con mi familia, cuando tenía 13,14 años decidimos que me fuera a entrenar en una academia de Viña del Mar, ya que era mucho más cercano a Santiago y tenía varios amigos ahí. Tuve que dejar a mis amistades y el colegio para poder cumplir mi sueño que era jugar tenis profesionalmente”, explica Matías.

Otro punto importante en los menores es la no compatibilidad con los estudios en la fase de colegio. Los jóvenes junto con sus familias deben tomar la difícil decisión sobre si dejar el colegio para poder entrenar con la rigurosidad que se requiere para ser profesional o abandonar su sueño y seguir con los estudios. Joaquín Aguilera detalla, “Cuando fui creciendo y me daba cuenta que no podía seguir haciendo las dos cosas, ya que iba en un colegio muy exigente para el tiempo que gastaba en entrenar, tuve que explicarles a mis padres y juntos tomamos la decisión de dedicarme al tenis e inscribirme a un colegio especial para poder dar exámenes libres. Con el tiempo me fui dando cuenta que realmente mi futuro no era ser profesional y al momento de rendir la PSU para entrar a la Universidad se me hizo muy difícil, ya que había perdido el training educacional. Creo que los colegios en Chile debieran apoyar más el deporte en general y no ponerle obstáculos a sus alumnos que practican a alto rendimiento, en países como Estados Unidos se preocupan mucho de eso y en vez de restringir que los alumnos practiquen, los becan y llevan incluso jugadores de otros países para que se puedan desarrollar tanto educacional como deportivamente”, finaliza.

Además de estas complicaciones, se suma una nueva, y es que el tenis en Chile es muy caro y los bolsillos de la familia muchas veces no aguanta. Los implementos, como las raquetas, encordados de las raquetas, cuerdas, ropa, y muchas otras cosas más, se suman al no apoyo de la Federación en los viajes y en la estadía de estos. Un hombre que sabe de este tema y que se ha dedicado por años a la vida del tenis, Exequiel Carvajal, más conocido como “El yogurt de mora”, explica “Practicar tenis a un alto rendimiento requiere de un desembolso económico muy grande para las familias, ya que el tenista que no es auspiciado (y son muy pocos los que tienen este beneficio), tiene que gastar mucho dinero al mes. Una raqueta de elite cuesta por lo bajo 250 mil pesos, y ellos necesitan al menos 3 de esas, además de los encordados, un tenista de alto rendimiento corta la cuerda de su raqueta todos los días, y cada encordado cuesta aprox. 2 mil pesos y las cuerdas son extremadamente caras. Por lo tanto, un tenista que juegue al alto nivel en la categoría de menores gasta, considerando la academia en donde entrena que cuesta unos 300, 400 mil pesos, más o menos uno o dos millones de pesos mensuales sin contar los viajes dentro y fuera del país”, argumenta.

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