Cueca Chora

Auténtica, pícara e irreverente son términos con los cuales podríamos definir a este particular estilo, con temáticas tan diversas como la vida misma, la cueca chora no se conforma cual baladista en cantarle solo al amor idílico, va más allá, llegando a entonar versos que hablan de temas tan diversos y contingentes como la religión y la política, siempre alzando la voz desde la vereda popular, entre conventillos y poblaciones callampas… historias que muestran al chileno tal cual es: “curao”, “pillo”, mujeriego y un largo etc. pero que además deja ver entrelineas las características más sobresalientes del mismo: su alegría de vivir, el compañerismo y la amistad hacia sus cercanos. Cuecas bravas cantadas desde las vísceras por sus intérpretes quienes dejan todo en el escenario con tal de demostrar lo orgullosos que se sienten de ser así, de ser chilenos.

Pero… al reflexionar un poco acerca de lo antes expuesto me saltan de inmediato una serie de preguntas tales como: ¿Por qué la cueca chora, siendo un estilo que nos caracteriza como chilenos, no suena en los medios de comunicación masiva?, ¿Por qué hasta la fecha no se ha popularizado de manera transversal en todo el país?, ¿Acaso tenemos vergüenza de reconocernos como chilenos?, Al parecer una cueca de “Los Huasos Quincheros”, con una impostación de la voz como si estuvieran cantando en el “Opera House” y una temática que no se hace cargo de los problemas actuales, es más agradable al oído, por lo tanto encaja en el perfil para ser reproducida en la radio… El problema es que no nos damos cuenta que en ese goce estético estamos ignorando el alma de la cueca que son las vidas de sus cantores, muchas de las cuales han sido marcadas por la pobreza y la desigualdad, que en definitiva no hacen otra cosa más que reflejar nuestras propias historias. Creo que de un tiempo a esta parte como chilenos hemos perdido el sentido crítico de nuestras existencias, hemos perdido la capacidad de darnos cuenta que es lo realmente autentico y valido para nosotros como sociedad, lo que realmente nos une… vamos por ahí consumiendo todo lo foráneo como si en ello fuéramos a encontrar la felicidad y la tranquilidad... Llenamos los cines cuando estrenan la última película de “IronMan”, hacemos largas filas y vigilias de una noche completa para comprar el último “IPhone” que salió al mercado, no podemos ir al “Mall” sin que se nos antoje una “Cajita Infeliz” del Mac’ Donald, nos emocionamos al ver nuestro apellido en la etiqueta de una “Coca-Cola” como si fuéramos parte importante de esta multinacional, la radio nos bombardean con canciones de artistas de “plástico”, las cuales están hechas para ser olvidadas en un corto plazo con tal de volver a consumir otra música igual de desechable y en la televisión nos cuentan la mentira de que estamos al borde del desarrollo, pero es cosa de ir a un hospital y darse cuenta

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